martes, 20 de diciembre de 2016

MACRI Y URTUBEY TUVIERON QUE CEDER ANTE LA CGT, MASSA Y PICHETO




por Guillermo Cherashny
Informador Público, 20-12-16

El gobierno festejó la semana pasada junto al gobernador Urtubey la desactivación del proyecto de ganancias aprobado en diputados y se vanagloriaban de alinear a 21 gobernadores de provincia, entre ellos la de Santa Cruz, lo cual demuestra que al gobierno no le da asco negociar con Alicia y Máximo Kirchner como le endilgan a Sergio Massa.

Otro averiado por el arreglo entre el gobierno y la CGT fue Juan Schiaretti, quien apoyó a Urtubey y su complicidad con el gobierno tomando cierta distancia de José Manuel de la Sota, pese a que Schiaretti como diputado presentó un proyecto que eleva el mínimo no imponible en 48.000 pesos.
Claro, total los fondos que perdía su provincia lo sufriría De la Sota. Urtubey es un caso muy particular ya que, si bien en su provincia sólo el 2% paga el impuesto por los bajos sueldos, la pérdida por coparticipación no le hacía mella, ya que es una provincia rica, con regalías por petróleo y gas, pero su único objetivo no es beneficiar a su provincia, a los trabajadores o a la Argentina sino a restarle poder a Sergio Massa, a quien ve como su enemigo por la candidatura a presidente en el 2019 y, como se ve, demuestra ser un pigmeo político al tener como objetivo principal destruir a un supuesto enemigo que en realidad es sólo un adversario político y en esto coincide con Mauricio Macri, que también quiere destruir políticamente a Massa, pero por ahora deberán esperar otra oportunidad, porque lo acordado entre el gobierno y la CGT está más cerca de lo propuesto por Massa que en el anterior proyecto oficial.

Es cierto que también está lejos del proyecto opositor aprobado en diputados, pero ni Massa ni Pichetto se lo tomaron muy en serio sino solamente para obligar a Macri negociar ganancias cuestión que quería dejar para marzo o abril.

sábado, 17 de diciembre de 2016

LA IMPOTENCIA ESTATAL PARA ORDENAR EL PAÍS


Eduardo Fidanza
La Nación,  17 DE DICIEMBRE DE 2016

Luego de haber examinado décadas de historia argentina, un destacado sociólogo, que tendría influencia significativa en la visión original de Raúl Alfonsín, llegaba a esta conclusión: "Pedirle al Estado que con sus propios recursos reordene desde arriba a la sociedad es pedirle algo que está más allá de sus capacidades". 

Era Juan Carlos Portantiero, uno de cuyos aportes perdurables es haber caracterizado las crisis argentinas como la consecuencia de un "empate hegemónico" entre los principales actores de su organización capitalista. Se trataba, para Portantiero, de una puja derivada de un poder económico compartido entre el agro y la industria, que según los ciclos de la balanza de pagos le otorgaba alternativamente la primacía a uno o a otro.

Este empate en la cumbre -que se complejizaría con el paso del tiempo- impide coaliciones estables y proyectos estratégicos. Su síntoma es la volatilidad económica y las abultadas transferencias de ingresos entre sectores, con consecuencias nocivas para el sistema. En esas circunstancias, el Estado queda en medio de presiones cruzadas sin poder ordenarlas de manera efectiva y duradera. Se muestra vulnerable frente a los intereses agropecuarios, industriales, financieros, sindicales, religiosos y de otras fracciones de la sociedad civil. Se trata de una organización débil, susceptible de ser colonizada antes que acatada.

Analizando la evolución desde el 30, Portantiero advertía que las interrupciones autoritarias, o los relatos intervencionistas, no pudieron ocultar la ineptitud del Estado, carente de una estructura burocrática eficaz y estable, capaz de proponer metas y ejecutar proyectos. En estas condiciones, el Estado nunca logró la distancia óptima respecto de los intereses sectoriales, esa condición que Peter Evans denominó "autonomía enraizada". 

Según Portantiero, la invalidez estatal sólo se desvaneció durante el primer peronismo. Tal vez podría decirse lo mismo de los primeros años de Menem y Kirchner. Pero al cabo, retornaron las luchas sectoriales, doblegando el orden efímero. Ninguno logró desempatar el conflicto de intereses y así se generó lo que Portantiero llamaba "un efecto melancólico sobre el poder", y otros denominan la decadencia argentina.

El conflicto desatado por el impuesto a las ganancias actualiza este drama. Con el poder político desconcentrado, que impide imponer mayorías, el enfrentamiento se observa con mayor dureza y nitidez aún. Congruente con la lógica del capitalismo, la contradicción involucra al capital y al trabajo, pero el Gobierno se muestra incapaz de saldar los desacuerdos con las herramientas disponibles. No puede alterar la voracidad impositiva a riesgo de incrementar aún más el déficit fiscal, cuyo descontrol enmascara un problema histórico que las elites se niegan a encarar: el país no crea la riqueza suficiente para satisfacer las demandas de bienestar e inclusión.

Acaso sea importante ver que en esta odisea los errores del oficialismo, que no son pocos, deben analizarse a la luz del problema estructural e histórico de un Estado impotente. En su descarnada visión del Estado capitalista, Guillermo O'Donnell sostenía que éste es en esencia el garante de la reproducción del sistema, administrando y encubriendo la subordinación constitutiva del trabajo al capital. Pero su tarea, en la democracia moderna, no es la de un gendarme sino la de un mediador de intereses. En términos de Habermas, el Estado democrático, en el capitalismo avanzado, debe zanjar un problema paradójico: cómo distribuir la riqueza de manera desigual pero legítima. El Estado argentino no pudo resolverlo nunca del todo, los estados en el mundo no pueden resolverlo ahora.

Según O'Donnell, en la búsqueda de consenso el Estado recurre a tres mediaciones: la ciudadanía, la nación y el pueblo. La ciudadanía es el momento de las instituciones y la igualdad ante la ley, la nación constituye el fundamento territorial del "nosotros" frente al "ellos" extranjero, y el pueblo, la mediación más ambigua para O'Donnell, representa la demanda de justicia de los desposeídos, que se alimenta de las deficiencias de inclusión de la ciudadanía y de la nación, que pretende superar. En términos de la historia reciente, es claro que el radicalismo se apoyó en una democracia de ciudadanos, mientras el peronismo optó por el pueblo, al que representó, mientras pudo, a través de dos versiones del Estado argentino: privatista y abierto al mundo una; nacionalista y estatista, la otra. Ninguno de estos proyectos encauzó al país.


Para Pro, un partido posmoderno devoto de la comunicación, es muy difícil lidiar con esta herencia, y comprenderla sin menospreciarla. Está en minoría, reemplazó a los ciudadanos por "la gente" -un término de los medios, no de la política-, mientras "el pueblo", representado por fuertes corporaciones y dilatados territorios, lo extorsiona y lo aprieta, insaciable. Quizá su destino (y el del país) dependa de dos iluminaciones: que el Gobierno entienda con modestia la complejidad del problema y que los opositores se den cuenta de que las penurias del Gobierno serán similares para ellos si lo sucedieran sin que la Argentina resuelva sus crónicas disputas en la cima del poder.

HALLAN RESTOS QUE PRUEBAN QUE LA AMIA FUE VOLADA CON UNA TRAFIC


La Nación, 17-12-16

Veintidós años después del ataque, los investigadores de la causa AMIA encontraron abandonado en un freezer de la Policía Federal un balde rojo con restos orgánicos congelados y esquirlas de la explosión, que permitieron probar, ya sin lugar a dudas, que el atentado fue cometido con una Trafic cargada de explosivos.


El descubrimiento abre además la puerta para intentar identificar al conductor suicida que se inmoló y mató a 85 personas. "Con este hallazgo quedan definitivamente despejados los fantasmas. Se descartan las ideas de que el explosivo estaba en el volquete que estaba frente a la AMIA; la teoría de la implosión; la hipótesis de que la bomba ingresó al edificio de Pasteur 633 en los materiales de construcción con los que se trabajaba en el lugar, o la de que se plantaron el motor y los restos de la camioneta para armar una escena." 
Así lo aseguraron a LA NACION los fiscales Sabrina Namer, Roberto Salum y Leonardo Filippini, a cargo de la investigación del ataque.

Luis Czyzewski, el padre de Paola, una de las víctimas mortales del ataque, dijo a LA NACION que el hallazgo "es clave porque elimina dudas que no eran menores y porque, más allá de la construcción política que se hace de la causa, no hay que perder de vista que hay que seguir investigando".
La historia de cómo se llegó a este descubrimiento impresiona. Por un lado, exhibe las desprolijidades que existieron en la causa, y por otro, evidencia la importancia de ser persistente en la investigación.

Un equipo que está buceando en la ex SIDE buscando documentos desclasificados halló un viejo videocasete en VHS rotulado "Autopsias". El Grupo Especial de Relevamiento y Análisis Documental (Gerad) advirtió que se trataba de un compilado de los forenses y las autopsias de las víctimas.

Allí Osvaldo Raffo y otros facultativos, en una especie de ateneo, grabaron un video casero en el que exhiben las heridas de las víctimas, las describen como de "sacabocado" y muestran cómo extraen de los cuerpos, lo que llaman "esquirlas" y se refieren al "síndrome de la explosión". Habían pasado pocas horas del ataque y aún no se había hallado el motor de la Trafic, pero los forenses, al observar esos restos metálicos que extraen de los cuerpos, ya hablan en ese video de que son restos del "artefacto infernal" que provocó la detonación. Apartan estas esquirlas de 14 cuerpos y las reservan para estudiarlas en el gabinete pericial.

Desde ese momento nunca más se supo de ellas. Los fiscales que sucedieron al fallecido Alberto Nisman en la Unidad AMIA trabajaron en estos dos años para despejar las dudas sobre qué paso, cómo pasó y quién fue el responsable. Sobre las dos primeras preguntas, el fallo del Tribunal Oral Federal que absolvió a los policías por el atentado, dejó firme la idea del coche-bomba, pero siguieron tejiéndose teorías conspirativas, ahora sepultadas.

En busca de estas esquirlas, los fiscales pidieron informes a la Policía Federal, pero el laboratorio dijo que no tenía nada y que a los diez años destruían todo registro. El comisario Fernando Vera, del Laboratorio Químico, informó que ellos conservaban elementos con rótulos que hacían alusión a cadáveres de la AMIA, pero no se hablaba de esquirlas. Hasta que en septiembre pasado, la policía informó a los fiscales que encontró en el laboratorio en la avenida Huergo al 600, un freezer con un balde rojo, congelado, con la etiqueta DAIA.

La policía lo quiso descongelar, pero los frenaron a tiempo. Los fiscales llevaron al lugar una máquina de rayos X y vieron que adentro del hielo había recipientes que parecían contener muestras. Debajo del balde en el freezer se encontró una bolsa identificada con la leyenda "MAT. REMANENTE PER 6730/94 (Esquirlas)", y adentro se encontraron 14 bolsitas transparentes con restos metálicos, rotuladas con números que se correspondían con las autopsias. Los forenses se llevaron el balde y lo descongelaron en la morgue. Descubrieron allí restos orgánicos, hisopos con muestras, frascos con pelos de las víctimas y restos.


Los fiscales ordenaron realizar estudios de ADN para determinar a qué víctimas pertenecen. Si eventualmente alguno de ellos no corresponde a ninguna de las conocidas, se podría estar frente al conductor suicida o a otra víctima.

La fiscalía le pidió a Gendarmería Nacional que comparara las esquirlas con los restos de la Trafic secuestrados tras la explosión. Realizaron un estudio con un microscopio electrónico de barrido con espectometría de dispersión de rayos X que analizó la estructura metálica de las esquirlas y su recubrimiento.

Tres de las esquirlas extraídas de los cuerpos hace 22 años a horas de la explosión, tenían el mismo recubrimiento que las piezas de la Trafic encontradas en la escena, basado en fósforo, magnesio y cinc. Es decir que las esquirlas sacadas de los cuerpos eran partes de la Trafic.

Los fiscales buscaron y ubicaron mediante testimonios de sobrevivientes a estas víctimas de las que se extrajeron estos restos metálicos cerca de la explosión. Emilia Jacubieck (de quien se extrajo una chapa retorcida) estaba en la puerta de Pasteur 633. Elena Kastika, de cuyo cuerpo se extrajo una chapa retorcida, estaba a metros de la AMIA, según declaró Rosa Montano, la mama de Sebastián Barreiro, que falleció. Se le extrajo de la espalda un trozo metálico que se corresponde con la Trafic. Hasta ahora se sabía del coche-bomba por los restos hallados en la escena y edificios linderos, las piezas deformadas con vestigios de explosivo. Ahora se sabe que los trozos incrustados en los cuerpos eran de esa camioneta, con lo que no queda lugar para teorías sin sustento.

"La determinación de la existencia de esquirlas metálicas en los cuerpos de las víctimas coincide con la estructura y recubrimiento de los restos de la Trafic secuestrados al momento del hecho y, tal como fuera objeto de los médicos forenses a la hora de preservarlas con gran tino, permite afirmar que el aparato infernal no pudo ser otro que esa camioneta", concluyeron los fiscales.


Los fiscales señalaron que la idea es ir pisando en firme con miras a otras instancias procesales, ya sea en el futuro juicio contra Carlos Telleldín, si prospera un formato de juicio en ausencia contra los acusados de volar la AMIA o en un proceso con los acusados detenidos a disposición de la justicia argentina.

PIDEN EL ADN DE LOS HERMANOS DEL SUPUESTO SUICIDA



La Nación,  17 DE DICIEMBRE DE 2016


Tres equipos forenses expertos en ADN trabajan por estos días cotejando la información genética de los restos de las víctimas del ataque a la AMIA para establecer a ciencia cierta que todos estén identificados. Si hay alguno sin identificar podría tratarse de un desaparecido nunca reclamado, o ante la evidencia de los restos del supuesto conductor suicida que se inmoló al manejar la Trafic blanca cargada de explosivos contra la AMIA.

Los que están trabajando con los restos y cotejando el ADN son tres prestigiosos equipos: el Cuerpo Médico Forense de la Corte, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) -famoso por identificar a desaparecidos de la dictadura- y el laboratorio genético de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, que conduce Daniel Corach.

Los fiscales que trabajan en la Unidad AMIA tras la muerte de Alberto Nisman, Sabrina Namer, Leonardo Filippini y Roberto Salum, encargaron esta tarea. Buscan tener en claro la cantidad total de victimas e identificar a todos. Lo hicieron recientemente cuando le pusieron nombre al fallecido número 85. Se trata de Augusto Jesús, un joven de 20 años de una familia de muy escasos recursos que había ido a la AMIA en compañía de su madre a hacer un curso sobre cuidado de enfermos. La madre aparecía entre las víctimas desde el principio, pero su hijo estaba sin identificar.
Ahora losexpertos forenses tendrán otra tarea: analizar los restos encontrados en el balde rojo, que se halló en el freezer de la Policía Federal, y determinar si corresponden con las víctimas ya identificadas.

Cuando los médicos descongelaron el hielo encontraron en el interior del balde rojo, envuelto en una bolsa de nylon negra, tubos de ensayo con hisopados de las víctimas. También vieron frascos con restos de pelos, que estaban cubiertos de hongos y moho. Además advirtieron restos orgánicos.
Antes de empezar a trabajar en el cotejo tuvieron que limpiar las muestras, pues muchas estaban afectadas por el paso del tiempo: 22 años congeladas en un freezer habían dejado sus marcas, pero eso no impide que sean sometidas a ADN.

Hasta ahora, el fallecido fiscal Alberto Nisman había informado en 2005, en una conferencia de prensa, que se había identificado al conductor suicida. Dijo que se trataba de un joven de 21 años, de cejas tupidas y mirada desafiante: el libanés Ibrahim Hussein Berro. Se basó en las entrevistas que realizó su colega Marcelo Martínez Burgos en Detroit con los hermanos de Berro. Exhibió sus fotos y dijo que pertenecía al Hezbollah, lo que fue corroborado por sus hermanos

Nicolasa Romero, la testigo que vio la Trafic llegando a la AMIA, dijo que se parecía al conductor y al identikit que había realizado ella misma, pero luego se desdijo en el juicio oral. La SIDE, con otras fuerzas extranjeras, había dicho que Berro ingresó al país por la Triple Frontera con el apoyo del clan Thormos.

En 1994 radio Nur del Líbano dijo que Berro había muerto en un combate contra el ejército israelí, lo que fue desestimado por Nisman.
Pero los hermanos de Berro desmintieron la información. Dijeron que era imposible que su hermano se hubiera inmolado en la AMIA. Hassan Berro, de 42 años, emigró desde el Líbano en 1985 y actualmente tiene 6 hijos. Trabaja como mecánico, al igual que lo hacía en su país. Su hermano Abbas, de 27, llegó a Detroit a los 18, en 1996, y es mecánico dental. "Mi hermano no tuvo nada que ver con esto (el atentado); es solamente propaganda que se ha hecho; no era una persona capaz de hacer semejante cosa", dijo Abbas.


Ahora los fiscales quieren el ADN de los hermanos para compararlo con los restos orgánicos hallados en el freezer y otros materiales de víctimas, con el fin de determinar si están frente al conductor suicida.

CREDIBILIDAD DE LOS ARGENTINOS



EN LOS POLÍTICOS:

7 de 10  Consideran que están involucrados en hechos de corrupción

4 de 10         Los consideran incapaces

Fuente: Universidad Siglo 21
La Nación, 17-12-16

martes, 13 de diciembre de 2016

EMERGENCIA NACIONAL

buscan combatir las adicciones desde el jardín de infantes

Gisele Sousa Dias
Clarin.comSociedad12/12/16

Hace 20 días, el Papa Francisco dijo que tres décadas atrás “Argentina era un país de tránsito y ahora es un país de consumo”. Y pidió combatir el tráfico de drogas con prevención y rehabilitación “de sus víctimas”. De eso se trata el decreto que ayer publicó el Gobierno nacional. Se declaró la “Emergencia Nacional en materia de adicciones”, lo que en la práctica prevé dos patas fuertes: multiplicar por cuatro la cantidad de centros de atención y comenzar a prevenir desde las aulas, específicamente desde el jardín de infantes.

“Como contrapartida al avance del narcotráfico que se evidencia en las últimas décadas en nuestro país, se ha incrementado el consumo de drogas, lo que impacta en la salud de la ciudadanía”, dice el decreto, publicado en el Boletín Oficial. La “Emergencia Nacional”, que terminará en 2018, contempla que el año que viene, cuando empiecen las clases, los docentes puedan tener herramientas para poder actuar en prevención.

“Lo que hicimos entre el Sedronar y el Ministerio de Educación son manuales para que los docentes y los alumnos trabajen el tema en el aula. En el jardín la prevención es inespecífica porque a un chico de 4 años aún no se le puede hablar, por ejemplo, de sustancias psicoactivas. Entonces se usarán juegos y cuentos para incorporar en ellos conductas saludables y fomentar el pensamiento crítico”, dijo a Clarín Roberto Moro, titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar).

En la primaria, dijo, “no se trabajará poniendo el foco en la sustancia sino en la percepción de riesgo”. La edad en la que se busca intervenir no es un dato menor. Según el Observatorio Argentino de drogas, el inicio en el consumo de sustancias, tanto legales como ilegales, se registra entre los 13 y los 14 años. “Todo lo que se haga es útil, aunque siempre va a ser poco por los años de atraso que llevamos”, opina Mónica Nápoli, médica toxicóloga del departamento de emergencias del Hospital Santojanni. 

“Es importante preparar a los docentes para que conozcan bien el tema y pierdan el miedo para poder actuar en las aulas. Un docente puede tener un chico que no presta atención y se queda dormido en clase y, si no sabe del tema, puede adjudicarlo a que es normal porque es adolescente. Muchas veces los docentes no quieren indagar porque no tienen las herramientas para orientarlos y, como no están capacitados, no saben si hablar de una adicción en un menor puede causarle al chico un problema legal”.

La Sedronar tiene asignado un presupuesto de 705 millones de pesos para el año que viene. Es un 40% más que el adjudicado para 2016. “Pero la declaración de Emergencia autoriza a aumentar ese presupuesto de ser necesario”, dice Moro.


Hoy hay sólo seis centros de día estatales en el país (lugares en los que los pacientes pueden hacer terapias individuales, grupales y talleres, sin quedar internados); el resto son privados o pertenecen a ONGs. El plan, a partir de la emergencia, es que haya uno en cada provincia. 

“La falta de lugares para atender adicciones era una demanda concreta de la sociedad. No sólo hay pocos centros de día sino que la mayoría está en las grandes ciudades y deja afuera a la gente del interior”, dice Moro. Desde su experiencia concreta con pacientes, Nápoli opina: “Es cierto que hay tan pocos lugares de atención que a veces hay que mandar a los pacientes tan lejos que no llegan o directamente no van. Cada vez que eso pasa es una oportunidad de recuperación perdida”. Lo que quieren es armar una red asistencial. Un primer nivel, de atención primaria, donde se detecte la adicción. Un segundo nivel, que es la atención de ese paciente en un centro de día. Y un tercero, en caso de necesitarlo, que es la internación. 
El resto será capacitar a los equipos técnicos de los municipios (por ejemplo, a los trabajadores sociales que están en contacto directo con la gente) para que sepan detectar a alguien que necesita tratamiento y derivarlo a la red. El desafío es enorme y traza un paralelo con la prevención de los femicidios: ahí, uno de los grandes problemas es que se alienta a denunciar pero la red no está preparada para contener a la mujer en ese momento de riesgo extremo y en esa oportunidad de salir del círculo de violencia. 

Acá pasa lo mismo: se puede enseñar a detectar a alguien con una adicción, pero si la red para hacer luego un tratamiento no está aceitada, será otra oportunidad perdida.

DEMASIADO PREMIO PARA CHINA


           
Clarin.comOpinión13/12/16


Juan Pablo Cardenal
Escritor e investigador español, coautor del libro ‘La Imparable Conquista China’

Tiene Argentina múltiples razones para no conceder a China el estatus de economía de mercado. De entrada, la cuestión es tan sencilla como que no cumple los requisitos para ser considerada como tal. Ello es así porque el Estado sigue ejerciendo un alto grado de intervención en áreas clave de su economía, distorsionándola a placer. Este argumento debería bastar. Pero no es el único: los subsidios encubiertos, la financiación barata (fruto de la represión financiera que sufren los ahorristas chinos) o el monopolio que disfrutan en su mercado los grandes jugadores chinos permite a éstos competir deslealmente en los mercados globales.

La falta de reciprocidad es otra razón para no honrar a China con semejante premio. Las barreras de acceso al mercado chino para las empresas extranjeras, cuando no el trato discriminatorio, difícilmente concilian con el trato mucho más igualitario que disfrutan las chinas en otros mercados. Por su parte, las empresas estatales chinas, los bancos públicos y los fondos soberanos, arietes de la internacionalización de China por medio mundo, no son por lo general un ejemplo de buenas prácticas empresariales y transparencia.
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No es ésta la primera vez que repartimos cartas y damos a China el comodín para que gane la partida. Ocurrió tras su adhesión a la OMC: la drástica caída de los aranceles en combinación con los incentivos ofrecidos por China a los inversores extranjeros (mano de obra barata, un yuan infravalorado, una legislación medioambiental laxa y exenciones fiscales), provocó una estampida de empresas ansiosas por reducir costes gracias a la deslocalización de su producción. Ello disparó el superávit comercial chino y le permitió acumular ingentes reservas de divisas. Con ese dinero compra ahora tecnología y activos estratégicos. En otras palabras: servimos en bandeja que China se convirtiera en la ganadora de la globalización.

A nadie se le escapa que China es un país importante para el futuro económico de Argentina. Pero no más que sus socios latinoamericanos, Estados Unidos o Europa. Sobre todo, porque hasta la fecha la relación bilateral con China no ha arrojado ni mucho menos los frutos esperados. Muchas inversiones chinas anunciadas duermen el sueño de los justos, otras son simplemente préstamos e incluso el comercio bilateral es deficitario para Argentina pese a que China es importadora de alimentos y recursos naturales.

De alguna manera China es presentada como el país que, en medio de una supuesta decadencia de Estados Unidos y Europa, está insuflando el oxígeno vital que requiere la economía argentina. Pero dicha percepción no está exactamente respaldada por la evidencia. Ciertamente, hay algunos proyectos en marcha y en el futuro China quizá acabe siendo, pese a la asimetría de la relación, un socio de referencia para Argentina. Pero de ahí a presentar a China como el nuevo Mesías hay un trecho enorme. Confundir realidad y ficción no es el camino, entre otras razones porque echarse en brazos de China tiene riesgos considerables. Empezando por la concesión del estatus de economía de mercado.



lunes, 12 de diciembre de 2016

PARTIDOS POLÍTICOS: ¿ENTIDADES ARTIFICIALES?



Actitud frente al sistema de partidos

Uno de los aspectos más criticados de la política contemporánea es el de la representación. La democracia liberal, ha derivado en lo que se ha llamado “partidocracia”.

 La crítica al sistema contemporáneo de partidos está, obviamente, justificada. Dicho sistema se basa en la llamada democracia indirecta o representativa, consistente en que, como todo el pueblo -en quien se supone reside la soberanía- no puede gobernar por sí mismo, debe delegar en sus representantes la función de gobierno, sin abandonar por ello la soberanía. Como el gobierno -especialmente el Congreso- debe representar la Voluntad General, se establece por medio de una ficción jurídica que cada representante representa, no a los ciudadanos que lo han elegido, sino a todo el pueblo.

Por otra parte, todos los representantes son propuestos al electorado por los partidos políticos, únicas entidades que tienen acceso legal a los cargos públicos electivos, no permitiéndose ni las candidaturas de ciudadanos independientes ni la representación de otros grupos sociales (CN, Art. 38).

Es por estar basado en el mito de la soberanía popular y en una falsa teoría de la representación, que el sistema actual de partidos políticos carece de solidez y produce efectos negativos en la sociedad. 
“Es ficción considerar al pueblo susceptible de representación, y como unidad unificada que confiere mandato; ficción es suponer que el parlamento representa a la totalidad del pueblo; ficción que los actos de los representantes son actos del pueblo; ficción que el pueblo gobierna”[1].

Durante la vigencia de la monarquía, la actividad gubernamental estaba a cargo del propio rey y de la nobleza, es decir, el estamento aristocrático que rodeaba al rey y cuyos integrantes se preparaban para la guerra y el gobierno. Las cortes o asambleas, ya mencionadas, se limitaban a informar y asesorar al rey sobre los problemas e inquietudes, y, en casos excepcionales, a consentir medidas de emergencia como impuestos especiales, pero la decisión estaba reservada al monarca que representaba la unidad del reino, al estar por encima de todos los sectores.
Al ser reemplazada la monarquía por el sistema republicano, surge la necesidad de sustituir a la nobleza en dicho rol, y este lugar lo ocupan -aunque imperfectamente-, los representantes del pueblo, elegidos a través de los partidos políticos.

La alternativa que proponen distinguidos profesores y dirigentes, consiste  en sustituir el régimen de partidos por una participación activa en la vida socio-política de los cuerpos intermedios.
Los cuerpos intermedios son las asociaciones ubicadas entre la familia y el Estado, que persiguen un fin común (sindicatos, entidades profesionales, cámaras empresarias, centros vecinales, cooperativas, mutuales, cooperadoras escolares, etcétera).
Toda sociedad contiene en su seno infinidad de entidades y grupos mediante los cuales los hombres tratan de lograr objetivos que sirven a su perfección. Un sano orden social requiere la aplicación del principio de subsidiariedad que demanda que el Estado no absorba las actividades que pueden realizar eficazmente las asociaciones inferiores. En virtud de este principio, la Iglesia siempre sostuvo que los cuerpos intermedios deben gozar de la mayor autonomía posible y ocuparse de muchas tareas que hoy el Estado tiene a su cargo y le impiden ejercer correctamente el rol que le compete como gestor del Bien Común. 
Asimismo, mediante la interconexión y colaboración mutua, los cuerpos intermedios pueden constituir organismos que resuelvan por sí mismos ciertos problemas sociales y económicos, evitando la lucha de clases: es lo que se llama corporativismo u organización profesional.

En este sistema, los grupos intermedios se van articulando hasta formar un Consejo o Cámara nacional en la que se hallan representados todos los grupos e intereses sociales existentes en la sociedad, con la finalidad de asesorar al gobierno, o, incluso, cumplir funciones legislativas. No cabe duda de que este sistema, recomendado por el magisterio pontificio -especialmente en la Encíclica “Cuadragésimo Anno”-, permite un mejor funcionamiento de la sociedad y a la vez impide los posibles abusos del Estado, pero no puede asumir -en exclusividad- la conducción de éste, ni ocuparse de la actividad específicamente política.

“Es verdad que estos grupos, si bien necesarios, cada uno según su propia finalidad específica, representan sólo intereses delimitados y parciales, no el bien universal del país. No tienen, por consiguiente, competencia para participar en aquellas decisiones superiores que son peculiares del supremo poder político, primer responsable del bien común” (Carta de la Secretaría de Estado del Vaticano a la XXVI Semana Social de España, 18-3-1967).

Hecho el análisis precedente, se advierte que la empresa de reconstruir el orden social no es sencilla ni fácil. En nuestro país, existe desde hace 206 años la forma republicana de gobierno, que no podemos desconocer, como tampoco negar la vigencia de la Constitución que le dio fuerza legal, sin desviarnos de la doctrina clásica, que fundamenta nuestros principios. A partir de estas realidades es que debemos desplegar nuestro esfuerzo por mejorar el funcionamiento de la sociedad en que la Providencia nos ha colocado.

Por otra parte, la actuación de los partidos no es necesariamente mala. En efecto, en todos los tiempos, los hombres se han agrupado en torno a líderes, ideas o intereses, para tratar de influir en la conducción de la sociedad, incluso cuando regía la monarquía y existía la aristocracia. La parte no siempre constituye una facción, ni la discrepancia afecta al bien común, mientras se mantenga dentro de ciertos límites.
Ahora bien, ya hemos dicho que los grupos sociales intermedios -que por ser intermediarios entre la familia y el Estado, son infrapolíticos- no pueden asumir la conducción del Estado ni ejercer la actividad específicamente política.

En primer lugar, porque los intereses sociales contrapuestos no pueden, en muchos casos, lograr un acuerdo, necesitando entonces la intervención del Estado, que se halla por encima de dichos intereses de sector. “No hay más solución que atribuir la decisión definitiva de los conflictos de intereses entre los grupos profesionales, a una autoridad, creada con arreglo a una ley ajena al principio corporativo; o bien a un parlamento elegido por todo el pueblo, o a un órgano de complexión más o menos autocrática”[2].

Por otra parte, “...cada estructura intermedia no expresa al hombre en su totalidad. A través de ellas, el hombre se expresa en tanto trabajador, como jefe de familia, como vecino de un municipio, como empresario, como profesional, como técnico. Pero para lograr el hombre falta algo; eso único e incomunicable que constituye la persona; el hombre es más que la suma de sus expresiones parciales y a veces contradictorias que expresan los grupos. Me parece imposible, cualquiera sea el lugar que le corresponda a los cuerpos intermedios en la determinación de la política, eliminar la voz del hombre”[3].

Además, la eficacia de los representantes de los grupos sociales está dada por el conocimiento, la competencia, que poseen en el manejo de la actividad que representan, pero la mayoría de ellos no poseen las cualidades requeridas por la actividad política, ni pueden dejar de defender los intereses del propio grupo o estamento, sin perder la condición de dirigentes del mismo. Por ello, la conducción global de la sociedad, que compete al Estado, debe estar reservada a un tipo de personas con características especiales.

“El hecho natural de la existencia de un estamento dirigente de la vida política,...se conecta con la doctrina clásica de la vocación, según la cual en los hombres existen aptitudes naturales para los diversos oficios que requiere la comunidad, incluso para el más elevado, esto es, el oficio político, pues, como decía Aristóteles, hay hombres cuya tarea propia parece ser la de gobernar a los demás”[4].

Entonces, ¿a través de qué medios puede seleccionarse a los hombres que habrán de gobernar en un sistema republicano, y en qué tipo de entidades habrán de agruparse de acuerdo a sus preferencias políticas? En el mundo contemporáneo, en la casi totalidad de Estados, existen sistemas pluripartidarios o de partido único; las pocas excepciones consisten en Estados con gobiernos militares. Pero, aún en esos casos, la experiencia del último siglo indica que, luego de períodos transitorios, se produce “el eterno retorno de los partidos”[5]. No se ha logrado articular todavía una forma de convivencia que pueda prescindir de los partidos en la actividad política.

Como reconoce el Concilio Vaticano II: “Es perfectamente conforme con la naturaleza humana que se constituyan estructuras político-jurídicas que ofrezcan a todos los ciudadanos, sin discriminación alguna y con perfección creciente, posibilidades efectivas de tomar parte libre y activamente en la fijación de los fundamentos jurídicos de la comunidad política, en el gobierno de la cosa pública, en la determinación de los campos de acción y de los límites de las diferentes instituciones y en la elección de los gobernantes” (Constitución Gaudium et Spes, p. 75).

El profesor Félix Lamas ha explicado, con mucha claridad, que los partidos: “Pueden considerarse de existencia necesaria en la misma medida en que es inevitable una cierta dosis de discordia en toda comunidad...”, y por ello es que hay “un margen funcional admisible en los partidos: pueden constituir vehículos de opinión o canales del querer sobre cuestiones opinables, cuando éstas no encuentren adecuada expresión a través de las comunidades naturales, vgr.: la postulación de candidatos o el sostenimiento de un determinado programa conforme con el bien común” (Cabildo, setiembre de 1982).

Un publicista de tanto prestigio como Messner reconoce que no se puede negar que: “El derecho de formación y de la actividad de los partidos en el Estado moderno pertenezcan a los derechos naturales”[6]. Por su parte, Creuzet añade: “Acontece también que su existencia resulta el único medio de contrabalancear el poder tiránico de un Estado descarriado... En este caso, los partidos de la oposición se transforman en verdaderos cuerpos intermedios, apoyo de las personas, de las familias, de los otros cuerpos sociales, en su justa resistencia contra la tiranía”[7].

Debe reflexionarse, además, en que hoy, más que nunca, la actividad gubernamental es tremendamente compleja y requiere una formación adecuada, que se adquiere luego de muchos años de estudio y experiencia. Precisamente, porque no aceptamos la ilusión populista de que cualquier persona puede desempeñar un cargo público, ni bastan la honestidad y el patriotismo para gobernar con eficacia, es que pensamos que resulta imprescindible constituir grupos de hombres con auténtica vocación política, que se preparen seriamente para gobernar. Y, por ahora, no hay otra vía idónea que la que ofrecen los partidos, que se fundamentan -o deberían hacerlo- en una cosmovisión global y elaboran programas con las soluciones que proponen para cada uno de los problemas que debe afrontar el Estado.





[1] Bidart Campos, Germán. “Doctrina del Estado democrático”; EJEA, 1961, pág. 186.
[2] Kelsen, Hans. “Teoría general del Estado”; Editora Nacional, 1973, pág. 454.
[3] Rivero. “De la politique des groupes a la politique de la nation”; cit. por: Montemayor, Mariano. “Las ideas democráticas y el orden corporativo”; Kraft, 1967, págs. 114/115.
[4] Sampay, Arturo. “Introducción a la Teoría del Estado”; Bibliográfica Omeba, 1964, pág. 490.
[5] Lucas Verdú, Pablo. “”Principios de la Política”; Tecnos, 1971, T. III, pág. 48.
[6] Messner, Johannes. “Ética Social, Política y Económica a la luz del Derecho Natural”; Rialp, 1967, págs. 686/687.
[7] Creuzet, Michel. “Los cuerpos intermedios”; Speiro, 1964, pág. 101.

viernes, 9 de diciembre de 2016

CONFUSIÓN


Brig. My. (R) VGM Guillermo Adolfo Donadille 

9-12-16

De las múltiples publicaciones que actualmente se ocupan del tema Malvinas, en una de éstas leí una nota que en principio me causó estupor y desde luego, como hombre de la Fuerza Aérea Argentina que me considero a pesar de estar en situación de retiro hace ya bastante tiempo, la noticia me produjo también un total de rechazo, para qué negarlo.

Este comentario se centra en lo aparecido en el sitio web Fundacion Malvinas número 1184 y la nota de este caso, tomada de ambito.com lleva por título "La sombra de un veto inglés cae sobre una licitación de Patricia Bullrich" siendo su redactor Edgardo Aguilera.

El contenido del escrito narra que peligra la compra de dos aviones previstos para desarrollar un "sistema de vigilancia aérea" a fin de "proveer a la Gendarmería de los medios tecnológicos e infraestructura adecuados para el combate del narcotráfico, contrabando, trata de personas y otros flagelos". El trabajo encarado (la compra de las dos aeronaves) al parecer está destinado al fracaso pues las ofertas prevén un radar de corto alcance (25 millas y lo pretendido por el Ministerio de Seguridad es una cobertura mayor a las 240 millas) y porque además, una buena parte de los componentes de los radares ofertados son de origen inglés y por tal razón los británicos niegan la venta de dicho material a los argentinos.

El sistema pretendido por el Ministerio de Seguridad, según el alcance exigido, se aproxima a un EWAC E3 Sentry actualmente en uso por los EEUU y algunos de los integrantes de la NATO; o como mínimo, a las capacidades entregadas por otro tipo de aviones, de menores características que el nombrado, pero totalmente aptos para configurar la denominada "alerta temprana" y conducir el guiado de la interceptación aérea propia. Interpretado cabalmente lo anterior surge de inmediato la pregunta: ¿El control del espacio aéreo argentino, ahora es una responsabilidad de la Gendarmería Nacional? ¿Las tareas derivadas del control del espacio aéreo (detección, identificación, interceptación, y llegado el caso, destrucción de un móvil aéreo hostil) son ahora responsabilidad de la Gendarmería?

Para aquellos que han pasado gran parte de su existencia perteneciendo a alguna de las tres organizaciones que componen las FFAA argentinas (Fuerza Aérea, Armada y Ejército) saben que las buenas y malas experiencias recogidas, quiérase o no, nos enseñaron que cada uno de estos organismos, por ley, deben satisfacer "responsabilidades principales" y "responsabilidades colaterales" o como ahora se denominen. Para el lector circunstancial de este breve escrito y con la finalidad de simplificar el entendimiento del mismo, las responsabilidades principales de cada Fuerza se dan en el ámbito natural de cada una, y por tanto y a título de ejemplo, no se encontrará una unidad de infantería terrestre en la Fuerza Aérea, o una unidad de cazas interceptores en el Ejército, o un regimiento de tanques en la Armada. Trabajar de esta manera, más allá del sentido común y la coherencia en materia de defensa nacional, sirve también para que cada uno compre material de acuerdo a sus responsabilidades y o no a las ocurrencias u desvaríos del momento.

El anterior razonamiento, simple de por sí, queda totalmente destrozado ante una realidad como la que origina esta nota, una Fuerza se Seguridad (Gendarmería Nacional) haciendo control del espacio aéreo. Me permito aclarar que esto no ocurre ni en los EEUU de América, única súper potencia mundial hasta el momento. Sobre el territorio nacional norteamericano, quien efectúa el control del espacio aéreo de manera coercitiva (cuando es necesario anular o controlar una amenaza de cualquier tipo) es la Fuerza Aérea de ese país y no el Ejército, ni la Armada, ni la Infantería de Marina, ni los Guarda Costas. No está demás resaltar que los EEUU disponen de bastante más presupuesto que nuestro país, no obstante y al parecer, lo cuidan mucho mejor que nosotros.

Se me ocurre que nuestros Ministerios de Defensa y de Seguridad, tienen algunas cosas que conversar.



TRUMP NOMBRÓ A UN NEGACIONISTA DEL CAMBIO CLIMÁTICO


Clarin.comMundo08/12/16

Scott Pruitt, dirigirá la agencia de Estados Unidos encargada de limitar las emisiones que provocan el calentamiento global. En un peligroso ejercicio de coherencia, el magnate republicano que durante su campaña definió al calentamiento como una invención de los chinos, lo confirmó hoy como el jefe de la Agencia de Protección Ambiental de su gobierno, que comenzará el 20 de enero.

El republicano de 48 años Pruitt era hasta ahora fiscal general de Oklahoma gracias, entre otros factores, a los fondos aportados en sus campañas por los hermanos Charles y David Koch, del gigante químico petrolero Koch Industries; Harold Hamm, de la también petrolera Continental Resources; y Larry Nichols, de Devon Energy.
En los últimos años Pruitt ha sido uno de los impulsores de la batalla legal contra las políticas impuestas por Barack Obama (a través de esa misma Agencia de Protección Ambiental) para reducir la contaminación por hidrocarburos. El objetivo del Clean Power Plan de Obama, cortar la producción de las plantas de carbón, está ahora en standby gracias a los litigios iniciados, entre otros, por Pruitt.

“Ese debate está lejos de haber terminado”, dijo en mayo acerca del cambio climático. “Los científicos aún están en desacuerdo acerca del grado y alcance del calentamiento global y su conexión con las actividades de los seres humanos”.

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Aunque los ambientalistas ya comenzaron a pedir al Senado que rechacen a Pruitt, lo más probable es que el nombramiento siga su curso: la cámara está controlada por el senador republicano Charles Schumer.
Si bien no podrán desmantelar desde el primer día las leyes para combatir el cambio climático dejadas por Obama, Trump y Pruitt tendrán la ayuda del Congreso, mayoritariamente republicano, para recortar el presupuesto de los departamentos de la Agencia de Protección Ambiental destinados a combatir el calentamiento o para no defenderse ante futuras demandas de lobbistas interesados en revocar las medidas contra los hidrocarburos.

Ayer, el equipo de Trump permitió que se filtrara el nombre de Andrew F. Puzder como posible ministro de Trabajo. Su nombramiento tendría en común con el de Pruitt que los dos están decididos a revertir las políticas de Obama. Desde su cargo como CEO de dos cadenas de comida chatarra (Hardee’s y Carl’s), Puzder se ha convertido en una de las voces críticas contra los aumentos en el salario mínimo y contra la protección sanitaria de los trabajadores, a través del Affordable Care Act, el plan de salud del presidente demócrata.

“La idea del calentamiento global fue creada por los chinos y para los chinos, con el objetivo de volver anticompetitiva a la industria estadounidense”, tuiteaba Trump en sus días de campaña, cuando llamaba “fraude” al cambio climático. Ya elegido presidente, en la entrevista con el diario The New York Times del 22 de noviembre parecía haber suavizado su postura, cuando dijo que mantenía la “mente abierta” sobre el Acuerdo de París contra el cambio climático, firmado por EE.UU.


Pero el nombramiento de Pruitt hace pensar en que el Trump de campaña era más auténtico que el entrevistado por The New York Times. No ha sido tan coherente con todo. De los hermanos Koch se reía cuando se peleaba con sus rivales republicanos en las primarias. Frente a las masas que lo vitoreaban en los mitins, prometía limpiar a Washington del gigantesco poder de los lobbistas para torcer las leyes en su favor. “Drenen el pantano”, decía.