lunes, 9 de abril de 2012

IMPERICIA Y NEGLIGENCIA EN EL TEMA MALVINAS

Un comentario en el diario La Nación, muestra una vez más que existe un esfuerzo eficiente y tenaz en la defensa del interés nacional.


Hay que tener en cuenta que el británico promedio no tiene la menor idea de cúales son los argumentos que respaldan el reclamo argentino. Cómo puede saberlos cuando el diferendo no es tan siquiera mencionado en la página web de la representación diplomática en Londres. Y esto no es porque la embajadora Alicia Castro entró apenas esta semana en funciones. El canciller héctor Timerman puede que sea adicto a las redes sociales, pero lo cierto es que el portal de Internet de la cancillería argentina no sólo no ofrece una versión en inglés (como es habitual, véase por ejemplo los de los gobiernos de Brasil, Chile y Colombia), sino que tampoco cuenta con una página en castellano donde se expongan los fundamentos históricos y jurídicos de la posición nacional.
El desinterés oficial argentino por salir a ganar “el corazón y la razón” del público británico contrasta con la aceitada maquinaria mediática desplegada por el gobierno isleño y contribuye a afirmar la impresión de que el reclamo es un “capricho” basado sólo en la proximidad geográfica. También da crédito a los que aseguran que el conclicto no es otra cosa que un cínico instrumento de la presidenta argentina para ocultar problemas domésticos.

Graciela Iglesias. La Nación, Enfoques, 1-4-12