martes, 18 de noviembre de 2008

¿Qué ha sucedido con el voto católico en los Estados Unidos?



Entrevista con el presidente de Fidelis, Brian Burch

CHICAGO, domingo, 16 noviembre 2008 (ZENIT.org).- Más de la mitad de los católicos de Estados Unidos votaron en las elecciones a un candidato presidencial en desacuerdo con la postura de la Iglesia en temas como el aborto y el matrimonio del mismo sexo, a pesar de los consejos de los obispos de más de 50 diócesis de apoyar a candidatos antiabortistas.
Brian Burch, cofundador y presidente del think tank católico Fidelis, ha hablado con ZENIT sobre los resultados de la elección, y por qué piensa que la mayoría de los católicos votaron por el candidato demócrata Barack Obama, que apoya abiertamente el derecho a abortar.
Burch también comenta el éxito de CatholicVote.com, un esfuerzo de educación del votante lanzado por Fidelis para animar a los católicos a votar a candidatos que apoyen la vida, la fe y la familia.
La página incluía un breve vídeo, así como recursos para ayudar a los votantes a investigar a los candidatos, declaraciones publicadas por obispos, y una invitación a la oración.

--Se estima que un 54% de los católicos votaron a Barack Obama, a pesar de las contundentes declaraciones de más de 50 obispos contra los candidatos que apoyaran el aborto. ¿Cómo se ganó Obama la mayoría del voto católico?

--Burch: Claramente la principal razón del éxito en general fue el hecho de que los votantes católicos se hicieran eco de la preocupación del resto del electorado al citar la economía como el tema principal.
Llegaron a la conclusión de que la política económica de Obama les beneficiaría más, e ignoraron la autoridad ilustrativa de muchos obispos que explicaron que la preocupación por la economía no justifica un voto a favor de un candidato proabortista.

--¿La contundente postura del episcopado tuvo algún efecto que se notase en las elecciones? ¿Podría la Iglesia haber hecho más?

--Burch: Los resultados de las elecciones parecen indicar que, en la mayor parte, los votantes católicos ignoraron la guía de sus obispos.
(Extractado)