viernes, 21 de agosto de 2015

DURO DIAGNÓSTICO SOBRE LA CORRUPCIÓN EN EL PODER JUDICIAL


Por Javier Fuego Simondet 
| Para LA NACION, 21-8-15

En el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires se presentó el libro Cosa juzgada fraudulenta. Un ensayo sobre la cosa juzgada írrita, del abogado Federico Morgenstern. La presentación puso en primer plano la existencia de corrupción en la Justicia para garantizar impunidad a funcionarios poderosos.

La posibilidad de reabrir causas por el recurso de cosa juzgada fraudulenta fue el punto que disparó las exposiciones de los panelistas: los abogados María Angélica Gelli y Máximo Fonrouge; el historiador Luis Alberto Romero, y el periodista de LA NACION Carlos Pagni. Y en sus planteos fue central remarcar que la corrupción judicial es fuente de impunidad.

Gelli mostró indignación al referirse a las presiones sobre los jueces. Habló de "interferencias sobre el Poder Judicial" y cuestionó que estas situaciones se han naturalizado y no se genera "presión social" para que cesen.

"Una democracia es fuerte cuando los justiciables tienen garantías y responsabilidades, aun cuando son funcionarios públicos", subrayó Gelli en la biblioteca de la sede de los letrados porteños.

La crítica de Gelli incluyó una reflexión sobre el país, al que la constitucionalista definió como "ajeno al diálogo".

Romero y Pagni hablaron desde sus perspectivas profesionales de historiador y periodista, respectivamente. Pero, aunque evitaron consideraciones jurídicas, coincidieron con el resto de la mesa y formularon un severo diagnóstico sobre la corrupción judicial y la impunidad.

"Este texto existe porque hay malos jueces", señaló Romero, quien elogió a Morgenstern "por hacerse entender fuera de su profesión".

El historiador afirmó que "la cosa juzgada írrita se dirige al núcleo de la corrupción del poder y los fallos absolutorios a los que se llega con irregularidades".

Además, parafraseando a Néstor Kirchner en tono irónico, indicó que el recurso que defiende el libro de Morgenstern serviría para "que los corruptos terminen tras las rejas y con traje a rayas". Permitiría, agregó, "revisar las causas en las que el proceso fue fraudulento".

"Existe una crisis del Estado de Derecho. Medio país vive al margen de la ley, y hay poca confianza en la Justicia", completó el historiador.

"Lo que el libro plantea no es que hay mucha corrupción, sino que hay jueces corruptos", pegó Pagni no bien se hizo cargo del micrófono.

El columnista de LA NACION subrayó la importancia de que el texto de Morgenstern ponga el foco sobre "la justicia federal de la Capital, donde se juzga a los funcionarios".

Según expresó Pagni, la impunidad que muchas veces se garantiza a los funcionarios tiene que ver con la matriz del poder en la Argentina.

"La impunidad está estimulada por el desequilibrio de poder. Esto tiene que ver con el peronismo, que tiene el monopolio del poder", analizó Pagni.

"El juez que se corrompe quizás no lo haría si supiera que el que está hoy en el poder no se va a quedar 20 años, sino que habrá alternancia", enfatizó.

El deterioro en el Poder Judicial, para Pagni, se profundizó durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.


"La degeneración de la justicia que tiene que juzgar al poder tiene muchos años, pero desde la llegada de Néstor Kirchner al gobierno se impuso un deterioro mayor: perseguir a los enemigos", concluyó el periodista..