Síndrome de Hubris:
14 síntomas para mirar en Cristina
CIUDAD DE BUENOS
AIRES (Urgente24) -
"Es difícil y
sobre todo cuando alguien padece como es su caso, el síndrome de Hubris, que es
la enfermedad del poder y que usted está padeciendo", disparó anoche el
periodista y neurólogo Nelson Castro en la pantalla de TN anoche.
Inmediatamente las
palabras de la editorial de Castro repercutieron en las redes sociales. Pero,
¿cómo reconocer lo verosímil de las palabras de Castro? ¿Acaso las
observaciones de la ciudadanía bastan para diagnosticar a la presidente?
Sin temor al error,
se puede comprobar que una sociedad que condena la gran mayoría de su población
a delegar su poder en la papeleta electoral cada 4 o 5 años, sin casi ningún
control efectivo sobre los representantes elegidos podría condenarse a tener
dirigentes embusteros y embriagados de sus privilegios. Ejemplos abundan y las
excepciones son muy pocas.
Dos libros, uno de
David Owen y J. Davidson (2009) "Hubris syndrome : an acquires personality
disorder? A study of US Presidents and UK Prime Ministers over the last
100 years"; y "In Sickness and in Power" (2008) también de David
Owen; profundizan este concepto.
Las reglas de
“detección del síndrome de Hubris” (visibles en la mayoría de los jefes de
Estado actuales, de Berlusconi a Putin) van acompañadas de breves observaciones
a conocidos líderes políticos supuestamente emancipadores. Aquí van 14 características
basadas en los estudios de Owen:
1 Una propensión
narcisista a ver su mundo principalmente como un escenario donde ejercitar su
poder y buscar la gloria.
2 Una predisposición
para lanzar acciones que puedan dar al individuo una luz favorable, con el fin
de embellecer su imagen.
3 Una preocupación
desmedida por la imagen y la presentación (Stalin, Mao tse Tung).
4 Un modo mesiánico
de comentar los asuntos corrientes y una tendencia a la exaltación.
5 Una identificación
con la nación o una organización hasta el extremo que el individuo valora su
punto de vista y sus intereses como idénticos (Lenin, Gandhi).
6 Una tendencia a
hablar de sí mismo en tercera persona o a usar la forma regia de « nosotros ».
7 Una excesiva
confianza en su propio juicio y un desprecio por los consejos o las críticas de
los demás (Lenin 1917-1924).
8 Un enfoque personal
exagerado, tendente a la omnipotencia, de lo que son capaces de llevar a cabo
(Stalin en 1939-1941).
9 Una creencia de que
antes de rendir cuentas al conjunto de sus colegas o a la opinión pública, la Corte ante la cual deben
responder es: la Historia
o Dios (Fidel Castro y otros líderes de partidos únicos).
10 La idea
inquebrantable de que aquella Corte les absolverá (Fidel Castro y muchos otros
líderes, como Tito, Enver Hodja, etc.).
11 Una pérdida de
contacto con la realidad, a menudo vinculada a un aislamiento paulatino
(Stalin).
12 Agitación,
imprudencia e impulsividad.
13 Una tendencia a
privilegiar su « amplia visión » en detrimento de la entereza moral de un
derrotero señalado, de modo a pasar por alto la necesidad de contemplar las
posibilidades prácticas, los costos y los resultados (Lenin).
14 Una incompetencia
« hubrística », cuando las cosas van mal porque demasiada confianza en sí mismo
condujo al líder a desatender los peligros y las trampas generados por su
propia política (Stalin en 1941, Gorbachev en los 1990).