En lo que se refiere a ETA, a nadie en España sorprende que se use la catequesis para captar a futuros terroristas. La relación entre la Iglesia vasca (mejor, el clero vasco) y el separatismo viene de antiguo. De hecho, ETA no habría podido surgir y afianzarse sin el decidido apoyo recibido del clero, regular y secular, y del episcopado de las tres provincias vascas. Las razones son complejas.
Lo cierto e indiscutible es que la imbricación del clero con el separatismo, así como la marginación y expulsión de las diócesis de los sacerdotes disidentes, han producido resultados penosos. La sociedad vasca vive escindida en dos: aproximadamente un 60% se sienten y quieren ser españoles, mientras que un 40% son separatistas, con mayor o menor radicalidad. Los católicos españoles de Vasconia recelan y desconfían (con motivos) de su clero y jerarquía y muchos han visto dañada o menguada su fe; no pocos se han apartado definitivamente de una Iglesia cómplice del asesinato, la extorsión y el terror.
Los católicos separatistas de Vasconia "paulatinamente han colocado a Euskal Herría en el lugar que sólo a Dios corresponde". La frase entrecomillada es de Mons. Uriarte, Obispo de San Sebastián y uno de los máximos exponentes del envilecimiento que ahora, hasta él mismo lamenta. La frase la pronunció el pasado año, en el centenario del seminario diocesano que por vez primera está enteramente vacío. El País Vasco ha pasado de ser la zona más reciamente católica de España y de inundar el mundo de misioneros... a destacar con ventaja entre todas las provincias españolas por sus niveles de increencia y ateísmo declarados.
Tal vez, sólo tal vez, las cosas pueden empezar a cambiar. En los primeros días de enero, Mons. Uriarte cede la sede episcopal (Laus Deo!) a Mons. Munilla, actual Obispo de Palencia. Munilla es vasco, nacido en San Sebastián (Guipúzcoa) y nunca se sometió a la presión separatista. Fue párroco en su provincia, contando siempre con la hostilidad de los obispos Setién y Uriarte hasta su propia consagración episcopal, que lo alejó de su tierra. Dentro de pocos días volverá como Obispo y, con él, se han ofrecido a regresar un gran número de sacerdotes que optaron por huir de la presión y la coacción separatistas, o de las amenazas de ETA.
Tal vez, sólo tal vez, las cosas pueden empezar a cambiar. En los primeros días de enero, Mons. Uriarte cede la sede episcopal (Laus Deo!) a Mons. Munilla, actual Obispo de Palencia. Munilla es vasco, nacido en San Sebastián (Guipúzcoa) y nunca se sometió a la presión separatista. Fue párroco en su provincia, contando siempre con la hostilidad de los obispos Setién y Uriarte hasta su propia consagración episcopal, que lo alejó de su tierra. Dentro de pocos días volverá como Obispo y, con él, se han ofrecido a regresar un gran número de sacerdotes que optaron por huir de la presión y la coacción separatistas, o de las amenazas de ETA.
Ciertamente hacen falta: las tres diócesis vascas (coincidentes con las tres provincias) tienen el clero más envejecido de toda España, pues su edad media es de 72 años. Lo cual, si bien se mira, tiene su lado positivo...
(Con datos enviados desde España, por el Dr. Jorge García-Contell Muñoz)
(Con datos enviados desde España, por el Dr. Jorge García-Contell Muñoz)