martes, 21 de enero de 2014

ARGENTINA, ENTRE LOS PAÍSES CON MAYOR IMPUNIDAD POLÍTICA




Mala nota para la Argentina. Según un estudio que analiza los índices de impunidad en actos de corrupción cometidos por funcionarios públicos, la Argentina está en el puesto 92 de un total de 97.

El más impune es Venezuela, seguido por Nicaragua y Ucrania, mientras que Dinamarca y Noruega se ubican en la cima de los países que más condenas a funcionarios registran.

El informe fue realizado por la ONG The World Justice Project, creada en 2006, que acaba de presentar el Indice de Estado de Derecho para el período 2012-2013.

De acuerdo a este estudio, América Latina y el Caribe, y Asia del Sur, son las regiones con más bajo puntaje en la lucha contra la impunidad política. De los 14 países de Latinoamérica que fueron evaluados, sólo dos, Uruguay y Chile, están en la primera mitad.

Argentina, en tanto, junto con Guatemala y Bangladesh, se ubica entre los últimos lugares de la tabla, con un índice de 0,26 está en el puesto 92.

Ni los ex presidentes Carlos Menem, acusado por el contrabando de armas a Croacia y Ecuador, y Fernando de la Rúa, investigado por el pago de coimas a senadores, fueron condenados en primera instancia. Los kirchneristas Amado Boudou y Ricardo Jaime también son investigados por maniobras incompatibles con la función pública.

El ex secretario de Transporte está procesado por el cobro de dádivas de empresarios a los que debía controlar entre otras tantas causas, mientras que el vicepresidente es investigado por presunto enriquecimiento ilícito y la sospechosa quiebra de la ex imprenta Ciccone Calcográfica, fueron sometidos a juicio. La ex ministra de Economía, Felisa Micheli es, hasta ahora, la primera y única ex funcionaria kirchnerista condenada por corrupción.

Pero no son solo casos emblemáticos como estos los que estudia la ONG para definir la tabla. The World Justice Project se basa en el estudio de las estadísticas oficiales de los 97 países del mundo seleccionados para el informe, un cuestionario realizado a unos 300 especialistas de distintas disciplinas por cada país y una encuesta a la población en general. La ONG estableció un ranking según la cantidad de funcionarios públicos sancionados por incurrir en irregularidades o en acciones incompatibles con sus cargos.

Para llegar a ese ranking, elabora un índice que otorga un uno a los países en los que, sin excepciones, todo aquel que comete una falta es condenado, y un cero a los que, por el contrario, no establecen ninguna represalia para el mal desempeño de los funcionarios públicos.

“Una cultura de la impunidad debilita el respeto por los derechos fundamentales, alienta la corrupción y lleva a un círculo vicioso de violación de las leyes, en tanto neutraliza el efecto disuasivo del castigo. La impunidad también erosiona la confianza ciudadana en las instituciones públicas, y da la señal de que la ley no importa”, advierte el documento presentado por la organización y en su apartado sobre sanciones contra funcionarios, suma: “En los países en los que el estado de derecho es débil, aquellos con conexiones políticas rara vez deben rendir cuentas por sus inconductas”.

En diciembre de 2013, el sondeo realizado por Transparencia Internacional entre 177 países sobre la percepción del índice de corrupción, ya había arrojado una mala nota para el país. Argentina retrocedió en el ranking respecto del año anterior y se ubicó en el puesto 106 mundial y en el 22 de América Latina.Como en el estudio de The World Justice Project, en el de Transparecia, Canada aparece como el menos corrupto.


Ranking

1. Dinamarca
3. Suecia
21. Uruguay
26. Chile
53. Colombia
65. Brasil
72. Bolivia
76. Ecuador
92. Argentina
97. Venezuela


Clarín, 21-1-14