El fusilamiento del sentido común
La historia documentada cuenta que el 15-8-72, miembros de las bandas armadas que atacaron a la sociedad argentina protagonizaron una fuga masiva del penal de Rawson, en el que cumplían sus condenas impuestas por la Cámara Federal, que para entonces ya había condenado a un millar de terroristas, mientras otra tanto estaba en proceso.
Los terroristas llegaron al aeropuerto local, donde otro grupo había secuestrado un avión civil, tomando como rehenes a los pasajeros. En esta aeronave los jefes terroristas escaparon a Chile, sin esperar a otros diecinueve que, llegando luego del decolaje, se atrincheraron en el lugar con más rehenes. Rodeados por fuerzas policiales y de la Infantería de Marina, se rindieron tiempo después ante las cámaras de TV -tal cual se lo habían exigido a las autoridades-, y quedaron detenidos por orden del Juez en la Base Aeronaval “Almirante Zar”, en Trelew.
El entonces Comandante de la Aviación Naval, Contraalmirante Horacio Mayorga, indicó a las autoridades judiciales que la base no era un lugar suficientemente seguro para mantener a estos peligrosos prisioneros. Pese a ello, la orden fue ratificada por el Juez miembro de la Cámara Federal en lo Penal, Dr. Jorge Quiroga (luego asesinado por el erp) quien ya se encontraba investigando todos los acontecimientos ocurridos desde el día 15, incluyendo el asesinato del guardiacárcel Valenzuela. La rendición del grupo había quedado bajo el control total de los terroristas. La búsqueda de armamento desaparecido obligo a remover todo un patrio de tierra, por la posibilidad de que las armas hubieran sido enterradas allí. Esto y la dificultad de tomar nuevamente el control integral del penal fueron las causas que llevaron al Juez Quiroga a mantener su decisión.
El 22-8-72, los diecinueve detenidos en la base aeronaval llevaron a cabo un nuevo intento de fuga.El 22-8-72, los diecinueve detenidos en la base aeronaval llevaron a cabo un nuevo intento de fuga.
Murieron dieciséis de los terroristas, y tres quedaron heridos. Entre los muertos estaba Ana Maria Villareal de Santucho, asesina del guardia cárcel Valenzuela.
Los tres terroristas heridos y salvados [por los médicos navales] fueron Haidar (montoneros) y Maria Antonia Berger y Alberto Miguel Camps (ambos integrantes de las far). Los tres fueron amnistiados por Campora y Righi en mayo de 1973.
Este episodio –totalmente deformado-, paso a ser parte del folklore de la propaganda terrorista como un asesinato premeditado, un fusilamiento que incluyo un posterior tiro de gracia e incluso el abandono de los heridos para que mueran desangrados. Lo mas increíble es que según esta historia, los terroristas sobrevivieron tres veces: al fusilamiento en que cayeron sus otros cómplices; al tiro de gracia (¡a quemarropa!) y al desangramiento.
¿De donde surge la mentirosa versión del fusilamiento? Los montoneros cuentan que el 25-5-73, cuando los amnistiados aun no habían abandonado la prisión, el terrorista Francisco Paco Urondo les hizo una larga entrevista a Camps, Berger y Haidar, en la que estos relataron los fusilamientos, pese a que de sus declaraciones iniciales –Cámara Federal de por medio- nada se desprendía en este sentido. Fue de la mano de Urondo y asesorados e inducidos por Rodolfo Walsh (oficial de la inteligencia montonera), que alteraron su versión original en el sentido que sus superiores en la orga y los abogados les indicaron, comenzando axial el mito de la masacre.
(Extractado de: B1, abril de 2008)
La historia documentada cuenta que el 15-8-72, miembros de las bandas armadas que atacaron a la sociedad argentina protagonizaron una fuga masiva del penal de Rawson, en el que cumplían sus condenas impuestas por la Cámara Federal, que para entonces ya había condenado a un millar de terroristas, mientras otra tanto estaba en proceso.
Los terroristas llegaron al aeropuerto local, donde otro grupo había secuestrado un avión civil, tomando como rehenes a los pasajeros. En esta aeronave los jefes terroristas escaparon a Chile, sin esperar a otros diecinueve que, llegando luego del decolaje, se atrincheraron en el lugar con más rehenes. Rodeados por fuerzas policiales y de la Infantería de Marina, se rindieron tiempo después ante las cámaras de TV -tal cual se lo habían exigido a las autoridades-, y quedaron detenidos por orden del Juez en la Base Aeronaval “Almirante Zar”, en Trelew.
El entonces Comandante de la Aviación Naval, Contraalmirante Horacio Mayorga, indicó a las autoridades judiciales que la base no era un lugar suficientemente seguro para mantener a estos peligrosos prisioneros. Pese a ello, la orden fue ratificada por el Juez miembro de la Cámara Federal en lo Penal, Dr. Jorge Quiroga (luego asesinado por el erp) quien ya se encontraba investigando todos los acontecimientos ocurridos desde el día 15, incluyendo el asesinato del guardiacárcel Valenzuela. La rendición del grupo había quedado bajo el control total de los terroristas. La búsqueda de armamento desaparecido obligo a remover todo un patrio de tierra, por la posibilidad de que las armas hubieran sido enterradas allí. Esto y la dificultad de tomar nuevamente el control integral del penal fueron las causas que llevaron al Juez Quiroga a mantener su decisión.
El 22-8-72, los diecinueve detenidos en la base aeronaval llevaron a cabo un nuevo intento de fuga.El 22-8-72, los diecinueve detenidos en la base aeronaval llevaron a cabo un nuevo intento de fuga.
Murieron dieciséis de los terroristas, y tres quedaron heridos. Entre los muertos estaba Ana Maria Villareal de Santucho, asesina del guardia cárcel Valenzuela.
Los tres terroristas heridos y salvados [por los médicos navales] fueron Haidar (montoneros) y Maria Antonia Berger y Alberto Miguel Camps (ambos integrantes de las far). Los tres fueron amnistiados por Campora y Righi en mayo de 1973.
Este episodio –totalmente deformado-, paso a ser parte del folklore de la propaganda terrorista como un asesinato premeditado, un fusilamiento que incluyo un posterior tiro de gracia e incluso el abandono de los heridos para que mueran desangrados. Lo mas increíble es que según esta historia, los terroristas sobrevivieron tres veces: al fusilamiento en que cayeron sus otros cómplices; al tiro de gracia (¡a quemarropa!) y al desangramiento.
¿De donde surge la mentirosa versión del fusilamiento? Los montoneros cuentan que el 25-5-73, cuando los amnistiados aun no habían abandonado la prisión, el terrorista Francisco Paco Urondo les hizo una larga entrevista a Camps, Berger y Haidar, en la que estos relataron los fusilamientos, pese a que de sus declaraciones iniciales –Cámara Federal de por medio- nada se desprendía en este sentido. Fue de la mano de Urondo y asesorados e inducidos por Rodolfo Walsh (oficial de la inteligencia montonera), que alteraron su versión original en el sentido que sus superiores en la orga y los abogados les indicaron, comenzando axial el mito de la masacre.
(Extractado de: B1, abril de 2008)