En la entrada anterior del blog se analizó la "banalización de la política". La experiencia que relata un payaso brasileño, confirma la necesidad de que haya personas preparadas y con vocación por la vida cívica para actuar en la política. Conviene no olvidar el lema de este sitio.
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El Congreso es “una
escuela y se aprende a ir tanto por el camino correcto como por ‘otro camino’,
al que no fui invitado”, señaló Tiririca, quien explicó que, aunque “desde
afuera se crea que los diputados no trabajan, la verdad es que ellos trabajan
mucho”.
Francisco Everaldo
Oliveira Silva, el verdadero nombre del popular payaso Tiririca, logró en las
elecciones de 2010 convertirse en el diputado federal más votado de la historia
brasileña, con 1.348.295 sufragios, a los que accedió por el Partido de la República (PR) y en
representación de San Pablo, con un discurso antipolítica y el siguiente lema:
“No sé qué hace un diputado, pero si me vota después le cuento”.
El trabajador de
circo, famoso por participar de programas populares de televisión en sketches
humorísticos, indicó que no se presentará a la reelección en 2014 ya que
prefiere darle prioridad a su hija de tres años.