Por el Lic. Héctor L. GIULIANO (16.11.10).
Según los últimos datos oficiales del Ministerio de Economía al 30.6.10 la Deuda Pública del Estado Central es de 173.200 Millones de Dólares (MD).
Casi la mitad de esta Deuda está hoy en manos de Entidades del propio Estado, fundamentalmente Banco Central (BCRA) y ANSES (Fondos Previsionales) y también, en mucha menor escala, Banco Nación y Organismos varios (Lotería, Fondos Fiduciarios, AFIP, PAMI).
Esta situación peculiar obliga una interpretación de fondo: el Gobierno Kirchner encontró algo así como la “piedra filosofal” de manejo del problema de la Deuda Pública o estamos frente a un cuadro de re-endeudamiento tanto o más peligroso que el arrastrado hasta el presente.
DEUDA INTRA SECTOR PÚBLICO.
Actualmente la Tesorería Nacional tiene obligaciones con el BCRA por unos 31.500 Millones de Dólares (MD), según dos grandes conceptos: 1. Adelantos Transitorios por 40.200 Millones de Pesos (M$, equivalentes a 10.200 MD), que son préstamos de Corto Plazo (a un año); y 2. Bonos o Títulos Públicos en cartera del Banco por 84.400 M$ (21.300 MD).
Dentro de este segundo rubro están las Letras Intransferibles del Tesoro, que son “pagarés” internos dados por el uso de Reservas Internacionales del BCRA: reservas que el Banco presta al Gobierno para pagar Servicios de la Deuda Externa (vencimientos con Organismos Multilaterales de Crédito – FMI, Banco Mundial, BID, CAF – y con Acreedores Privados).
No están incluidos aquí los giros por Transferencia de Utilidades del Ejercicio 2009 que el BCRA hace al Tesoro – y que este año son 18.000 M$ - porque los mismos no son préstamos sino fondos extra.
Paralelamente, la Tesorería le debe también al Sistema Previsional - que administra la ANSES a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) - el 62 % de dicho fondo, que es acumulativo y suma hoy unos 150.000 M$ (38.000 MD). Es decir, que 93.000 M$ (23.500 MD) del FGS, previstos para sostener el régimen jubilatorio argentino (casi 2 de cada 3 pesos), están prestados al Estado.
El Gobierno Kirchner, ya con su pago al Fondo Monetario Internacional (FMI) para cancelar en forma total y anticipada la deuda con el Organismo (fueron 9.530 MD girados en Enero de 2006), pero especialmente desde fines de 2009 hasta la fecha, está abonando Deuda Externa con Reservas del BCRA.
Tales pagos se hacen bajo el discutible concepto de Reservas de Libre Disponibilidad (RLD) - definidas como Reservas que exceden la cobertura de la Base Monetaria - y se disponen por Decretos del Poder Ejecutivo, no por Leyes del Congreso.
La primera vez que este uso de Reservas para el pago de Deuda Externa aparece como parte de una Ley es ahora en el Proyecto de Presupuesto 2011.
EL AUMENTO DE LA DEUDA PÚBLICA.
No es cierto que la Argentina se esté des-endeudando: la Deuda Pública aumenta a un ritmo entre 8 y 9.000 MD por año; y lo hace por Capitalización de Intereses, Indexación de la Deuda en Pesos ajustada por CER, pago de Cupones Ligados al PBI y colocación de Deuda Nueva.
Para el Ejercicio 2011, según Presupuesto, está prevista la cancelación de vencimientos por 27.400 MD pero también la toma de Nueva Deuda por 36.800, es decir, que la Deuda aumentaría en unos 9.400 MD.
Esto ocurre porque nuestro país no amortiza Capital de la Deuda en forma neta sino que refinancia en su totalidad los vencimientos que le van cayendo, entregando nuevas obligaciones por las que cancela y tomando también – como hemos dicho – compromisos adicionales.
Lo que sí paga el Estado Argentino (como parte del Gasto Corriente) son los Intereses de la Deuda Pública – 7.200 MD este año que suben a 9.000 MD en 2011 – aunque tampoco se abonan éstos en forma completa porque una parte se capitaliza por anatocismo, esto es, se suma al Capital para devengar nuevos Intereses.
Se estima que el total de Intereses Devengados por la Deuda Pública – un dato que nunca informa el Ministerio de Economía – puede oscilar entre 10.500 y más de 12.000 MD por año, de modo que la diferencia con los Intereses Pagados indicaría el importe de los intereses que se están capitalizando (hasta 3.000 MD).
El uso de recursos prestados por otros Organismos del Estado y/o de Reservas Internacionales del BCRA para pagar servicios de la Deuda Pública – por Capital e Intereses – significa que el Gobierno está cancelando vencimientos con determinados Acreedores Oficiales y Privados mientras toma Nueva Deuda con otros Acreedores.
En la práctica, las autoridades están pagando así a ciertos acreedores con fondos que se toman de ahorros acumulados en entidades públicas, de modo que se va produciendo un doble traspaso de títulos: por un lado, Deuda Externa que se “internaliza” al pasar a jurisdicción nacional; y por otro, Deuda Pública (Externa e Interna) que se “estatiza” en cuanto a su titularidad, porque el Estado es a la vez Deudor y Acreedor.
Tal es la esencia de las Operaciones de Administración de Pasivos que se vienen llevando a cabo a través del endeudamiento intra-Estado: cancelar obligaciones “con Terceros” aumentando o “empapelando” la carga del Fisco.
Pero este proceso no es neutro ni anodino para el Estado Argentino.
EL NUEVO PAGO CON ACTIVOS.
Durante la vilipendiada Década del ´90 – bajo la Convertibilidad Menemista – y en virtud de los acuerdos del Plan Brady, la Argentina llevó a cabo una Política de Pago de Deuda Externa con Activos, esto es, la Venta de Empresas Públicas para cancelar obligaciones con el producido de dichas enajenaciones.
Dejando aquí de lado que esta estrategia escandalosamente no funcionó en la práctica – se vendieron Empresas del Estado por valor entre 32 y 36.000 MD pero la Deuda aumentó en ese período duplicándose de 62 a 122.000 MD – la lógica del Pago con Activos era que entregando Patrimonio Público se iba a reducir el Endeudamiento.
Durante la Década del ´90 se pagó así Deuda Externa con Activos Físicos del Estado, básicamente Empresas Públicas.
Hoy se está pagando, en cambio, con Activos Financieros – esencialmente Reservas Internacionales del BCRA y Ahorros del Sistema Previsional (que tienen por finalidad sostener el futuro de las Jubilaciones en la Argentina) – pero el problema de fondo es análogo: descapitalización o debilitamiento financiero del Estado en forma creciente; y que hoy está llegando a un tope interno.
Para mantenerse en este esquema el Gobierno necesita más Deuda y no sólo proveniente del ámbito oficial, por lo que el incremento de la Deuda Intra-Sector Público habría venido funcionando como “préstamo-puente” o descarga transitoria de compromisos para poder encarar nuevas obligaciones.
La Hoja de Ruta del Ministro de Economía Boudou prevé por ello el cumplimiento de un programa concreto, que está en curso: 1. Arreglo con los Holdouts (Tenedores de Bonos que no entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005), 2. Acuerdo sobre la Deuda Externa con los Países del Club de París, y 3. Replanteo de las relaciones con el FMI dentro del nuevo marco del Grupo de los 20.
El Objetivo declarado de este plan que se está desarrollando es cumplir estas tres instancias para volver al Mercado Internacional de Capitales, lo que significa volver a endeudarse.
No está previsto, por ende, que el stock de Deuda baje; así como no está demostrada la Capacidad de Pago para responder a las nuevas obligaciones en el futuro.
En función de esta Política de Pagos es que se utilizan hoy las Reservas del BCRA (los Activos Financieros del Estado) y también los Ahorros Oficiales del Sistema Jubilatorio.
Con el agravante que las Reservas Internacionales fueron compradas con Deuda, Deuda Cuasi-Fiscal por la que el Banco Central emitió Letras y Notas (LEBAC/NOBAC) que en la actualidad suman más de 87.400 M$ (22.000 MD) y por las que paga entre el 14 y el 13 % anual de Intereses.
Esto es: que estamos pagando Deuda Externa con Reservas que se compraron con Deuda; y que lo hacemos (Deuda Intra-Estado mediante) para volver al Mercado Internacional de Capitales precisamente para tomar más Deuda.-
Según los últimos datos oficiales del Ministerio de Economía al 30.6.10 la Deuda Pública del Estado Central es de 173.200 Millones de Dólares (MD).
Casi la mitad de esta Deuda está hoy en manos de Entidades del propio Estado, fundamentalmente Banco Central (BCRA) y ANSES (Fondos Previsionales) y también, en mucha menor escala, Banco Nación y Organismos varios (Lotería, Fondos Fiduciarios, AFIP, PAMI).
Esta situación peculiar obliga una interpretación de fondo: el Gobierno Kirchner encontró algo así como la “piedra filosofal” de manejo del problema de la Deuda Pública o estamos frente a un cuadro de re-endeudamiento tanto o más peligroso que el arrastrado hasta el presente.
DEUDA INTRA SECTOR PÚBLICO.
Actualmente la Tesorería Nacional tiene obligaciones con el BCRA por unos 31.500 Millones de Dólares (MD), según dos grandes conceptos: 1. Adelantos Transitorios por 40.200 Millones de Pesos (M$, equivalentes a 10.200 MD), que son préstamos de Corto Plazo (a un año); y 2. Bonos o Títulos Públicos en cartera del Banco por 84.400 M$ (21.300 MD).
Dentro de este segundo rubro están las Letras Intransferibles del Tesoro, que son “pagarés” internos dados por el uso de Reservas Internacionales del BCRA: reservas que el Banco presta al Gobierno para pagar Servicios de la Deuda Externa (vencimientos con Organismos Multilaterales de Crédito – FMI, Banco Mundial, BID, CAF – y con Acreedores Privados).
No están incluidos aquí los giros por Transferencia de Utilidades del Ejercicio 2009 que el BCRA hace al Tesoro – y que este año son 18.000 M$ - porque los mismos no son préstamos sino fondos extra.
Paralelamente, la Tesorería le debe también al Sistema Previsional - que administra la ANSES a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) - el 62 % de dicho fondo, que es acumulativo y suma hoy unos 150.000 M$ (38.000 MD). Es decir, que 93.000 M$ (23.500 MD) del FGS, previstos para sostener el régimen jubilatorio argentino (casi 2 de cada 3 pesos), están prestados al Estado.
El Gobierno Kirchner, ya con su pago al Fondo Monetario Internacional (FMI) para cancelar en forma total y anticipada la deuda con el Organismo (fueron 9.530 MD girados en Enero de 2006), pero especialmente desde fines de 2009 hasta la fecha, está abonando Deuda Externa con Reservas del BCRA.
Tales pagos se hacen bajo el discutible concepto de Reservas de Libre Disponibilidad (RLD) - definidas como Reservas que exceden la cobertura de la Base Monetaria - y se disponen por Decretos del Poder Ejecutivo, no por Leyes del Congreso.
La primera vez que este uso de Reservas para el pago de Deuda Externa aparece como parte de una Ley es ahora en el Proyecto de Presupuesto 2011.
EL AUMENTO DE LA DEUDA PÚBLICA.
No es cierto que la Argentina se esté des-endeudando: la Deuda Pública aumenta a un ritmo entre 8 y 9.000 MD por año; y lo hace por Capitalización de Intereses, Indexación de la Deuda en Pesos ajustada por CER, pago de Cupones Ligados al PBI y colocación de Deuda Nueva.
Para el Ejercicio 2011, según Presupuesto, está prevista la cancelación de vencimientos por 27.400 MD pero también la toma de Nueva Deuda por 36.800, es decir, que la Deuda aumentaría en unos 9.400 MD.
Esto ocurre porque nuestro país no amortiza Capital de la Deuda en forma neta sino que refinancia en su totalidad los vencimientos que le van cayendo, entregando nuevas obligaciones por las que cancela y tomando también – como hemos dicho – compromisos adicionales.
Lo que sí paga el Estado Argentino (como parte del Gasto Corriente) son los Intereses de la Deuda Pública – 7.200 MD este año que suben a 9.000 MD en 2011 – aunque tampoco se abonan éstos en forma completa porque una parte se capitaliza por anatocismo, esto es, se suma al Capital para devengar nuevos Intereses.
Se estima que el total de Intereses Devengados por la Deuda Pública – un dato que nunca informa el Ministerio de Economía – puede oscilar entre 10.500 y más de 12.000 MD por año, de modo que la diferencia con los Intereses Pagados indicaría el importe de los intereses que se están capitalizando (hasta 3.000 MD).
El uso de recursos prestados por otros Organismos del Estado y/o de Reservas Internacionales del BCRA para pagar servicios de la Deuda Pública – por Capital e Intereses – significa que el Gobierno está cancelando vencimientos con determinados Acreedores Oficiales y Privados mientras toma Nueva Deuda con otros Acreedores.
En la práctica, las autoridades están pagando así a ciertos acreedores con fondos que se toman de ahorros acumulados en entidades públicas, de modo que se va produciendo un doble traspaso de títulos: por un lado, Deuda Externa que se “internaliza” al pasar a jurisdicción nacional; y por otro, Deuda Pública (Externa e Interna) que se “estatiza” en cuanto a su titularidad, porque el Estado es a la vez Deudor y Acreedor.
Tal es la esencia de las Operaciones de Administración de Pasivos que se vienen llevando a cabo a través del endeudamiento intra-Estado: cancelar obligaciones “con Terceros” aumentando o “empapelando” la carga del Fisco.
Pero este proceso no es neutro ni anodino para el Estado Argentino.
EL NUEVO PAGO CON ACTIVOS.
Durante la vilipendiada Década del ´90 – bajo la Convertibilidad Menemista – y en virtud de los acuerdos del Plan Brady, la Argentina llevó a cabo una Política de Pago de Deuda Externa con Activos, esto es, la Venta de Empresas Públicas para cancelar obligaciones con el producido de dichas enajenaciones.
Dejando aquí de lado que esta estrategia escandalosamente no funcionó en la práctica – se vendieron Empresas del Estado por valor entre 32 y 36.000 MD pero la Deuda aumentó en ese período duplicándose de 62 a 122.000 MD – la lógica del Pago con Activos era que entregando Patrimonio Público se iba a reducir el Endeudamiento.
Durante la Década del ´90 se pagó así Deuda Externa con Activos Físicos del Estado, básicamente Empresas Públicas.
Hoy se está pagando, en cambio, con Activos Financieros – esencialmente Reservas Internacionales del BCRA y Ahorros del Sistema Previsional (que tienen por finalidad sostener el futuro de las Jubilaciones en la Argentina) – pero el problema de fondo es análogo: descapitalización o debilitamiento financiero del Estado en forma creciente; y que hoy está llegando a un tope interno.
Para mantenerse en este esquema el Gobierno necesita más Deuda y no sólo proveniente del ámbito oficial, por lo que el incremento de la Deuda Intra-Sector Público habría venido funcionando como “préstamo-puente” o descarga transitoria de compromisos para poder encarar nuevas obligaciones.
La Hoja de Ruta del Ministro de Economía Boudou prevé por ello el cumplimiento de un programa concreto, que está en curso: 1. Arreglo con los Holdouts (Tenedores de Bonos que no entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005), 2. Acuerdo sobre la Deuda Externa con los Países del Club de París, y 3. Replanteo de las relaciones con el FMI dentro del nuevo marco del Grupo de los 20.
El Objetivo declarado de este plan que se está desarrollando es cumplir estas tres instancias para volver al Mercado Internacional de Capitales, lo que significa volver a endeudarse.
No está previsto, por ende, que el stock de Deuda baje; así como no está demostrada la Capacidad de Pago para responder a las nuevas obligaciones en el futuro.
En función de esta Política de Pagos es que se utilizan hoy las Reservas del BCRA (los Activos Financieros del Estado) y también los Ahorros Oficiales del Sistema Jubilatorio.
Con el agravante que las Reservas Internacionales fueron compradas con Deuda, Deuda Cuasi-Fiscal por la que el Banco Central emitió Letras y Notas (LEBAC/NOBAC) que en la actualidad suman más de 87.400 M$ (22.000 MD) y por las que paga entre el 14 y el 13 % anual de Intereses.
Esto es: que estamos pagando Deuda Externa con Reservas que se compraron con Deuda; y que lo hacemos (Deuda Intra-Estado mediante) para volver al Mercado Internacional de Capitales precisamente para tomar más Deuda.-