domingo, 30 de mayo de 2010

LAS COORDENADAS DEL BELGRANO



El episodio más dramático de la Guerra de Malvinas, el hundimiento del crucero General Belgrano, que costó la vida a 323 marinos argentinos, habría sido posible a partir de información de satélites soviéticos "robada" por Noruega. Esa es una de los conclusiones a las que llega el periodista ruso Sergey Brilev en su libro sobre los distintos aspectos de la participación rusa en el conflicto del Atlántico Sur.

La afirmación de Brilev está basada en una investigación realizada en 2002 por la cadena televisiva noruega NRK, que en realidad no tuvo mayor difusión en la Argentina en aquel momento. Ese informe decía que, durante el conflicto de Malvinas, los noruegos capturaban sistemáticamente la información de los satélites soviéticos desde la base ubicada en la localidad nórdica de Fauske.

Brilev explica que, dentro del esquema de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Noruega era el país "especialista" en asuntos soviéticos, no sólo porque compartía frontera con la URSS, sino porque además contaba con una buena industria electrónica como para ocuparse de espiar la información satelital.

Por eso, durante la Guerra de Malvinas, "el Servicio de Inteligencia Noruego interceptaba y decodificada todos los datos provenientes de los satélites de inteligencia soviéticos. Y esa información era transmitida a Gran Bretaña, una aliada de Oslo dentro la OTAN", explica Brilev.

La información de la televisión noruega fue confirmada en su momento por una alta fuente militar británica que dijo: "Cuando estalló la guerra, nosotros no teníamos información de inteligencia del área. Fue ahí donde tuvimos ayuda de los noruegos, que nos brindaron permanentemente información sobre las posiciones de los barcos argentinos".

Brilev explica que, a partir de las fotografías satelitales que interceptó Noruega, los británicos tuvieron las coordenadas con la posición del crucero argentino, lo que les permitió destruir la nave el 2 de mayo de 1982, aun cuando se hallaba fuera de la zona de exclusión marítima.

La Nación,. 30-5-10