Sebastián Splawinski es un sacerdote de 29 años que hace menos de un año llegó desde Entre Ríos a la ciudad santafesina de Avellaneda, donde a través de Facebook y videos promociona las “misas mensuales” que celebra en "un ambiente de boliche" a la que asisten cientos de jóvenes.
Las “celebraciones”, que inicialmente se realizaban en el patio de un colegio católico de esa ciudad, ubicada a 326 kilómetros de la capital provincial, ahora se van a trasladar a un club de fútbol donde ya realizaron “una fiesta con el grupo Vilma Palma”, informó el religioso.
El joven sacerdote detalla que la temática de las misas varía: “Una vez representamos el credo cantado y utilizamos pantallas gigantes, efectos sonoros, humo, esferas de espejos y láser”. “Siempre al final, pedimos un fuerte aplauso al Barba", cuenta al explicar que "así le decimos a Dios”, mientras se acomoda el flequillo que amenaza con taparle los ojos.
Cuando finaliza la “celebración religiosa”, que también comenzó a ser atracción para gente grande, los jóvenes son invitados a “una movida” que incluye baile y “pancho y gaseosa gratis”. La promoción se hace con videos producidos por los chicos en los canales locales y en las redes sociales.
"Yo no busco fama, solo quiero recuperar espacio", aclara el sacerdote que nació en la ciudad entrerriana de Villaguay y es hijo de una locutora. “Por eso conozco las bondades de la comunicación”, explica el cura que prefiere que lo llamen por su nombre “porque el apellido es de origen polaco y difícil de pronunciar”.
“El ambiente donde nos movemos no es el mejor, pero surge porque muchos chicos no van a la parroquia, pero no por eso son malos pibes”, aclara el religioso, quien asegura que “necesita estar con ellos para saber qué sienten y a mí, claro me gusta divertirme”.El espacio en Facebook de la “Parroquia de Avellaneda” ya supera los 3.158 seguidores, en esta ciudad que tiene 25.650 habitantes, según el censo del 27 de octubre.
En esa página se pueden leer mensajes ocurrentes y muy juveniles como “Seba, te re-bancamos. Gracias” o “Ahora la misa de jóvenes se re-pone".Sebastián durante el día usa jeans, remeras y zapatillas, se peina a la moda e incluso va a bailes con los adolescentes de la ciudad, “los acompaño si es un ambiente abierto, o bien los dejo en la puerta y a la salida los paso a buscar con el auto de la parroquia”, agrega el religioso que analiza “abrir una cuenta en Twitter”.
Hace un año, antes de recibirse en el Seminario de Paraná tenía “fotolog” y se hacía llamar “cura cheto”, de allí se lo asoció con la tribu urbana “flogger”, pero “no pertenezco a esa comunidad, aunque no tiene nada de malo serlo”, aclara el cura.
El moderno religioso explica que “modernizó las misas porque eran muy aburridas” y dijo que cuenta con el apoyo del Obispado y tiene una relación fluida con la intendencia local que apoya “iniciativas que movilicen sanamente a la juventud”, aseguró el intendente Orfilio Marcón.
Los “encuentros” se realizan el último domingo de cada mes y se espera con mucha expectativa la “misa” del sacerdote, ordenado diácono en marzo del año pasado y sacerdote en diciembre del 2009.
diario7.com.ar/noviembre 13, 2010