Diez de la mañana del sábado 5 de julio. Faltan dos horas para que los diputados voten la ley de retenciones móviles y en el recinto se respira un aire conspirativo.
Solá y los suyos resoplan aliviados: las matemáticas indican que van a ganar la votación por al menos dos sufragios.
Al mediodía del sábado, después de 17 horas de negociaciones y prebendas, el oficialismo y sus aliados ganaron por 129 votos contra 122. Cristina y su marido Néstor Kirchner bajaron la orden de aprobar las retenciones a cualquier costo y hoy redoblan la presión sobre el Senado. Las cuentas de NOTICIAS indican que el Gobierno destinó más de 2.000 millones de pesos en prebendas, compensaciones y cash para “convencer” a los legisladores de la necesidad de aprobar la ley. Además de otras variantes de aprietes y ofrecimientos de cargos.
En cualquier caso se trata de dinero público utilizado como herramienta política. ¿No se trataba de lo mismo la Banelco de Fernando de la Rúa?
(Noticias, 12-7-08, pág. 26/28)