Si entre ellos pelean, los devoran los de afuera
La Cancillería mostró ayer un anticipo del trabajo que preparó durante más de diez años sobre el límite exterior de la plataforma continental argentina, que entregará ante Naciones Unidas en mayo de 2009. El acto fue convocado en medio de versiones que cuestionaban la solidez técnica del informe. Y lo que fue preparado como una detallada exposición de un geofísico, un geólogo, un hidrógrafo, y una doctora en derecho internacional público en la sala de conferencias del Palacio San Martín, acabó en un dura polémica. El ex diputado Mario Cafiero se presentó en la sala, acusó al Gobierno de ocultar un acuerdo con el Reino Unido, denunció que no se destinaron los recursos para hacer un trabajo de esta importancia, y discutió con embajadores y funcionarios mientras periodistas, corresponsales y otros diplomáticos seguían, pasmados, las alternativas del duelo.
Del informe en cuestión depende la posibilidad de expandir de 200 a 350 millas náuticas todo el límite marítimo del país y dejar precisado el reclamo argentino sobre territorio antártico. La cuestión más delicada, tal vez, es la superposición que habrá entre las presentaciones británica y argentina por el espacio marítimo alrededor de las islas Malvinas. “Hay muchas posibilidades que desconocemos, no sabemos si bajo el mar hay petróleo, gas o recursos energéticos”, explicó Frida Armas Pfirter, que coordina este trabajo desde el año 1997.
Después de casi dos horas de demostración técnica, el ex diputado del ARI Mario Cafiero pidió la palabra y blandió los documentos de una exposición del Foreign Office ante la Cámara de los Comunes del Reino Unido en junio de este año. Allí los funcionarios le informaban al cuerpo legislativo que habían tenido reuniones “útiles” con la Argentina por la presentación ante la ONU y que se evaluaba la posibilidad de hacer una presentación conjunta entre los dos países. Cafiero preguntó por que se mantenía en secreto el acuerdo y si, realmente, habrá una presentación conjunta.
Los cuestionamientos enfurecieron a Luis Baqueriza, embajador y presidente de la comisión que trabaja en el tema. “Nunca hubo coordinación de tareas, ni cooperación de tareas, ni intercambio de datos, ni ningún tipo de intercambio técnico con el Reino unido: las posiciones argentinas siempre fueron muy firmes. No compremos lo que quiere Gran Bretaña”, contestó, con la bronca en la piel, Baqueriza, aunque admitió dos reuniones: una en 2001 y otra en 2004 con colegas ingleses. La doctora Frida Armas Pfirter respondió otras tantas inquietudes de Cafiero y admitió que el único buque argentino que participa del trabajo científico, el ARA “Puerto Deseado”, está en reparación.
Los funcionarios argentinos también aseguraron que no habrá una presentación conjunta con el Reino Unido y subrayaron que ante la superposición de territorio reclamado, la ONU deja en suspenso esa parte del informe. Hasta el momento sólo tres países hicieron la presentación final y otros nuevo enviaron trabajos parciales. Gran Bretaña hizo su reclamo por el lecho de la minúscula isla de Ascención: la prensa británica cree que fue un ensayo para afinar su presentación sobre las islas Malvinas.
(Crítica de la Argentina, 3-9-08)
La Cancillería mostró ayer un anticipo del trabajo que preparó durante más de diez años sobre el límite exterior de la plataforma continental argentina, que entregará ante Naciones Unidas en mayo de 2009. El acto fue convocado en medio de versiones que cuestionaban la solidez técnica del informe. Y lo que fue preparado como una detallada exposición de un geofísico, un geólogo, un hidrógrafo, y una doctora en derecho internacional público en la sala de conferencias del Palacio San Martín, acabó en un dura polémica. El ex diputado Mario Cafiero se presentó en la sala, acusó al Gobierno de ocultar un acuerdo con el Reino Unido, denunció que no se destinaron los recursos para hacer un trabajo de esta importancia, y discutió con embajadores y funcionarios mientras periodistas, corresponsales y otros diplomáticos seguían, pasmados, las alternativas del duelo.
Del informe en cuestión depende la posibilidad de expandir de 200 a 350 millas náuticas todo el límite marítimo del país y dejar precisado el reclamo argentino sobre territorio antártico. La cuestión más delicada, tal vez, es la superposición que habrá entre las presentaciones británica y argentina por el espacio marítimo alrededor de las islas Malvinas. “Hay muchas posibilidades que desconocemos, no sabemos si bajo el mar hay petróleo, gas o recursos energéticos”, explicó Frida Armas Pfirter, que coordina este trabajo desde el año 1997.
Después de casi dos horas de demostración técnica, el ex diputado del ARI Mario Cafiero pidió la palabra y blandió los documentos de una exposición del Foreign Office ante la Cámara de los Comunes del Reino Unido en junio de este año. Allí los funcionarios le informaban al cuerpo legislativo que habían tenido reuniones “útiles” con la Argentina por la presentación ante la ONU y que se evaluaba la posibilidad de hacer una presentación conjunta entre los dos países. Cafiero preguntó por que se mantenía en secreto el acuerdo y si, realmente, habrá una presentación conjunta.
Los cuestionamientos enfurecieron a Luis Baqueriza, embajador y presidente de la comisión que trabaja en el tema. “Nunca hubo coordinación de tareas, ni cooperación de tareas, ni intercambio de datos, ni ningún tipo de intercambio técnico con el Reino unido: las posiciones argentinas siempre fueron muy firmes. No compremos lo que quiere Gran Bretaña”, contestó, con la bronca en la piel, Baqueriza, aunque admitió dos reuniones: una en 2001 y otra en 2004 con colegas ingleses. La doctora Frida Armas Pfirter respondió otras tantas inquietudes de Cafiero y admitió que el único buque argentino que participa del trabajo científico, el ARA “Puerto Deseado”, está en reparación.
Los funcionarios argentinos también aseguraron que no habrá una presentación conjunta con el Reino Unido y subrayaron que ante la superposición de territorio reclamado, la ONU deja en suspenso esa parte del informe. Hasta el momento sólo tres países hicieron la presentación final y otros nuevo enviaron trabajos parciales. Gran Bretaña hizo su reclamo por el lecho de la minúscula isla de Ascención: la prensa británica cree que fue un ensayo para afinar su presentación sobre las islas Malvinas.
(Crítica de la Argentina, 3-9-08)