Por Pablo Gámez
Decenas de ministros y altos responsables de todo el mundo, entre ellos el presidente de Bolivia, Evo Morales, se citan en Viena en una reunión de la que se espera que salga la estrategia internacional contra las drogas para la próxima década. ¿Legalizar el consumo? Los representantes de todos los países de Naciones Unidas consensuarán en una Declaración Política y en un Plan de Acción los objetivos en la lucha contra las drogas, después de abrir en 2008 un año de reflexión.
El Presidente de Bolivia, Evo Morales defenderá ante las Naciones Unidas el uso tradicional de la hoja de coca y explicará los motivos para tratar de sacarla de la lista de estupefacientes prohibidos.
Durante el último año se han valorado los resultados de la pasada década de lucha contra los narcóticos, después de que en 1998 los miembros de la ONU acordaran el objetivo de "un mundo libre de drogas", con "la eliminación o una reducción significativa del cultivo ilícito de coca, cannabis y opio en 2008", algo que no se ha logrado.
La produccion de cocaína se mantiene
La producción de cocaína se ha mantenido prácticamente igual en la última década, alrededor de las 900 toneladas anuales, a pesar de haberse reducido la superficie cultivada, debido a las mejoras agrícolas que permite multiplicar las cosechas.
En el caso del opio se ha doblado la producción con respecto a 1998 según la propia ONU, debido a que las plantaciones de amapola en Afganistán se han disparado -la producción el año pasado fue de 7.700 toneladas-, y al mismo tiempo, han experimentando un alza considerable las drogas de síntesis.
Sin embargo, Naciones Unidas defiende que la estrategia adoptada entonces ha permitido contener el problema de la droga, al asegurar que el número de personas en el mundo que consumen narcóticos al menos una vez al año alcanza los 208 millones, el 4,9 por ciento de la población del planeta entre 15 y 64 años.
200.000 muertes al año
Las muertes asociadas a las drogas las cifra la ONU en 200.000 anuales, mientras que cada año fallecen cinco millones de personas por tabaquismo y dos millones y medio por culpa del alcohol. Sin embargo, la ONU ha reconocido que el problema del crimen organizado asociado a las drogas, que mueve un mercado de 320.000 millones de dólares, ha empeorado con los años.
"Debemos tener la valentía de observar las consecuencias, dramáticas e imprevistas, del control sobre la droga: que ha surgido un mercado criminal de proporciones asombrosas", ha reconocido el director general de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (ONUDD), Antonio María Costa.
"Los carteles de la droga compran algo más que propiedades, bancos o empresas. Compran elecciones, candidatos y partidos. En una palabra, compran poder. Aquí es donde el negocio de las drogas se convierte en un problema de seguridad", agregó.
Las delegaciones ultiman las negociaciones sobre la Declaración Política -no vinculante- que parece que mencionará la necesidad de respetar los derechos humanos en la lucha contra los narcóticos, pero que evita nombrar las políticas de "reducción de daños".
Estas políticas apoyadas por todas las agencias de la ONU y por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se basa, entre otras cosas, en programas de recambio de jeringuillas, promoción de la higiene y supervisión médica preventiva para poner coto a numerosas enfermedades como el sida y la tuberculosis.
Bloquean "reducción de daños"
Al ser el texto de consenso, EEUU, Rusia, Japón y Colombia han logrado hasta ahora bloquear, después de negociaciones maratonianas, la inclusión de ese concepto al considerarlo ambiguo, pese a las críticas de las ONG's y de varios países europeos.
Numerosos estudios independientes han demostrado la eficacia de estas prácticas, y el "International Drug Policy Consortium", que reúne a ONGS que tratan sobre el problema de las drogas, ha pedido a las delegaciones nacionales que demuestren "con claridad su desacuerdo sobre el resultado" del texto.
NuevoEncuentro 11/03/09