lunes, 27 de julio de 2015

AHORA LOS PRESOS GANAN 46 % MÁS QUE LOS JUBILADOS


"Así el Gobierno cuida a los delincuentes que matan a tus familiares"

 (Urgente24), 27-7-15

 Luego de que el salario mínimo se elevara 18,5%, a $5.588 desde el 1 de agosto y 10,5% más en enero, a $6.060, el Servicio Penitenciario Federal deberá enfrentar un gran gasto.

Se estima que solo en el primer tramo del aumento el gasto adicional sea de $130 millones anuales que se los gira Economía. Lo peor es que una parte de esos giros provienen de la Anses...

¿Y cuál es la mínima de un jubilado? $3.821,33, por lo que un preso gana 46% más que éste.

Sin contar que el interno tiene, además, la ventaja de que ese salario lo disfruta íntegro porque la comida la aporta el SPF, igual que la luz, el gas y los servicios de salud y educación.

Según cuenta Luis Beldi en el sitio 'Infobae' desde 2012, cuando Víctor Hortel estuvo al frente del SPF, con "una generosidad desconocida hasta ese momento, el salario mínimo se extendió a casi todos los presos, aún a los que no trabajaban. Hortel, que había formado "Vatayón Militante", un grupo afín a 'La Cámpora', pretendió incluir a los presos en el movimiento kirchnerista. Les dijo que iban a ser parte de la revolución y decidió transformarlos en militantes".

Para divertirlos se organizó una murga. Hortel toca muy bien el redoblante y el saxofón. La murga la bautizó "Negros de mierda", que incluyó a femicidas como el asesino de Soledad Bagna. Ellos iban a mítines políticos con mínima custodia. Los presos estaban en el paraíso. Gozaban de privilegios nunca vistos. Sus celdas tenían plasmas, equipos de música. Había lavarropas táctiles y juegos de computadora. A veces los militantes venían de visitas y las pizzas y cervezas corrían por los distintos pabellones. El porro era parte de ese festín.

Los guardias tenían prohibidas las requisas en horas de la noche, lo que le daba a los internos vía libre para la fabricación de "facas", cuchillos tumberos.

Entretanto, se repartían a discreción las anotaciones de trabajo de 200 horas mensuales que permiten cobrar íntegramente el salario mínimo. En Devoto, nadie, trabajara o no, quedó al margen del beneficio. Si alguien no lo percibía hacía una presentación a la justicia e inmediatamente se lo aprobaban.

A mediados de 2012, como casi todos los prisioneros cobraban el salario mínimo fundaron el Sindicato Único de Trabajadores Privados de la Libertad Ambulante, que adhirió a la CTA oficialista. Afortunadamente, el actual director del SPF, Emiliano Blanco, apeló la medida y la personería jurídica está suspendida.


(...) La Argentina es el único lugar del mundo en que el preso es sostén de familia".