POR NATASHA
NIEBIESKIKWIAT
El viernes, el
Tribunal Internacional del Mar ya tenía abierta en su sitio online la carpeta
por ahora incompleta de su último caso: “ARA Libertad (Argentina vs Ghana)”. El
jueves y viernes próximos representantes de los dos países se enfrentarán en
las primeras audiencias en que las que Argentina busca la liberación inmediata
de la Fragata
Libertad , tras casi dos meses en el Puerto de Tema. Allí
está detenida, en una inédita situación internacional, por el pedido de embargo
del fondo estadounidense NML, que acogió la justicia ghanesa. Es además una
situación relacionada al fallo que el miércoles emitió el juez Thomas Griesa en
Nueva York para que nuestro país le pague la totalidad de su deuda a los
llamados fondos buitres.
La misión oficial
ante el Tribunal del Mar, opinaron todos los analistas consultados por Clarín,
no es imposible pero sí compleja. Pero lo más difícil es que está llena de
lagunas que el Gobierno no quiere o no puede explicar .
Una de ellas radica
parte del primer pedido que realizó el Gobierno al Tribunal de Hamburgo: que
expida una medida cautelar (provisoria) ante las autoridades de Ghana para que
“permita incondicionalmente al buque de guerra ARA Fragata Libertad dejar el
Puerto de Tema y las aguas jurisdiccionales de Ghana, y que le permita
reabastecerse para que ello (la partida) ocurra” El Gobierno nunca explicó que
había solicitado al juez que lleva el caso (Richard Adjei Frimpong) que declare
la incompetencia de Ghana para aceptar el embargo del buque escuela pedido por
NML. La información llegó recién el miércoles cuando este denegó el pedido
argentino. Y a cada crítica o pregunta incómoda, desde Cristina Kirchner a sus
ministros, la tilda de “antipatriota”.
Uno de aspectos sin
explicar y no muy difundido es la denuncia y pedido de informes al Ejecutivo
efectuado por la diputada de la
UCR Elsa Alvarez, que con su colega Julio Martínez, documentó
hasta con fotos el registro de la
Fragata ante la Organización Marítima
Internacional. “Nuestro país aceptó voluntariamente la resolución (de la Organización y la Fragata Libertad
tiene asignado un número de identificación IMO 6125398) y, por lo tanto, no es
un buque militar, sino un buque de servicios bajo la matrícula Q2”. Pero ante
los foros internacionales y el Tribunal del Mar, la Cancillería argumentó
que es buque de guerra inembargable .
Nadie explicó tampoco
si sigue vigente un decreto del ex presidente Fernando De la Rúa que estableció la misión
de la Fragata :
“incrementar los vínculos de amistad con los países visitados y sus armadas”.
Esta “distinción honorífica”, tendrá “efecto exclusivamente protocolar” y “no”
conlleva asignación “de la condición de misión diplomática en los términos de la Convención de Viena
sobre Relaciones Diplomáticas del año 1961” y tampoco se le extiendan “al buque
o su tripulación los privilegios e inmunidades”.
Otro bache responde
al artículo 292 del Tribunal. Dice que podría haber condiciones para que se
libere un buque cuando así la convención del mar lo considere pero al mismo
tiempo habla de que a ello se procederá una vez que el Estado que lo pide
deposite “fianza razonable o garantía financiera”. Hasta ahora el Gobierno se
negó a pagar los 20 millones que se les ha pedido de fianza en Ghana para
liberar la Fragata.
Clarín, 25-11-12