martes, 25 de febrero de 2020

UNA SECTA COREANA



 protagonista en la crisis del coronavirus

Secretaría RIES, el 24.02.20

La propagación del coronavirus en Corea del Sur preocupa tanto que ayer, 23 de febrero, con más de 600 casos confirmados y 6 fallecidos, el Gobierno decidió activar la alerta sanitaria máxima, la roja, según informa Zigor Aldama en El Diario Montañés.

Esta medida, que no se había tomado en más de una década, permitirá concentrar los recursos del país en el combate del COVID-19 e imponer la cuarentena allí donde sea necesaria. “Lo que se haga en los próximos días será vital. De momento el virus está limitado a una región –la ciudad de Daegu–, pero se propaga rápidamente”, anunció el presidente del país, Moon Jae-in. El primer ministro, Chung Sye-kyun, dirigirá un comité especial de gestión de desastres en el que también estarán los ministros de Interior y de Sanidad.

Una adepta del grupo, principal sospechosa
De momento, el foco principal se centra en la “Iglesia de Jesús Shincheonji”, también llamada El Templo del Tabernáculo del Testimonio, con la que están relacionados 95 de los 169 casos registrados el 23 de enero, y más de la mitad de los 602 casos acumulados en todo el país. Se cree que el origen de esta infección particular se encuentra en una mujer “supercontagiadora” de 61 años, y las autoridades sanitarias ya están monitorizando a los fieles sospechosos de haber tenido contacto con ella.


A pesar de que el Gobierno pidió que suspendiera sus multitudinarios cultos, la secta de impronta cristiana siguió adelante con ellos en una decisión muy criticada por irresponsable. 9.334 de sus miembros han sido puestos en cuarentena y 1.248 presentan síntomas de la neumonía atípica, reflejo de la facilidad con la que se contagia el coronavirus.
Según informa el diario argentino La Nación, Daegu es la cuarta ciudad en tamaño de Corea del Sur, con más de 2,5 millones de habitantes. La secta se ha convertido en protagonista porque la adepta de 61 años, que no sabía que tenía neumonía, les transmitió el virus a sus correligionarios asistiendo a los oficios. El municipio de Daegu estima que unos 1.000 fieles podrían haber asistido a los cultos en los que estuvo la mujer.

Acción de las autoridades
El alcalde de la ciudad llamó a la población a quedarse en casa y se extiende el temor de que Daegu se convierta en una nueva versión de Wuhan, la ciudad china de 11 millones de habitantes donde nació el coronavirus que luego se expandió al mundo y que sigue en el centro de la epidemia, con más muertes y más contagios que cualquier otro lugar.

“Con tantos casos confirmados acá, me temo que Daegu se convierta en un segundo Wuhan”, dijo Seo Dong-min, un joven de 24 años que se lamentaba frente a la sede de la Iglesia de Shincheonji. Como el resto de los habitantes de la ciudad, Dong-min llevaba la mascarilla protectora de rigor.

La guarnición del Ejército estadounidense en la ciudad coreana, donde viven y trabajan unos 10.000 soldados, civiles y familiares, tomó sus propias medidas y restringió el acceso al regimiento.

Las autoridades abrieron una investigación para determinar si la adepta de la Iglesia de Shincheonji tenía un vínculo con el foco de la infección, el hospital del condado de Cheongdo, cerca de Daegu. En ese establecimiento se produjeron 16 contagios, entre pacientes y personal. También ahí se dio la primera muerte por el coronavirus en el país, un paciente fallecido el pasado 19 de febrero.

El gobierno declaró a Daegu y Cheongdo “zonas de gestión especial” y anunció el envío de personal médico, camas para los enfermos y material. También indicó que el Ejecutivo se reunirá tres veces por semana para evaluar la epidemia.

El alcalde de Daegu, Kwon Young-ji, ha lanzado un llamamiento a los miembros de Shincheonji a someterse a las pruebas para detectar si son portadores del virus. “Esconderse no es una solución. Si se esconden, eso puede afectar a su salud y a la de su familia y no les ayudará a resolver un problema”, ha rogado el regidor, según informa Macarena Vidal Liy en El País.

El apóstol de los últimos tiempos
La Iglesia de Jesús de Shincheonji es una de las múltiples sectas de origen cristiano que han nacido en Corea a lo largo del siglo XX. En concreto, ésta afirma que su fundador, Lee Man-hee, se puso el manto de Cristo y llevará a 144.000 personas al cielo el día del juicio final.

El movimiento, fundado en 1984, cuenta con más de 120.000 seguidores, según leemos en la BBC. Sus fieles creen que Lee Man-hee representa a Jesucristo, que ha regresado por segunda vez. Creen también que la Biblia está escrita en metáforas y sólo su fundador puede entenderlas e interpretarlas.

Se estima que en la ciudad de Daegu hay cerca de 1.000 seguidores de la secta. Las autoridades les han pedido que se mantengan en aislamiento. Alrededor de 90 han manifestado síntomas.

Reacción de la secta
La Iglesia de Shincheonji informó de que cerró sus centros en todo el país y recomendó a sus fieles seguir los cultos por internet. También se disculpó porque uno de sus miembros haya contagiado a tantas personas.

“Lamentamos profundamente que uno de nuestros miembros (…) haya hecho que muchos en nuestra iglesia se hayan infectado, y por ello haya causado preocupación en nuestra comunidad”, afirmó la institución en un comunicado.

Según reporta el South China Morning Post, las autoridades están intentando rastrear a las personas que asistieron al culto en el que participó la mujer infectada. “Hemos enviado un equipo especial de expertos a Daegu… Estamos rastreando los movimientos de la paciente y los contactos que hizo en la iglesia”, señaló Jung Eun-keyong, director del Centro Coreano para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Se cree que unos 460 fieles acudieron al culto donde estuvo la mujer el domingo 16 de febrero, pero se desconoce cuántos más asistieron a los cultos a los que ella fue antes.

Presencia y acción de la secta en Wuhan
“La secta Schincheonjie, implantada en el oeste de China, está presente desde la provincia de Heilongjiang al norte, hasta Shanghái, pasando por Pekín. También habría una implantación de la iglesia en Wuhan”, dijo a RFI Ji-il Tark, profesor de la Universidad Presbiteriana de Busan, segunda ciudad de Corea del Sur.

Tanto la secta como las autoridades chinas han dicho que el santuario de la secta en Wuhan fue cerrado. Pero según fuentes chinas consultadas por el profesor Ji-il Tarkn, “todavía habría una presencia de la secta en la capital de Hubei; en todo caso, lo que se puede decir, es que la secta intentó al menos reclutar en Wuhan”.

En Shanghái, la secta tiene 1.500 adeptos, por tanto “no hay que descartar que algunos de ellos hayan tratado de reclutar nuevos adeptos en Wuhan”, agrega Tarkn, cuyas fuentes son profesores y funcionarios chinos.

Proselitismo entre los otros cristianos
“La particularidad de la secta Schincheonji es reclutar nuevos adeptos en secreto en las otras comunidades cristianas. La secta es mal vista en la sociedad surcoreana y por eso la mayor parte del tiempo los adeptos se esconden y se acercan a la gente de manera discreta, primero tratando de establecer relaciones con ellos en las ceremonias o proponiéndoles estudiar secretamente la Biblia”, dice también el profesor surcoreano.

La necesidad de reclutar está relacionada con el principal punto de la doctrina de la secta: completar 144.000 adeptos. Una vez que se llegue a esa cifra, entonces “todos los miembros tendrán la vida eterna y se convertirán en grandes sacerdotes que dirigirán el mundo”. En esta organización, clasificada como secta por las autoridades, “su líder Lee Man-hee es considerado como el ‘espíritu santo’”, recuerda también el profesor Ji-il Tark.