lunes, 22 de octubre de 2012

DISTINCIÓN ACADÉMICA INCOMPRENSIBLE





Los 50 años del comienzo del Concilio Vaticano II (1962-1965) fueron celebrados con un acto en el que la Universidad Católica Argentina (UCA) entregó el doctorado honoris causa al rabino argentino Abraham Skorka.

Que una universidad católica otorgue un doctorado honoris causa a un rabino es un hecho inédito en América latina y subraya que el Concilio Vaticano II abrió la puerta a un creciente acercamiento entre la Iglesia Católica y el judaísmo. En su declaración "Nostra Aetate", esa asamblea de obispos del mundo, reunidos en Roma, destacó el patrimonio espiritual común a cristianos y judíos y fomentó el mutuo conocimiento y aprecio.

El rector de la UCA, presbítero Víctor Fernández, dijo que esa entrega quería expresar: "Aquello que pedía el Concilio y que han vivido elocuentemente los últimos papas, ha sido acogido en la Argentina, y que las instituciones cristianas podemos acoger la sabiduría presente de un rabino más allá de las diferencias que subsisten".

En el estrado estuvieron el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, y el nuncio apostólico, monseñor Paul Tscherrig.

La Nación, 22-10-12

Antecedentes:

Diversas opiniones de los rabinos argentinos sobre el matrimonio gay

Fuente: Agencia Judía de Noticias

 Cuatro rabinos de la Argentina fueron consultados por la Agencia Judía de Noticias sobre la ley que se debate en el Congreso que habilitaría el casamiento entre personas de un mismo sexo.
El rabino Samuel Levin, principal referente de la ortodoxia judía en la Argentina y representante también de los rabinos del Agudath Israel, organismo que reúne a los ultraortodoxos de todo el mundo, abrió el debate en el escenario del judaísmo al declarar a  esta agencia que es “un escándalo espiritual” que el Congreso argentino debata una ley que permita el casamiento entre personas del mismo sexo.
“¿Cómo un diputado puede levantar la mano para legalizar una extorsión humana que puede destruir todo lo que es la familia?”, se preguntó Levin.
Para el religioso, la norma que recibió media sanción de la Cámara de Diputados y que espera ser tratada en el Senado “es la destrucción de la vida matrimonial”.

Por su parte, el rabino Abraham Skorka, de la Comunidad Benei Tikvá, dio su voto a favor de la “unión entre homosexuales”, pero aclaró que este contrato “no se llamaría matrimonio, que está definido por característica heterosexuales”.
“La visión judía acerca del matrimonio habla de la unión entre un hombre y una mujer, y el cuadro bíblico primigenio lo define como el estado ideal del hombre”, agregó el religioso.
También en diálogo con AJN, Skorka sostuvo que la Argentina vive “en una realidad democrática y sabemos perfectamente bien que existen personas que tienen una sexualidad definida en otro sentido respecto de la concepción bíblica”.
El religioso consideró que “a estas personas, con el máximo de los respeto, se les debe dar la posibilidad de conformar una unión”.