sábado, 15 de marzo de 2008

Mexicanos en el campamento de las FARC

Quince mexicanos fueron al congreso bolivariano
14-Marzo-08

Quito, Ecuador. Del Distrito Federal a la capital ecuatoriana en avión. De Quito a la ciudad de Lago Agrio en autobús. De ahí al pueblo de Tarapoa en una vieja camioneta. De ese poblado al campamento de las FARC, en la selva tupida de Angostura, a caballo.
Para entrevistarse con guerrilleros colombianos ése fue el itinerario del viaje que realizaron en dos ocasiones, en febrero, los estudiantes mexicanos que murieron durante una incursión militar de Colombia a territorio ecuatoriano.

Juan González del Castillo, Soren Ulises Avilés, Fernando Franco, Natalia Velásquez y Lucía Morett Álvarez, simpatizantes del movimiento bolivariano internacional, llegaron el 31 de enero a Ecuador y visitaron a principios de febrero el acantonamiento guerrillero, donde permanecieron un par de días, según se relata en el reporte de una investigación iniciada por la Policía Nacional de Ecuador después de los sucesos del pasado 1 de marzo.
De acuerdo con el documento consultado, la principal actividad que realizaron en este país los universitarios, además de visitar el campamento de las FARC, fue la de acudir al segundo Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana.
A este acto público y abierto celebrado entre el 24 y 27 de febrero en la Casa de la Cultura de esta ciudad, acudió una delegación bolivariana de México conformada por otras diez personas, entre las cuales no nada más había estudiantes, sino también dirigentes comunistas, activistas sociales e investigadores académicos.
El reporte de la investigación realizada por el gobierno de Rafael Correa, en poder de MILENIO, incluye un apartado en el que se muestran los rostros de los participantes mexicanos en el acto bolivariano en el que Raúl Reyes, número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, dio un videomensaje, y en el cual los asistentes acordaron impulsar en sus respectivos países el reconocimiento del estatuto de beligerancia que le ha negado el gobierno de Álvaro Uribe a la guerrilla colombiana.
El listado incluye a Lucía Morett, Antonio Pável Blanco, Arlen Serna Espadas, Dagoberto Díaz, Dessire Robledo, Fernando Franco Delgado, Fernando Franco G., Juan González del Castillo, Gabriela Mejía Leyva, Mariana López, Miguel González, Paulo Mendoza, Verónica Velásquez y Vicente Huerta. No se menciona a Soren Ulises Avilés, quien también participó y ayer fue identificado por su padre y hermano en la morgue de Quito como uno de los 23 muertos que recogió el ejército de Ecuador en la zona atacada por Colombia.
La mayoría de los participantes señalados en el documento son estudiantes universitarios que han participado en diversas movilizaciones y protestas en la UNAM como la huelga de 1999 por el alza de cuotas que intentó imponer el entonces rector, Francisco Barnés. Además, gran parte de los asistentes al congreso escribe para diversas publicaciones de los considerados medios alternativos que se difunden a través de internet.
En el listado también hay líderes comunistas como Antonio Pável Blanco, quien es integrante del Partido de los Comunistas de México. Consultado por MILENIO sobre el documento ecuatoriano, Blanco dio su punto de vista.
“Asistí a Quito, Ecuador, en las fechas indicadas, tanto para participar del Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana, como posteriormente del Foro Mundial de las Alternativas. En ambas actividades cumpliendo con mi responsabilidad de secretario de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido de los Comunistas, de México”, comentó.
En los comentarios enviados desde México, Blanco condena la incursión militar colombiana a Ecuador y reitera que su organización continuará exigiendo en México el reconocimiento de las FARC como fuerza beligerante.
“Nosotros no nos tragamos los cuentos surgidos de Bush y del imperialismo que atribuyen a la insurgencia el ser terroristas. Aquí el único terrorista es Bush, quien es responsable de un millón de muertes en Irak, y Uribe. Ambos criminales de guerra serán juzgados por la historia en su momento. Nuestra solidaridad con las FARC-EP es política y se desarrolla tanto bilateralmente como en escenarios multilaterales”
“Con relación –continúa más adelante en el texto- a versiones irresponsables que me adjudican pertenecía a una célula de las FARC-EP en México, debo aclarar que como todo militante comunista la única célula a la que pertenezco es la Rubén Jaramillo, es decir, a la organización de base del Partido de los Comunistas en mi lugar de residencia”, asevera.
De acuerdo con la investigación consultada, la delegación mexicana se alojó en Quito en casas particulares de simpatizantes bolivarianos de este país y en la sede del Partido Comunista de Ecuador, donde dormían en sleepings y colchonetas.
La investigación ecuatoriana no determina aún si el resto de los integrantes de la delegación bolivariana de México también acudió al campamento guerrillero de las FARC, aunque maneja que existe “la fuerte posibilidad” de que así ocurrió.
Lo que sí asevera el documento es que además de los grupos de mexicanos, en las últimas semanas acudieron a la frontera, activistas de Italia, Bélgica, Chile y Perú. El acantonamiento guerrillero destruido por tropas colombianas estaba en la región de Angostura, Sucumbíos, a un kilómetro 700 metros de la línea que divide a Ecuador y Colombia, marcada por el Río Putumayo.
Entre el poblado de Tarapoa, de donde salieron a caballo los estudiantes mexicanos, y el campamento de las FARC, se encuentran caseríos como La Y del Cuyabeno, Cuyabeno, Sansahuari, Singue y Tigre Playa, en los cuales la gente notó el movimiento de personas selva adentro, indica el escrito.

["Milenio"; Diego Enrique Osorno, enviado]