A la entrada de ayer en este blog, agregamos otros dos ejemplos claros de ecologismo. En el primer caso, argentinos fueron detenidos en Rusia por pretender abordar un buque. En el otro, personas que en su mayoría no son vecinos de la ciudad donde se está construyendo una planta de Monsanto, insisten en que se detenga la obra, aunque exista un fallo del Tribunal Superior de Justicia que la autoriza, y aunque perjudique a los obreros que trabajan en ese lugar.
Apelan
encarcelamiento de activistas argentinos
Por Agencias AP y DyN
La organización
ambientalista Greenpeace presentó un recurso de apelación para que se revoque
la prisión preventiva dictada por un tribunal ruso contra 30 activistas, entre
ellos dos argentinos, que permanecen detenidos en ese país tras una protesta en
el Ártico.
Camila Speziale y
Hernán Pérez Orzi fueron detenidos junto a otros 28 activistas de la organización,
que también recibieron la prisión preventiva, tras intentar abordar una
plataforma petrolera en el Ártico, propiedad de la compañía estatal rusa
Gazprom.
El director ejecutivo
de Greenpeace en Argentina, Martín Prieto, dijo que la organización “impuso un
recurso de apelación para que se revoque la prisión preventiva para investigar
el delito de piratería” de los activistas.
Greenpeace informó en
un comunicado que los 30 ambientalistas escucharon la resolución del tribunal
de Murmansk sin traductores adecuados y sostuvo que “22 permanecerán en
custodia por dos meses mientras se lleva a cabo una investigación sobre
supuestos cargos de piratería, mientras que el resto será retenido por tres
días más para enfrentar una nueva audiencia”.
El delito de piratería
prevé una condena de hasta 15 años de cárcel y una multa de unos 15.500
dólares.
El director ejecutivo
de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, afirmó que “estas detenciones son
como la industria de petróleo rusa, una reliquia de una época pasada”. “Los 30
están en prisión por llamar la atención sobre la imprudencia de empresas como
Shell y Gazprom”, agregó.
“El Ártico se derrite
frente a nuestros ojos y nuestros activistas se mantienen en defensa de
aquellos que quieren aprovecharse de esta crisis para perforar por más
petróleo”, manifestó Naidoo.
Margarita Malig,
esposa del activista argentino detenido, expresó que “en ningún momento”
imaginó que su marido podía ser detenido por las acciones ecologistas y dijo
que realiza trámites para viajar a Rusia junto a su hija de un año.
En declaraciones al
canal Todo Noticias (TN), la mujer explicó que “la idea es que no estén en una
cárcel, sino en algún tipo de residencia”.
Ayer se registraron
marchas en diferentes ciudades, entre ellas Buenos Aires, frente a sedes de
embajadas de Rusia para pedir la liberación de los activistas. A su vez,
Greenpeace anunció una jornada mundial de protestas para hoy.
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Tensión por el bloqueo a Monsanto en Malvinas
Por Lucía Guadagno
Horas de tensión se
vivieron ayer frente al predio donde Monsanto construye una planta de semillas,
sobre la ruta A88, en Malvinas Argentinas. Numerosos agentes policiales,
incluida la Infantería
y el grupo Eter, se desplegaron en la mañana para garantizar el ingreso de
camiones a la construcción, después de una semana de bloqueo por parte de
manifestantes que se oponen a la instalación de la multinacional.
Sin embargo, ningún
camión entró. Según explicó el comisario mayor Mario Tornavaca, a pesar de que la Policía expresó a los
conductores que les habilitarían el ingreso, estos prefirieron no exponer sus
vehículos ante la resistencia de los asambleístas.
Anoche, el delegado
obrero de la Unión Obrera
de la Construcción
(Uocra), Ariel Gutiérrez, dijo a este diario que nueve trabajadores habían
recibido telegramas de despido y que otros 20 telegramas ya habían sido
enviados. Agregó que, de no ingresar materiales, la semana que viene se irían
cinco empresas contratistas, lo que afectaría la fuente laboral de entre 40 y
50 obreros.
Ante esta situación,
vecinos de la
Asamblea Malvinas Lucha por la Vida , que realizan el bloqueo
junto con las Madres de Barrio Ituzaingó anexo y varias organizaciones sociales
y políticas de izquierda, sostuvieron que la responsabilidad del conflicto es
de los gobiernos provincial y municipal. “Ellos permitieron que esta planta se
construya sin que se cumpla la
Ley General del Ambiente, y ahora nos quieren trasladar la
responsabilidad a nosotros”, sostuvo Martín Carranza, integrante de la
asamblea.
El jueves por la
mañana, un grupo de obreros liderados por delegados de la Uocra corrieron a los
asambleístas del ingreso principal al predio. Esa entrada, junto con otras dos,
estaban siendo bloqueadas desde el miércoles pasado por los manifestantes. Sólo
dejaban entrar a los trabajadores, pero no a los camiones.
Después de ese
desalojo, que no fue ordenando por ningún fiscal pero que fue concretado de
hecho los obreros y el sindicato, la
Policía instaló un vallado en el ingreso, que hasta anoche
estaba custodiado por efectivos de seguridad.
En tanto, los
asambleístas permanecían también en el lugar, distribuidos en una decena de
carpas.
Conflicto
Los manifestantes
reclaman que la municipalidad de Malvinas Argentinas cumpla con la Ley General del
Ambiente, N° 25.675, que obliga a que la empresa presente un estudio de impacto
ambiental completo previo a la construcción de la obra, algo que no se le
exigió a Monsanto. Tampoco cumplió con la instancia de participación ciudadana
que prevé esa ley nacional; ante ello los manifestantes exigen al intendente
Daniel Arzani que realice una consulta popular.
La construcción
fue suspendida en febrero pasado por la
Sala 2ª de la
Cámara del Trabajo, pero fue luego habilitada en abril por el
Tribunal Superior de Justicia, que consideró que para este caso no debe
aplicarse la Ley General
del Ambiente sino leyes provinciales.
El lunes, asamblea de
la Uocra
Reclamo. La Uocra informó que el próximo
lunes realizará una asamblea a las 8, en el predio. “No queremos enfrentarnos
con los manifestantes. Ellos tienen derecho a protestar, pero nosotros, derecho
a trabajar”, dijo Luis Gutierrez, secretario adjunto del gremio. “Por eso
queremos que la Justicia
actúe para garantizar la fuente laboral”. En la obra trabajan unos 170 hombres.