sábado, 14 de noviembre de 2015

DECLARACIÓN DEL INSTITUTO DE FILOSOFÍA PRÁCTICA



LA VINDICTA COMO PARTE POTENCIAL DE LA JUSTICIA Y LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES 

(...)

Y esa Patria Argentina, tan querida, de quien hemos recibido tantos bienes visibles e invisibles, hoy nos duele profundamente. 
Agobiada por un régimen corrupto, que todos los días pretende hasta alterar la realidad, que ha destrozado casi todo: familia, escuela, universidades, municipios, provincias, legislaturas, congreso, administración pública, administración de justicia, instaurando un nuevo régimen político calificado por una revista como “La mentirocracia”, graficado en su tapa por un inmenso Pinocho que la tiene encadenada a la altura de la Provincia de Santa Cruz. 

Para liberar a nuestra Patria más de un millón seiscientos mil argentinos ausentes de las PASO fuimos a votar hace poco; muchos argentinos que no creemos en el gran circo montado por el régimen y que pensamos que debemos derribarlo utilizando todas las armas disponibles, hasta aquellas que el mismo nos suministra, como el voto. 

Porque el voto, su anulación o la abstención, no el voto en blanco, deben ser medios para expresar el hartazgo, el hastío, el fastidio y el repudio, deben ser expresiones de esa dimensión política de la vindicta. Esos medios no son fines, por ello no se debe dogmatizar en esta materia.  

Esto no quiere decir que seamos conversos a la democracia religiosa, ni que consideremos, como la generalidad de nuestros obispos, que ella “es un eco temporal del Evangelio”. De ninguna manera. Ni que pensemos que la alternativa es “el mal menor”. Sólo hoy, aquí y ahora, es lo menos pésimo, porque nos libera aunque sea temporalmente del totalitarismo culturalmente marxista que soportamos. Reiteramos nuestro repudio a todo liberalismo, pero sobre todo al liberalismo moral. Pero estaríamos ciegos si no advirtiéramos el peligro gravísimo, cierto, posible, de tener un vicepresidente maoísta. 

No confiamos en los futuros gobernantes, pero sí esperamos que la Argentina, aliviada de tanta opresión, de tanto agobio, libre de tantas cadenas (hasta comunicativas), pueda volver a respirar. Porque a pesar de tantos robos, de tantas arbitrariedades, de tantos caprichos muy costosos de la época ganada, a pesar de tantas víctimas físicas, morales, culturales, educativas, de la misma, consideramos a los argentinos todavía nos restan bastantes reservas humanas como para volver a crecer (si nos dejan). Y si no, volver a ejercer la vindicta política, ya más entrenados, contra los nuevos gerentes vernáculos del imperialismo internacional del dinero. 

Buenos Aires, noviembre 4 de 2015. 

Bernardino Montejano, Presidente 
Enrique Roulet, Pro-secretario