Declaración conjunta
Consenso Civico.
Las instituciones de
la sociedad civil abajo firmantes hemos intercambiado ideas y opiniones en
torno al particular momento que vive nuestro país, y advertimos con preocupación
las marchas y contramarchas del Poder Ejecutivo Nacional, reñidas en forma y
contenido con el quehacer básico de una democracia republicana y participativa.
El actual gobierno
nacional ha desistido en la formulación de un plan estratégico institucional democrático
para la Argentina ,
y a cambio ha optado por el desarrollo de una estrategia de poder, que tiene en
miras únicamente su preservación al frente de todos los estamentos
gubernamentales.
Las entidades que
suscribimos esta declaración creemos que un gobierno surgido de la voluntad
popular debe procurar, por sobre todas las cosas, la formulación de políticas
de Estado, fundamentales para sostener una estrategia nacional de desarrollo
integrado. Y es por ello que hemos destacado la necesidad de la búsqueda de
consensos en el diseño de políticas públicas que permitan la realización de las
tareas de gobierno mediante mecanismos sólidos y duraderos.
En las democracias
jóvenes –en particular, aquéllas con economías emergentes-, resulta necesario
el propósito gubernamental de trazar planes estratégicos en diversas áreas. El
primero de ellos radica en la edificación de una institucionalidad
autosuficiente y robusta que permita resistir los tiempos de crisis y propenda
al desarrollo en los tiempos de bonanza.
Para ello, las
políticas deben proponerse ex ante para su análisis y debate, del que surgirá
el verdadero consenso ciudadano, y no ex post, como sucede actualmente, con la
intención de revalidar acciones mediante mayorías circunstanciales. Es evidente
que la generación de acuerdos sobre cuestiones substanciales no puede estar
únicamente restringida a la discusión legislativa, ya que la mayoría de las
políticas públicas formuladas y aprobadas en el ámbito parlamentario hoy en día
están en crisis.
A título de ejemplo,
los ferrocarriles argentinos, que fueron privatizados con el objeto de evitar
una pesada carga presupuestaria al Estado, y al mismo tiempo con el propósito
de la búsqueda de eficiencia y seguridad en el transporte, dio como resultado
una mayor carga económica (vía subsidios) y una verdadera bomba de tiempo en
materia de seguridad y eficiencia en el servicio público.
También de esa manera
podemos interpretar y entender, por ejemplo, la cuestión de YPF-Repsol. Según
pudimos observar en los fundamentos de la expropiación, los funcionarios del
gobierno sólo se limitan a un discurso que encubre los oscuros desaciertos en
materia petrolera de los últimos años, y propenden al manotazo que reconstruya
la disponibilidad de caja y dilate para otros gobiernos los costos de la
decisión adoptada.
Así resulta claro que
las políticas adoptadas por el gobierno reúnen las mismas características,
contrarias a la forma republicana de gobierno y a la convivencia democrática:
rehuir al debate, descalificar al opositor, edificar –tanto dentro como fuera
del país- enemigos irreconciliables, cooptar inescrupulosamente otras fuerzas
políticas, desoír mandatos judiciales, arrogarse facultades constitucionales de
otros poderes, etcétera.
También deben
agregarse los confusos hechos en donde se encuentran comprometidos los actores
del más alto nivel de decisión política y que, invariablemente, han dado lugar
a distintas crisis institucionales.
Por este camino, las
decisiones hoy tomadas tendrán ineludibles consecuencias para las próximas
generaciones. Queremos mirar lejos, hacia adelante. A casi treinta años de
ejercicio democrático ininterrumpido, es tiempo de movilizar las energías
sociales y la diversidad que supone el libre debate de ideas y ha sido un sello
de identidad indiscutido en la historia argentina. En este sentido, sin dejar
de considerar el rol ordenador del Estado, es preciso promover al genuino
empresariado privado de riesgo y al sector de la economía social.
Es deseable que
nuestras organizaciones pongan manos al trabajo de desentrañar la madeja
política, con miras a advertir los graves problemas que se avecinan y proponer
el conjunto de políticas adecuadas que reparen la desinstitucionalización
producto de la estrategia de poder del gobierno en turno.
Por ello, apelamos a
la responsabilidad que le cabe a cada una de las instancias de la ciudadanía e
invitamos a abrir las puertas a una sociedad civil más participativa, que nos
lleve a la construcción de consensos cívicos indispensables para el desarrollo integrado,
la inclusión social y la justicia independiente.
Y nos comprometemos a
profundizar la acción de cada una de nuestras instituciones en favor de los
análisis estratégicos de mediano y largo plazo para el sostenimiento de
políticas públicas que se consoliden por sobre las circunstancias políticas
partidarias.
Consenso Repúblicano;
Cadal; Cieso; Leandro Alem y Argentina
Siglo 21; la
Fundación Pensar ; Nuevas Generaciones; Movimiento Productivo
Argentino
mpargentino.com.ar