domingo, 21 de septiembre de 2008

Agustín Agualongo: el indio que murió luchando por España


Agustín Agualongo (1780-1824), indígena nacido en la ciudad de San Juan de Pasto el 25 de agosto de 1780, líder criollo y militar realista durante la guerra de independencia de la Nueva Granada (hoy Colombia) que hizo oposición armada a los ejércitos republicanos en territorios del sur. Poco se sabe de su vida antes de su incorporación a la carrera militar en el ejército real de España a los 31 años de edad el 7 de marzo de 1811, pero la mayoría de cronistas e historiadores coinciden en señalar que era pintor.

En 1822, tres después de la independencia definitiva de la Nueva Granada, Agualongo declaró la guerra contra la de La República de Colombia en el nombre de Fernando VII y de la religión católica y lideró una guerra de guerrillas contra la nueva república. Dirigió la toma de Pasto en junio de 1823 y avanzó hacia el Ecuador donde fue derrotado por Bolívar cerca de la población de Ibarra. Llevó a cabo una segunda toma de Pasto en agosto de 1823 y una tercera en febrero de 1824.

En su última batalla, en Barbacoas situada en el occidente del hoy departamento de Nariño, se enfrentó al futuro cuatro veces presidente Tomás Cipriano de Mosquera. Finalmente, Agualongo fue capturado por José María Obando en junio de 1824 y es llevado prisionero a Popayán en donde es juzgado y condenado a morir por fusilamiento lo cual ocurre el 13 de julio de ese mismo año. Al ser condenado a muerte, pidió y se le concedió la gracia de vestir el uniforme de coronel. Ante el pelotón de fusilamiento exclamo que, si tuviese veinte vidas, estaba dispuesto a inmolarlas por su religión y por su Rey de España, suplicó que no le vendaran, porque quería morir cara al sol, mirando la muerte de frente, sin pestañear, siempre recio, como su suelo y su estirpe.
Los despojos mortales de Agustin Agualongo que reposaban en la cripta de la concatedral de San Juan de Pasto, iglesia de San Juan Bautista, fueron sustraidos en 1987 por el grupo subversivo M-19 y devueltos en 1990 como un acto simbólico y simultaneo con la entrega en las montañas del departamento del Cauca de las armas al gobierno de ese entonces, y fueron depositados en el lado Izquierdo de la misma iglesia, junto con los despojos de Hernando de Cepeda y Ahumada hermano de Teresa de Cepeda y Ahumada la Santa de Ávila, que fue regidor y encomendero en la ciudad en el siglo XVII.

elmanifiesto.com, 17 de septiembre de 2008