El reciente desplazamiento de Horacio Castagnola de su cargo de titular de la Dirección General Impositiva (DGI), organismo en el que se desempeñó durante treinta años, y su reemplazo por Angel Rubén Toninelli, ha sido atribuido por publicaciones periodísticas, que no merecieron aclaración ni desmentida oficial, a una investigación que llevaba adelante el organismo sobre las llamadas facturas truchas y, en particular, sobre facturas de esas características que habría empleado la empresa constructura Gottli SA, de Santa Cruz, vinculada con Lázaro Báez, uno de los empresarios más cercanos al ex presidente Néstor Kirchner, desde sus tiempos de gobernador en aquella provincia.
Un motivo similar habría provocado, también, el desplazamiento del inspector que llevaba a cabo la investigación y el del jefe de la DGI en Comodoro Rivadavia.
Por sí sola, lal enumeración de estos datos y circunstancias debería obligar a la AFIP, de la cual depende la DGI, a acelerar las investigaciones sobre Gotti SA, iniciadas hace un año en la Justicia, y a hacer públicas sus conclusiones a la brevedad.
Mientras esto no ocurra, los recientes desplazamientos en la DGI continuarán alimentando fundadas sospechas. Tantas como alimenta la falta de resultados en la investigación que tiene a su cargo la Justicia.
(La Nación, Editorial, 9-8-08)
Un motivo similar habría provocado, también, el desplazamiento del inspector que llevaba a cabo la investigación y el del jefe de la DGI en Comodoro Rivadavia.
Por sí sola, lal enumeración de estos datos y circunstancias debería obligar a la AFIP, de la cual depende la DGI, a acelerar las investigaciones sobre Gotti SA, iniciadas hace un año en la Justicia, y a hacer públicas sus conclusiones a la brevedad.
Mientras esto no ocurra, los recientes desplazamientos en la DGI continuarán alimentando fundadas sospechas. Tantas como alimenta la falta de resultados en la investigación que tiene a su cargo la Justicia.
(La Nación, Editorial, 9-8-08)