El presidente francés, Nicolas Sarkozy, impondrá por ley a las empresas privadas de más de 50 empleados el pago de una prima anual obligatoria si aumentan sus dividendos , una medida que beneficiará a ocho millones de trabajadores, cuando falta un año para la elección presidencial.
“En todas las empresas de más de 50 empleados sometidas a la ley sobre la participación, si los dividendos distribuidos superan los del año anterior, tendrán la obligación de pagar una prima, negociada con los interlocutores sociales”, es decir los sindicatos, indicó una fuente del gobierno al término de una reunión gubernamental celebrada el miércoles para definir la medida.
Esa prima, que beneficiaría a los ocho millones de trabajadores de las 30.000 empresas privadas francesas que cuentan con más de 50 empleados, entrará en vigor este mismo año, meses antes de una elección presidencial que según las encuestas, al menos por ahora, no favorece al actual mandatario.
“En las grandes empresas, si hay un fuerte aumento de los dividendos, los asalariados tendrán que recibir una parte y habrá que obligar a esas empresas a negociar”, afirmó Sarkozy esta semana durante una visita a una fundición del norte francés, una de las zonas más afectadas por el desempleo.
La crisis financiera pasó también por Francia, donde el desempleo roza el 10%, y el poder adquisitivo está estancado por debajo de una inflación del 2%. Los organismos internacionales prevén un crecimiento de la economía de entre 1,6% y 2% para 2011, insuficiente, dicen, para reactivar el empleo.
En un principio, el Ejecutivo habló de una prima “de al menos 1.000 euros”. Ahora dice que la cifra será negociada entre patrones y sindicatos, aunque establece que hasta 1.000 euros las empresas estarán exoneradas de aportes.
Esa modificación tranquilizó a la número uno de la patronal francesa (MEDEF), Laurence Parisot, que había calificado la iniciativa de “incomprensible” y “peligrosa”.
“Es una mala medida”, dijo el presidente del comité de pequeñas y medianas empresas, Etienne Bernard. Un aumento de dividendos en las empresas que cotizan en bolsa “no es lo mismo” que en las pequeñas y medianas que “intentan crecer”.
Los sindicatos admiten que la prima será bienvenida, pero reclaman una política salarial, empezando por un aumento del salario mínimo (que es de unos 1.000 euros), según Francois Chereque, responsable de la el FDT, el segundo sindicato francés. “Esta prima dividirá a los trabajadores”, advirtió además ese dirigente.
Mientras Nicolas Sarkozy visitaba la fundición de Vrigne aux Bois, el gobierno decidía prolongar hasta 2012 el congelamiento del índice salarial que sirve para calcular el salario de los 5,2 millones de empleados estatales que no se beneficiarán con la prima obligatoria que el gobierno quiere aplicar este año.
Clarín, 22-4-11