Esta madrugada nos
dejó nuestro Coordinador General, Carlos Manuel Acuña. Su salud se deterioró
rápidamente desde el año pasado, lo que obligó a sucesivas internaciones. La
realidad es que muchas de sus columnas las escribió desde el Centro de
Educación Médica e Investigaciones Clínicas Norberto Quirno (CEMIC).
Con una voluntad
inquebrantable, decidió seguir haciendo periodismo hasta más allá de sus
fuerzas. Su penetrante visión de la realidad política y su estilo clásico le
dieron a este medio muchas de sus mejores páginas. Contó siempre con el
entusiasmo de una gran cantidad de lectores que comentaban cada uno de sus
artículos. Tenía su propio público, algo que consiguen pocos periodistas y que
él fue consolidando en más de 50 años de trayectoria, que lo llevaron a ser una
de las mejores plumas de La
Prensa. Nos deja también sus libros, sin duda alguna,
testimonios insustituibles para entender la década del ‘70.
Carlos Manuel fue un
crítico severo pero justo del ciclo iniciado por el kirchnerismo en el 2003. Su
valentía y claridad en estos tiempos, cuando la mayor parte del periodismo es
cómplice o hace la vista gorda, fue realmente notable. Fue, sin duda, un
ejemplo en una profesión en la que no sobran.
Como un modesto homenaje
a su trayectoria, en los próximos días publicaremos algunas de sus columnas más
importantes. Y siempre lo seguiremos recordando como nuestra mejor pluma y una
excelente persona.
El Director
InformadorPúblico,
14-10-13