Las provincias aportarán este año a la Nación 32.637 millones de pesos (20.231 millones de dólares) en materia de retenciones a las exportaciones agropecuarias, a partir del nuevo y polémico régimen en vigor.
Se trata de una cesión sin retorno; ni un solo peso de esa millonaria contribución se distribuye automáticamente entre las arcas provinciales. El problema es que los impuestos al comercio exterior no se reparten a través del sistema de coparticipación federal, como ocurre con otros tributos (Ganancias e IVA son los más importantes en este sentido), sino que los recauda y administra la Nación.
El mayor peso de ese aporte -el 92 por ciento- recae en tan sólo seis distritos del país, justamente aquellos en donde se produjeron las protestas de productores agropecuarios más duras de los últimos tiempos en el país.
De acuerdo con un informe de la Fundación Mediterránea, Buenos Aires lidera la lista de las provincias que realizan el mayor esfuerzo en materia de retenciones a las exportaciones: la producción del mayor distrito del país aportará este año 10.188 millones de pesos por derechos de exportación, es decir, un 31,2 por ciento del total recaudado por este concepto.
Tan significativa es esta contribución que equivale a casi toda la coparticipación que la provincia recibirá de la Nación durante el año.
En el ranking de las que más aportarán sigue Córdoba, con 8109 millones de pesos, el 24,8 por ciento del total. En este caso, el monto equivale a casi dos coparticipaciones anuales de la provincia.
Santa Fe y Entre Ríos también aportan una buena porción de recursos: según el informe de la Fundación Mediterránea, aportan 6979 millones de pesos (el 21,4 por ciento) y 2521 millones de pesos (el 7,7 por ciento), respectivamente.
Para los santafecinos, la cifra es igual a una coparticipación y media anual, y para los entrerrianos, a una coparticipación anual.
Dicho de otra manera: si las retenciones a las exportaciones agropecuarias se distribuyeran de acuerdo con la ley de coparticipación federal, estas cuatro provincias verían, en algunos casos, más que duplicar sus ingresos anuales que reciben del gobierno nacional.
Mientras tanto, las provincias atraviesan situaciones fiscales por demás delicadas: sin ir más lejos, Buenos Aires proyecta en su actual presupuesto un déficit de 2100 millones para este año; Córdoba afronta una abultada deuda pública y otras, como Santa fe y Mendoza, estiman una caída importante de su superávit fiscal.
Las protestas en el campo desnudaron como nunca antes esta inequidad. Actualmente, es el Estado nacional el que administra la asignación de los derechos de exportación, lya que no son coparticipables por ley. Por ende, las provincias y sus gobiernos deben demostrar disciplina ante la Casa Rosada si pretenden tener alguna participación en el reparto de los fondos.
(Extractado de: La Nación, 1-4-08)
Se trata de una cesión sin retorno; ni un solo peso de esa millonaria contribución se distribuye automáticamente entre las arcas provinciales. El problema es que los impuestos al comercio exterior no se reparten a través del sistema de coparticipación federal, como ocurre con otros tributos (Ganancias e IVA son los más importantes en este sentido), sino que los recauda y administra la Nación.
El mayor peso de ese aporte -el 92 por ciento- recae en tan sólo seis distritos del país, justamente aquellos en donde se produjeron las protestas de productores agropecuarios más duras de los últimos tiempos en el país.
De acuerdo con un informe de la Fundación Mediterránea, Buenos Aires lidera la lista de las provincias que realizan el mayor esfuerzo en materia de retenciones a las exportaciones: la producción del mayor distrito del país aportará este año 10.188 millones de pesos por derechos de exportación, es decir, un 31,2 por ciento del total recaudado por este concepto.
Tan significativa es esta contribución que equivale a casi toda la coparticipación que la provincia recibirá de la Nación durante el año.
En el ranking de las que más aportarán sigue Córdoba, con 8109 millones de pesos, el 24,8 por ciento del total. En este caso, el monto equivale a casi dos coparticipaciones anuales de la provincia.
Santa Fe y Entre Ríos también aportan una buena porción de recursos: según el informe de la Fundación Mediterránea, aportan 6979 millones de pesos (el 21,4 por ciento) y 2521 millones de pesos (el 7,7 por ciento), respectivamente.
Para los santafecinos, la cifra es igual a una coparticipación y media anual, y para los entrerrianos, a una coparticipación anual.
Dicho de otra manera: si las retenciones a las exportaciones agropecuarias se distribuyeran de acuerdo con la ley de coparticipación federal, estas cuatro provincias verían, en algunos casos, más que duplicar sus ingresos anuales que reciben del gobierno nacional.
Mientras tanto, las provincias atraviesan situaciones fiscales por demás delicadas: sin ir más lejos, Buenos Aires proyecta en su actual presupuesto un déficit de 2100 millones para este año; Córdoba afronta una abultada deuda pública y otras, como Santa fe y Mendoza, estiman una caída importante de su superávit fiscal.
Las protestas en el campo desnudaron como nunca antes esta inequidad. Actualmente, es el Estado nacional el que administra la asignación de los derechos de exportación, lya que no son coparticipables por ley. Por ende, las provincias y sus gobiernos deben demostrar disciplina ante la Casa Rosada si pretenden tener alguna participación en el reparto de los fondos.
(Extractado de: La Nación, 1-4-08)