viernes, 1 de septiembre de 2017

INADMISIBLE ACCIÓN GREMIAL



La Voz del Interior, editorial, 31 de Agosto

Si bien la mayoría de las escuelas de Córdoba desoyeron el pedido del gremio docente nacional Ctera a los maestros y a los profesores para que abordaran la desaparición de Santiago Maldonado en las aulas –a propósito del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas–, la polémica petición merece ser analizada y repudiada.

La guía que el sindicato elaboró y distribuyó para que los docentes trabajasen el tema da por comprobada que la desaparición de Maldonado se originó en una detención ilegal a cargo de Gendarmería, mientras reprimía una manifestación en Chubut, el 1° de agosto. En consonancia con ello, distintas organizaciones políticas, sociales, gremiales y de derechos humanos han organizado para hoy movilizaciones en todo el país al cumplirse un mes del hecho.

En otras palabras, la conducción de un sindicato afirmó de manera taxativa aquello que la Justicia aún investiga.


Miembros de la conducción de Ctera explicaron en los medios que la guía en cuestión toma como punto de partida la carátula de la causa propuesta por la fiscal: “desaparición forzada”.
No obstante, la carátula de una causa judicial sólo enmarca la hipótesis central de la consiguiente investigación alrededor de una figura jurídica determinada. Esa investigación, en sus conclusiones, dirá si la hipótesis inicial fue corroborada o refutada. Mientras tanto, no es más que una guía de trabajo.

De ello se desprende que nadie puede tomar por acreditado el delito por investigar por el simple motivo de que figure como “título” del expediente. De ser así, debiéramos dar por probada la acusación del fiscal Nisman contra Cristina Fernández, o bien las cientos de causas iniciadas contra funcionarios del pasado gobierno o contra el actual. Y ya que mencionamos a Nisman, no hubo al momento de su muerte "guías" sindicales para tratar el tema en las aulas, lo que muestra el sesgo ideológico de la acción que hoy cuestionamos.

Es inadmisible el mero uso político de las noticias que conmocionan a una sociedad. Por ello se debe rechazar la acción de Ctera.

Que quede claro: no es que este tipo de noticias no deba tratarse en las aulas. Nuestro repudio es al uso instrumental de esos eventos con fines de adoctrinamiento, violando todo respeto por los plazos y las normas que rigen el esquema judicial.

Por último, es imposible soslayar otro elemento no menor: un gremio no tiene derecho a decidir el contenido de las clases, así como el material y la perspectiva con que se lo abordará en todas las aulas del país.


El corporativismo y el totalitarismo son males que la sociedad argentina, al elegir vivir en democracia, decidió dejar atrás para siempre.