sábado, 22 de junio de 2019

TOMÁS MORO


1. En este día, en que la Iglesia celebra al santo proclamado Patrono de los Gobernantes y Políticos (1), conviene recordar algunos conceptos del Papa Juan Pablo II, en su discurso  en el jubileo de los políticos, el 4-11-2000:

*La política es el uso del poder legítimo para la consecución del bien común de la sociedad.
*En la actual sociedad pluralista, el legislador cristiano se encuentra ciertamente ante concepciones de vida, leyes y peticiones de legalización, que contrastan con la propia conciencia. En tales casos, será la prudencia cristiana, que es la virtud propia del político cristiano, la que le indique cómo comportarse para que, por un lado, no desoiga la voz de su conciencia rectamente formada y, por otro, no deje de cumplir su tarea de legislador.
Para el cristiano de hoy, no se trata de huir del mundo en el que le ha puesto la llamada de Dios, sino más bien de dar testimonio de su propia fe y de ser coherente con los propios principios, en las circunstancias difíciles y siempre nuevas que caracterizan el ámbito político.

2. En vísperas de un proceso electoral en nuestra patria, cuyo resultado puede tener consecuencias  graves para el futuro, es oportuno recordar el ejemplo de Santo Tomás Moro que prefirió aceptar la muerte antes que traicionar su fe. 
Salvo en casos excepcionales, el ciudadano está obligado moralmente a ejercer el derecho al voto (Catecismo, 2240). Habitualmente se presentan varios partidos o frentes electorales, de entre los cuales cada uno podrá elegir el que lo satisfaga más, por coincidir con sus propuestas, o por la calidad y confiabilidad de los candidatos que postula.

2.1. Para una evaluación adecuada de los candidatos, debe tenerse en cuenta el aporte realizado por Benedicto XVI quien sintetizó en cuatro principios no negociables, aquellos aspectos que impiden votar a un candidato que no los proteja:

"el respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; la libertad de educación de los hijos; y la promoción del bien común en todas sus formas". (2)

2.2. Para completar datos sobre los candidatos, respecto a estas cuestiones, puede recurrirse a la información archivada en el portal católico Notivida (3).

3. Una mayor dificultad puede presentarse en la denominada segunda vuelta (ballotage), puesto que sólo habrá dos opciones (las dos fórmulas más votadas previamente). En estos casos, puede recurrirse al concepto de mal menor: cuando se prevén males inevitables, es preferible permitir, mediante nuestra decisión aquel de ellos que es el menor, para evitar el que es mayor.

3.1. En la anterior elección presidencial -2015- muchos nos vimos compelidos a aplicar el mal menor, puesto que ninguno de los dos candidatos nos satisfacía, pero representaban dos modelos claramente diferenciados. Uno de ellos ratificaría la continuidad de una corriente cuyos frutos eran negativos; el otro, al menos, permitía vislumbrar una esperanza de cambio (4).

3.2. Las encuestas actuales muestran la probabilidad de que se repita el mismo escenario del 2015,  con los mismos actores. Aunque en esta ocasión, el panorama es diferente, puesto que quien encarna la opción menos mala de entonces, ha tomado decisiones e impulsado proyectos que vulneran al menos tres de los principios no negociables. 
Mons. Aguer afirma: 
"El actual gobierno ha impulsado el debate sobre el aborto e impone la ideología de género."
"Cada voto es una herramienta y por tanto debemos usarla bien". (5)

Córdoba, 22-6-2019



(1) Juan Pablo II. Carta Apostólica en forma de Motu Proprio; 31-10-2000.
(2) Benedicto XVI. Exhortación Apostólica Sacramentum charitatis; 2007, p. 83.
3. www.notivida.com.ar 
4. Mario Albino Meneghini. "El mal menor en la política"; Córdoba, Centro de Estudios Cívicos, 2017.
5. Votar por políticos a favor del aborto es pecado mortal. Infocatólica, 16-6-19.