viernes, 14 de mayo de 2010

DURO DOCUMENTO CONTRA EL PAÍS POR EL LAVADO DE DINERO


Adrián Ventura

El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) elaboró un crítico informe sobre el lavado de dinero en la Argentina, que ya está en manos del Gobierno. De ese extenso documento surge que el país no sólo no cumple con el 40% de las recomendaciones del organismo internacional, sino que la Unidad de Información Financiera (UIF) "no es efectiva" y su personal, que "trabaja en situación de inestabilidad laboral", lo expone a "influencias o interferencias".

El informe tiene 189 páginas y fue elaborado por una misión de expertos de España, Holanda, Francia, Chile y Uruguay, que visitó la Argentina en 2009, para hacer una muy detallada radiografía sobre el grado de compromiso del país en la lucha contra el lavado de dinero. El Gobierno puede formular observaciones a ese informe, que será tratado en la reunión de París, a fines de año.

El jefe de la UIF, José Sbattella, que llegó a su cargo en enero pasado, aceptó las críticas del informe, pero descargó la responsabilidad en su antecesora, Rosa Falduto: "Es la herencia. Cuando asumí, me dijeron que venía este informe y no pude hacer nada al respecto, porque se basa en datos objetivos de 2009. Lo que sí intento hacer para octubre, cuando se reúna el GAFI en París, es demostrar que la UIF progresó, que impusimos multas y que estamos avanzando", dijo a LA NACION. El GAFI es un organismo intergubernamental que fue establecido en 1989 por el grupo de los siete países más industrializados (G-7) y que fue integrado por 33 naciones, entre ellas, la Argentina.

En 1990, ese organismo emitió 40 recomendaciones, a las que luego del ataque contra las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, se les agregaron otras nueve, que son conocidas como Recomendaciones 40+9.

Para analizar si cada uno de los países cumple con sus obligaciones, el GAFI prevé mecanismos de autoevaluación que hace cada país internamente, y también exámenes cruzados, en los cuales titulares de bancos centrales y de unidades de información financiera de diversos países visitan a otro país, para hacer un análisis de la situación.

La última evaluación sobre la Argentina se hizo en 2004 y el país no salió bien parado. En varias ocasiones, la Argentina logró postergar esta nueva visita, pero finalmente se concretó en noviembre de 2009. Según el documento, siguen apareciendo muy serias deficiencias.

Este informe contiene siete capítulos en los que se analiza desde un punto de vista técnico y no político cómo la Argentina se comportó frente a cada una de las 49 recomendaciones: en la amplísima mayoría, la nota es "no cumplida" o "parcialmente cumplida".

Una de las principales críticas es que el organismo argentino no es efectivo porque hasta ahora, entre otras cuestiones, no consiguió ninguna condena penal.

En efecto, Sbattella, para superar la crítica del GAFI, en los últimos meses abrió numerosos sumarios, aunque se sospecha que varias de las denuncias contra empresas y bancos "no tienen verdadero sustento", dicen los expertos que conocen los aludidos casos por dentro.

El corazón del sistema
Entre las páginas 38 y 50 del documento que fue entregado al Gobierno, aparece la evaluación de la Unidad de Información Financiera (UIF), que se puso en marcha en 2002 y que es, quizás, el corazón del sistema. El corazón, se podría decir, está cerca del infarto.

Cada vez que los bancos, escribanos, abogados y otros sujetos obligados por ley detectan un movimiento anormal de activos, deben hacer un Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS) a la UIF, que, luego de hacer un análisis propio, remite el expediente a la Unidad Fiscal de Lavado de Dinero, a cargo del fiscal Raúl Plee, quien determina finalmente si hay mérito para enviar el caso a la Justicia.

El período auditado por el GAFI corresponde a la gestión de Falduto. El Gobierno daba por descontado que la evaluación sería altamente crítica. Por eso, en enero pasado designó en reemplazo de Falduto a Sbatella, ex miembro de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia y ex titular de la Dirección General Impositiva (DGI) durante la gestión de Néstor Kirchner y ex director general de la Aduana, durante la gestión de Carlos Menem. Sbatella votó en favor de la fusión de Cablevisión y Multicanal, pero luego se volvió muy crítico.

Poco antes de la salida de Falduto, LA NACION había dado cuenta, sobre la base de trascendidos de varias fuentes, que la UIF había recibido un pedido expreso de los Kirchner para denunciar al Grupo Clarín y acusarlo de lavado de dinero, para afectar su imagen pública.

"El Gobierno, para contrarrestar las críticas del informe a la UIF, puede decir que reemplazó a Falduto. Pero Sbatella llegó para dinamizar a la UIF, haciendo muchos expedientes", dijo un funcionario. Sbatella niega que haya asumido el cargo con ánimo persecutorio.

La Nación, 15-5-10