domingo, 16 de enero de 2011

UN PRESUPUESTO HECHO A MEDIDA DE UN AÑO ELECTORAL



Por Ismael Bermúdez


El listado inicial de gastos para este año suma $380.412 millones, un 38% más con el que arrancó el de 2010, de acuerdo a las cifras del presupuesto “prorrogado” difundidas el lunes pasado.

Son $104.652 millones más que un año atrás. Este incremento se explica porque a lo largo de 2010, a través de Decisiones Administrativas y Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), el Gobierno amplió en $65.643 millones los gastos del ejercicio. Y el resto –$39.010 millones– es por el incremento de los gastos previstos para 2011 con relación a lo gastado efectivamente en 2010, de acuerdo a las cifras de la ASAP (Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública).

Esta expansión del 38% en apenas 12 meses es posible por la mayor recaudación pero también por el financiamiento del Banco Central al sector público. Según IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal), “en 2010, la base monetaria acumuló un incremento aproximado de $38.000 millones, de los cuales $18.580 millones corresponden a financiamiento al Sector Público”, fundamentalmente a través del giro al Tesoro Nacional de utilidades devengadas y no realizadas del BCRA.


Los $380.412 millones autorizados para 2011 no son definitivos porque se descuenta que también este año –más aún con elecciones de por medio– el Gobierno apelará a las Decisiones Administrativas y DNU para ampliar las partidas. Lo hará con la mayor recaudación que provendrá de la suba inflacionaria y el alza del PBI, de la asistencia del BCRA ya que es sabido que en el Presupuesto los cálculos de ingresos están subestimados. Posiblemente 2011 concluya con un gasto en torno de los $450.000 millones.


Como señala Maximiliano Castillo Carrillo, de la consultora ACM, “el crédito presupuestario previsto para este año todavía luce subestimado y sólo refleja un aumento del 11,4% con respecto a la ejecución de 2010. Este incremento de 11,4% sólo alcanza para cubrir el arrastre del gasto que deja el ejercicio pasado, sin contemplar aumentos en salarios y jubilaciones que, más temprano que tarde, se efectivizarán”.

Un gasto de goma


Visto de otra manera, en 2010 el gasto se amplió en más de $65.000 millones y terminó creciendo casi 30% en términos interanuales. En 2011, teniendo en cuenta también que es un año electoral, es difícil pensar que la expansión del gasto se ubique por debajo del 30%, con lo que la ampliación de los créditos presupuestarios podría sumar más $63.000 millones adicionales a los ya previstos.


Los mayores incrementos en 2011 son para la ANSeS por los incrementos de los haberes por la “movilidad” (que de todos modos deberá ampliarsedo) y los servicios de la deuda –un 36,3% más–, debido al pago previsto de los cupones PBI. También se estima que la carga de intereses —$36.265 millones– finalmente será mayor.


Los funcionarios de Economía consideran que la expansión fiscal y monetaria –con un tipo de cambio “controlado”– es la clave del crecimiento económico que sucedió a la crisis de 2009. Y que la mayor inflación no afecta el poder adquisitivo de la población ya que tanto los haberes de los asalariados como los de jubilados acompañan y van a seguir acompañando el alza de los precios. En 2011 volverán a repetir esta experiencia que califican de “exitosa”.

Los críticos dicen que Economía no tiene un plan económico. Simplemente –agregan– soslaya el tema inflacionario, la falta de inversiones para sostener el crecimiento, el incremento de los costos en dólares y la “primarización” o “sojización” de la economía. Y el “ajustazo” que habrá que realizar cuando resulten insostenibles los subsidios a la energía y al transporte.

Clarín, 16-1-11