martes, 25 de febrero de 2020

EL SALVADOR DE ESPAÑA



Alfredo Nobre Leite

La Prensa, 22.01.2020

      Llama la atención la comparación que hace Carlos Alberto Montaner, en su artículo "El fin de la tiranía cubana", expresando que "Cuba y España, o el castrismo y el franquismo, tienen grandes diferencias, pero se asemejan al menos en un aspecto: ambas sociedades han vivido de manera creciente totalmente de espaldas al discurso oficial,,,; (y) "Adolfo Suárez... Era un joven que había trepado hasta los puestos principales del régimen mediante los recursos habituales que dejaba la dictadura de Franco: la simulación y la doble moral" (sic).

 Lo que autor opinante no puede ignorar son los orígenes de la trágica guerra civil española (1936/1939), salvando Franco que España se transformara en un soviet, con la complicidad y traición de republicanos y socialistas. La génesis de esos acontecimientos nos dice que en el marco del "ensayo, felizmente fracasado, de Alemania de 1918 dirigido por Hugo Haase, que tuvo mejor realización en la República roja de Baviera, fueron orgías de sangre y bestialidades desenfrenadas; se pretendió repetir el ensayo bolchevique en España, tras las elecciones del 23 de abril de 1931, abdicando Alfonso XIII, y sumiendo a España en una inestabilidad anárquica, con asesinatos de figuras relevantes monárquicas y republicanas, siendo los prolegómenos de la terrible guerra civil. 

Las atrocidades comenzaron en Asturias con un conato de separación de la nación española, asesinatos de religiosos y religiosas, la creación de moneda propia. En el ensayo bolchevique en España, iniciado en 1936, se apoderaron de Madrid y partes de las provincias hispanas, asesinando más de 16.000 sacerdotes, religiosas y doce obispos.

 Francisco Franco tuvo el mérito de haber salvado a España, para su bien, y para la gloria de Dios, por tratarse de un complot masónico. Su claro y noble propósito evitó que fuera un soviet. Basta analizar lo que pasó en Europa oriental, tras la Segunda Guerra Mundial, para percatarse de la obra que emprendió, con el sacrificio heroico de una gran mayoría hispana que luchó con el estandarte de la Cruz de Cristo, y para escarnio de republicanos que enviaron a Moscú 515 toneladas de oro español (el 26 de octubre de 1936), seguramente en pago de armas, que nunca fueron devueltas a España. ¡O se trató de una traición republicana y socialista!

 En una entrevista realizada el 26 de noviembre de 1937, con el periodista y escritor Ricardo Saénz, representante del diario "La Prensa", el generalísimo Francisco Franco, expresó, entre otros  conceptos: "...Contra la patria, no caben libertades, dentro de ellas, todas serán fomentadas"; en referencia a las libertades esenciales, naturales, indestructibles, como la libertad religiosa y de pensamiento" (*).

 Es oportuno consignar que el rey Juan Carlos, designado por Franco como su sucesor, juró cumplir con los estatutos del Estado Nacional Católico erigido por el Generalísimo Francisco Franco, después del triunfo militar, que traicionó Juan Carlos, tras la muerte Franco, cometiendo perjurio.
 Apreciaría que Montaner tome debida nota de lo expuesto, evitando comentarios que dan de bruces con la verdad histórica sobre la trágica guerra civil española, y cómo Franco salvó al Reino de España de ser un nuevo soviet.

 (*) Ver "La Prensa", pág. 8, del 20.11.15.