La pregunta parece anticipar un chiste: ¿qué se obtiene si se junta a los gurúes de Silicon Valley con el candidato demócrata Barack Obama? Pero la respuesta dista de ser una broma: un portal de Internet que recaudó mas de US$ 250 millones en poco más de un año en donaciones menores a 200 dólares y que contribuyó a armar una red de 750.000 voluntarios dispuestos a todo.
Obama acaba de vencer a los Clinton, dueños de la maquinaria más perfecta jamás montada por la política tradicional en este país. Para lograrlo, ni siquiera intentó armar una estructura similar a la de su rival. Opto por una est4ategia insurgente: debilito a Hillary en los grandes estados y ganó en los pequeños.
Para eso convoco a los programadores de Facebook, MySpace, LinkedIn, MyYahoo y otros similares, que gestaron un estilo online para hacer política.
Entre esos ejecutivos y programadores figura Chris Hughes, uno de los cofundadores de Facebook, que se tomo un año sabático, y Joe Rospars, un veterano de la campaña de Howard Dean de 2004 que creo su propio firma para recaudar fondos online y al que Obama nombro director de campaña para nuevos medios. A ellos se sumo otro referente de Silicon Valley, Steve Spinner, como el reclutador de, justamente, expertos informáticos.
El resultado es barackobama.com, un portal que permite tejer redes sociales, sumar amigos o convocar a los propios, mantener chats sobre temas de interés común o compartir fotos y videos. Pero, en este caso, todo gira alrededor de la campaña de Obama.
Todo eso demuestra una evolución tanto política como tecnológica. “Si el evento típico de Al Gore eran 20 personas en un living firmando cheques de seis cifras y el evento de John Kerry eran 2000 personas en un hotel con cheques de cuatro cifras, este año Obama llena estadios con 20.000 personas que no pagan nada, van a sus casas y contribuyen con unos pocos dólares online”, dice Mark Gorenberg, otro ejecutivo de Silicon Valley que hoy integra su comité financiero nacional.
Pero tan distinto es en su forma de recaudar como de gastar. Mientras que el vocero de Clinton, Howard Wolfson, cobro US$ 266.000 en enero, su contraparte en la campaña de Obama, Robert Gibas, gano US$ 144.000…en todo 2007.
Mas aun, sus colaboradores comparten las habitaciones de hotel durante las giras, los voluntarios llevan su propia comida y la campaña reembolsa los US$ 2 que cuesta el subte que lleva del aeropuerto de Chicago a su cuartel central. Pero no reintegra los US$ 50 que cuesta el taxi.
(Extractado de La Nación, 16-6-08)
Obama acaba de vencer a los Clinton, dueños de la maquinaria más perfecta jamás montada por la política tradicional en este país. Para lograrlo, ni siquiera intentó armar una estructura similar a la de su rival. Opto por una est4ategia insurgente: debilito a Hillary en los grandes estados y ganó en los pequeños.
Para eso convoco a los programadores de Facebook, MySpace, LinkedIn, MyYahoo y otros similares, que gestaron un estilo online para hacer política.
Entre esos ejecutivos y programadores figura Chris Hughes, uno de los cofundadores de Facebook, que se tomo un año sabático, y Joe Rospars, un veterano de la campaña de Howard Dean de 2004 que creo su propio firma para recaudar fondos online y al que Obama nombro director de campaña para nuevos medios. A ellos se sumo otro referente de Silicon Valley, Steve Spinner, como el reclutador de, justamente, expertos informáticos.
El resultado es barackobama.com, un portal que permite tejer redes sociales, sumar amigos o convocar a los propios, mantener chats sobre temas de interés común o compartir fotos y videos. Pero, en este caso, todo gira alrededor de la campaña de Obama.
Todo eso demuestra una evolución tanto política como tecnológica. “Si el evento típico de Al Gore eran 20 personas en un living firmando cheques de seis cifras y el evento de John Kerry eran 2000 personas en un hotel con cheques de cuatro cifras, este año Obama llena estadios con 20.000 personas que no pagan nada, van a sus casas y contribuyen con unos pocos dólares online”, dice Mark Gorenberg, otro ejecutivo de Silicon Valley que hoy integra su comité financiero nacional.
Pero tan distinto es en su forma de recaudar como de gastar. Mientras que el vocero de Clinton, Howard Wolfson, cobro US$ 266.000 en enero, su contraparte en la campaña de Obama, Robert Gibas, gano US$ 144.000…en todo 2007.
Mas aun, sus colaboradores comparten las habitaciones de hotel durante las giras, los voluntarios llevan su propia comida y la campaña reembolsa los US$ 2 que cuesta el subte que lleva del aeropuerto de Chicago a su cuartel central. Pero no reintegra los US$ 50 que cuesta el taxi.
(Extractado de La Nación, 16-6-08)