Reciclaje de burocracia e ideología de género en Naciones Unidas
En los jardines exteriores del edificio de Naciones Unidas en Nueva York se encuentran algunas esculturas, como la de San Jorge y el dragón, hechas con material reciclado. Y es que la gente de Naciones Unidas se ufana de entender perfectamente el concepto. Pero veamos como lo entienden y qué uso le dan en la práctica más allá de las esculturas.
La Real Academia de la Lengua Española define el reciclaje como “someter un material usado a un proceso para que se puedan volver a utilizar”.
Algunos otros complementan el concepto, siguiendo la onda ecológica, diciendo que es una forma eficaz de eliminar los desechos.
El reciclaje que ha demostrado ser genial en los rubros del metal, papel o plástico, se pervierte totalmente cuando se trata de reusar paquetes ideológicos fracasados sometiéndolos simplemente a un cambio de apariencia.
Tal es el caso de la nueva entidad de género: ONU MUJER. Anunciada en la última Asamblea General 2009 por la resolución 63/311, confirmada y definida en muchos de sus aspectos en una resolución del 02 de Julio al finalizar el Annual Ministerial Review 2010, espera aún su aprobación oficial en la próxima Asamblea General de la ONU que comienza en Setiembre y se proyecta a iniciar operaciones en Enero del 2011.
Si hablamos de reciclaje con respecto a ONU MUJER, ¿cuál sería el material de desecho a reciclar? La resolución 63/311 menciona las 4 organizaciones de ONU referidas al tema de la mujer: DAW (Division for the Advancement of Women, establecida en 1946), UNIFEM (UN Development Fund for Women, establecida en 1976), INSTRAW (International Research and Training Institute for the Advancement of Women, establecida en 1976) y OSAGI (Office of the Special Advisor on Gender Issues, establecida en 1997). Todas ellas son organizaciones con poco impacto y poco presupuesto, como dijeron las mismas feministas en Beijing + 15.
Una rápida revisión del propósito de cada una de éstas en sus respectivos websites nos lleva a la conclusión que prácticamente se vienen dedicando a lo mismo: la promoción de la ideología de género para que los Estados Miembros la adopten en sus leyes y políticas públicas. Una simple dosis de sentido común nos dice que si ni las propias interesadas han estado contentas con el desempeño de estas entidades, ¿qué nos podría hacer pensar que una consolidación burocrática vaya a convertirlas de pronto, y tantos años después, en una entidad dinámica que termine con las penurias de las mujeres en el mundo?
El reciclaje hasta aquí se cumple en la parte del material de desecho y en la búsqueda de darle un “ciclo de uso” adicional a algo que ya no cumplía con los requisitos para dar satisfacción a sus usuarios. No obstante la bondad del reciclaje se alcanza cuando ese algo ya desgastado se transforma en algo renovado en su capacidad de dar satisfacción. Entonces nos preguntamos, ¿vendrán mejores tiempos para las mujeres, sobre todo para aquéllas que mueren en los países pobres por falta de cuidados básicos y enfermedades totalmente evitables con muy poco dinero? Si no es así, fácil es adivinar que más bien sea solamente una solución de continuidad para una adiposa burocracia con estándares de vida neoyorquina, y por supuesto, un relanzamiento para el lobby de turno al cual sirven.
Hace unos meses, PRI reportaba como el principal promotor de esta entidad era nada menos que la International Planned Parenthood Federation – IPPF, el principal proveedor de abortos en el mundo. Gender Arquitecture era el nombre que publicitaron sin mucho éxito en Beijing +15. http://www.ippfwhr.org/es/GEAR ¿Alguien podría pensar que los planes y planteamientos de esta nueva entidad de género no incluirá la práctica legal del aborto?
“ONU-propaganda” para el reciclaje
Llama poderosamente la atención que actualmente esté en funcionamiento un website www.unwomen.org donde en una nota de prensa se anuncia que el 02 de Julio “en una decisión histórica, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó hoy por una (sic) unanimidad la creación de una nueva entidad…”.
Se nota una sobredimensión de los acontecimientos. La decisión de crear la entidad ya fue tomada el año pasado. Si hay un punto de partida ese no fue el 2 de Julio de este año. En esa fecha terminó el Annual Ministerial Review 2010 con una resolución que avanza en algunas especificaciones de la entidad, pero que todavía deja muchas cosas pendientes como por ejemplo nombrar a la cabeza de la entidad y su Junta Directiva. Dicha resolución dice claramente que la entidad recién entra en un periodo de transición hasta su puesta en funcionamiento en Enero del 2011. ¿Error involuntario? ¿O más bien propaganda dirigida a buscar mayores y nuevos compromisos?
Quienes asistimos al Annual Ministerial Review 2010 notamos también un deseo de construir la entidad en la oscuridad de sesiones de negociación privadas, resoluciones que van definiendo la entidad pero solamente de distribución restringida. No dan a conocer lo sustancial, tan sólo emiten notas de prensa triunfalistas y ésa será la tónica mientras no definan el asunto más importante que es el financiamiento de la reciclada entidad de ONU.
La misma nota de prensa del website de ONU MUJER afirma categóricamente que “los Estados Miembros han reconocido que un presupuesto de por lo menos de US$ 500 millones de dólares – el doble de los presupuestos combinados de DAW, INSTRAW, OSAGI y UNIFEM – es la inversión mínima que necesita ONU MUJER”. Sin embargo, la resolución aprobada el 2 de Julio no habla de cantidades. Sólo refiere que el Secretario General Adjunto (cabeza de la entidad que todavía no se sabe siquiera quién será) tendrá que presentar un presupuesto y una relación de las actividades que realizarán con los aportes voluntarios que recojan.
Tampoco ha habido ofrecimientos públicos de los referidos US$ 500 millones de dólares ni mucho menos. IPPF en su versión Gender Arquitecture de Marzo para Beijing + 15 decía que el presupuesto de la entidad era de US$ 1,000 millones. Van bajando, casi regateo de comerciantes. Nuevamente exageración y dar la impresión de que todo va sobre ruedas. Síntoma de que a este nivel están los problemas de su “reciclaje”.
Hasta ahora hablan de donantes y aportes pero, como ha sucedido con todos los programas de control natal en el mundo, no pasará mucho tiempo para que “le pasen la factura” a los países pobres. Efectivamente, la resolución del 2 de Julio “invita a los Estados Miembros a que…hagan contribuciones voluntarias a la entidad que sean básicas, plurianuales, predecibles, estables y sostenibles…”. Aquí radica la importancia de la nota de prensa de ONU MUJER que sostiene haberse creado “por unanimidad”.
Pues resulta que nuestros países latinoamericanos con millones de mujeres y niñas con necesidades básicas de salud y educación insatisfechas, va a tener que colaborar con algún millón de dólares para esta gorda burocracia. Lo mismo se aplica para muchos países africanos, asiáticos y de Europa del Este.
La resolución del 2 de Julio establece que “la presentación de informes de financiación (de la entidad) deberá ser transparente y de fácil acceso para los Estados Miembros”. ¿Será cierto eso? Hagamos la prueba y en los siguientes días llamemos a las Misiones Permanentes de nuestros países para preguntar con cuánto vamos a aportar a esta entidad y cómo se va a usar este dinero.
Por lo demás, lo que deben esperar las mujeres del mundo será lo que ya vienen ofreciendo otras entidades de Naciones Unidas. Es decir, más de lo mismo: una retórica “igualdad de género y empoderamiento de la mujer” y una praxis de abusos a los derechos humanos de las mujeres más pobres del mundo en programas de anticoncepción masiva, esterilizaciones y abortos.
Los que dirigen la website de ONU MUJER, empleados (¿adelantados? ¿voluntarios? ¿lobbystas?) de una entidad todavía por empezar sus actividades en 6 meses, ya lo han dicho. “ONU MUJER mejorará – no reemplazará – los esfuerzos de los demás componentes del sistema ONU (como UNICEF, PNUD y UNFPA)”. Los que hemos seguido a través de Population Research Institute los abusos contra las mujeres en los programas de la política de un solo hijo en China o las esterilizaciones forzadas en Perú sabemos muy bien el tipo de “esfuerzos” a los que se refieren.
Centro Santo Tomás Moro (Santa Fe)
En los jardines exteriores del edificio de Naciones Unidas en Nueva York se encuentran algunas esculturas, como la de San Jorge y el dragón, hechas con material reciclado. Y es que la gente de Naciones Unidas se ufana de entender perfectamente el concepto. Pero veamos como lo entienden y qué uso le dan en la práctica más allá de las esculturas.
La Real Academia de la Lengua Española define el reciclaje como “someter un material usado a un proceso para que se puedan volver a utilizar”.
Algunos otros complementan el concepto, siguiendo la onda ecológica, diciendo que es una forma eficaz de eliminar los desechos.
El reciclaje que ha demostrado ser genial en los rubros del metal, papel o plástico, se pervierte totalmente cuando se trata de reusar paquetes ideológicos fracasados sometiéndolos simplemente a un cambio de apariencia.
Tal es el caso de la nueva entidad de género: ONU MUJER. Anunciada en la última Asamblea General 2009 por la resolución 63/311, confirmada y definida en muchos de sus aspectos en una resolución del 02 de Julio al finalizar el Annual Ministerial Review 2010, espera aún su aprobación oficial en la próxima Asamblea General de la ONU que comienza en Setiembre y se proyecta a iniciar operaciones en Enero del 2011.
Si hablamos de reciclaje con respecto a ONU MUJER, ¿cuál sería el material de desecho a reciclar? La resolución 63/311 menciona las 4 organizaciones de ONU referidas al tema de la mujer: DAW (Division for the Advancement of Women, establecida en 1946), UNIFEM (UN Development Fund for Women, establecida en 1976), INSTRAW (International Research and Training Institute for the Advancement of Women, establecida en 1976) y OSAGI (Office of the Special Advisor on Gender Issues, establecida en 1997). Todas ellas son organizaciones con poco impacto y poco presupuesto, como dijeron las mismas feministas en Beijing + 15.
Una rápida revisión del propósito de cada una de éstas en sus respectivos websites nos lleva a la conclusión que prácticamente se vienen dedicando a lo mismo: la promoción de la ideología de género para que los Estados Miembros la adopten en sus leyes y políticas públicas. Una simple dosis de sentido común nos dice que si ni las propias interesadas han estado contentas con el desempeño de estas entidades, ¿qué nos podría hacer pensar que una consolidación burocrática vaya a convertirlas de pronto, y tantos años después, en una entidad dinámica que termine con las penurias de las mujeres en el mundo?
El reciclaje hasta aquí se cumple en la parte del material de desecho y en la búsqueda de darle un “ciclo de uso” adicional a algo que ya no cumplía con los requisitos para dar satisfacción a sus usuarios. No obstante la bondad del reciclaje se alcanza cuando ese algo ya desgastado se transforma en algo renovado en su capacidad de dar satisfacción. Entonces nos preguntamos, ¿vendrán mejores tiempos para las mujeres, sobre todo para aquéllas que mueren en los países pobres por falta de cuidados básicos y enfermedades totalmente evitables con muy poco dinero? Si no es así, fácil es adivinar que más bien sea solamente una solución de continuidad para una adiposa burocracia con estándares de vida neoyorquina, y por supuesto, un relanzamiento para el lobby de turno al cual sirven.
Hace unos meses, PRI reportaba como el principal promotor de esta entidad era nada menos que la International Planned Parenthood Federation – IPPF, el principal proveedor de abortos en el mundo. Gender Arquitecture era el nombre que publicitaron sin mucho éxito en Beijing +15. http://www.ippfwhr.org/es/GEAR ¿Alguien podría pensar que los planes y planteamientos de esta nueva entidad de género no incluirá la práctica legal del aborto?
“ONU-propaganda” para el reciclaje
Llama poderosamente la atención que actualmente esté en funcionamiento un website www.unwomen.org donde en una nota de prensa se anuncia que el 02 de Julio “en una decisión histórica, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó hoy por una (sic) unanimidad la creación de una nueva entidad…”.
Se nota una sobredimensión de los acontecimientos. La decisión de crear la entidad ya fue tomada el año pasado. Si hay un punto de partida ese no fue el 2 de Julio de este año. En esa fecha terminó el Annual Ministerial Review 2010 con una resolución que avanza en algunas especificaciones de la entidad, pero que todavía deja muchas cosas pendientes como por ejemplo nombrar a la cabeza de la entidad y su Junta Directiva. Dicha resolución dice claramente que la entidad recién entra en un periodo de transición hasta su puesta en funcionamiento en Enero del 2011. ¿Error involuntario? ¿O más bien propaganda dirigida a buscar mayores y nuevos compromisos?
Quienes asistimos al Annual Ministerial Review 2010 notamos también un deseo de construir la entidad en la oscuridad de sesiones de negociación privadas, resoluciones que van definiendo la entidad pero solamente de distribución restringida. No dan a conocer lo sustancial, tan sólo emiten notas de prensa triunfalistas y ésa será la tónica mientras no definan el asunto más importante que es el financiamiento de la reciclada entidad de ONU.
La misma nota de prensa del website de ONU MUJER afirma categóricamente que “los Estados Miembros han reconocido que un presupuesto de por lo menos de US$ 500 millones de dólares – el doble de los presupuestos combinados de DAW, INSTRAW, OSAGI y UNIFEM – es la inversión mínima que necesita ONU MUJER”. Sin embargo, la resolución aprobada el 2 de Julio no habla de cantidades. Sólo refiere que el Secretario General Adjunto (cabeza de la entidad que todavía no se sabe siquiera quién será) tendrá que presentar un presupuesto y una relación de las actividades que realizarán con los aportes voluntarios que recojan.
Tampoco ha habido ofrecimientos públicos de los referidos US$ 500 millones de dólares ni mucho menos. IPPF en su versión Gender Arquitecture de Marzo para Beijing + 15 decía que el presupuesto de la entidad era de US$ 1,000 millones. Van bajando, casi regateo de comerciantes. Nuevamente exageración y dar la impresión de que todo va sobre ruedas. Síntoma de que a este nivel están los problemas de su “reciclaje”.
Hasta ahora hablan de donantes y aportes pero, como ha sucedido con todos los programas de control natal en el mundo, no pasará mucho tiempo para que “le pasen la factura” a los países pobres. Efectivamente, la resolución del 2 de Julio “invita a los Estados Miembros a que…hagan contribuciones voluntarias a la entidad que sean básicas, plurianuales, predecibles, estables y sostenibles…”. Aquí radica la importancia de la nota de prensa de ONU MUJER que sostiene haberse creado “por unanimidad”.
Pues resulta que nuestros países latinoamericanos con millones de mujeres y niñas con necesidades básicas de salud y educación insatisfechas, va a tener que colaborar con algún millón de dólares para esta gorda burocracia. Lo mismo se aplica para muchos países africanos, asiáticos y de Europa del Este.
La resolución del 2 de Julio establece que “la presentación de informes de financiación (de la entidad) deberá ser transparente y de fácil acceso para los Estados Miembros”. ¿Será cierto eso? Hagamos la prueba y en los siguientes días llamemos a las Misiones Permanentes de nuestros países para preguntar con cuánto vamos a aportar a esta entidad y cómo se va a usar este dinero.
Por lo demás, lo que deben esperar las mujeres del mundo será lo que ya vienen ofreciendo otras entidades de Naciones Unidas. Es decir, más de lo mismo: una retórica “igualdad de género y empoderamiento de la mujer” y una praxis de abusos a los derechos humanos de las mujeres más pobres del mundo en programas de anticoncepción masiva, esterilizaciones y abortos.
Los que dirigen la website de ONU MUJER, empleados (¿adelantados? ¿voluntarios? ¿lobbystas?) de una entidad todavía por empezar sus actividades en 6 meses, ya lo han dicho. “ONU MUJER mejorará – no reemplazará – los esfuerzos de los demás componentes del sistema ONU (como UNICEF, PNUD y UNFPA)”. Los que hemos seguido a través de Population Research Institute los abusos contra las mujeres en los programas de la política de un solo hijo en China o las esterilizaciones forzadas en Perú sabemos muy bien el tipo de “esfuerzos” a los que se refieren.
Centro Santo Tomás Moro (Santa Fe)