¡Otra vez sopa!
Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
Esa conocida queja de
la inefable Mafalda de Quino, es la que seguiremos haciendo en las próximas
generaciones de argentinos, o por lo menos hasta que el uso de la razón y un
poco de vergüenza retornen a este lado del Río Uruguay.
Tenemos tres
vertientes para analizar lo que pasa en este asunto que ya resulta
increíblemente estúpido. Uno es el aspecto técnico y científico. El segundo es
el caso psiquiátrico que parece afectar a una gran porción de la población
argentina, pero que se mani-fiesta con mayor severidad en Gualeguaychú, y en
las regiones mineras del país: se denomina "paranoia verde". Y el
tercero, y más grave de todos, es el lado político: la corrupcion rampante ha
contaminado a la sociedad argentina mucho más que las 15 pasteras que hay de
nuestro lado del río Uruguay.
Después de su
humillante derrota en el enfrentamiento anterior, derrota propinada por el
Tribunal de La Haya, los asambleístas quedaron con mucha “sangre en el ojo”.
Sobre todo sus dirigentes, habían avizorado un brillante futuro en política
–las dietas y jubilaciones en ese campo son un tentación imposible de resistir–
y el Tribunal de La Haya (adonde dicen querer volver para recibir más de lo
mismo), y la dura realidad terminaron por destrozar esos sueños de poder y
riqueza mal habidos.
Pero el mal de la
paranoia verde, cuando se mezcla con la dosis adecuada de un nacionalismo mal
entendido, gene-ralmente lleva a consecuencias catastróficas. La única cura
para este mal radica en una vuelta al colegio primario y un duro entrenamiento
en comprensión de textos, lógica y procesos de razonamientos adecuados,
historia de la humanidad, y cursos intensos de introducción a la ciencia y
comprensión de los textos científicos y de estudios epidemiológicos.
Conclusión: eso jamás
sucederá por lo tanto esta enfermedad endémica seguirá extendiéndose hasta
alcanza la categoría de pandemia.
El lado técnico y
científico
Este es el lado más
aburrido de todos. Porque a la gente enferma de paranoia verde los números, los
datos, los porcentajes, le aburren horriblemente. Sólo quieren escuchar la
parte catastrófica y el mensaje Apocalíptico. Con un cartelito en la mano salen
a unirse a manifestaciones, bloqueos y piquetes con la convicción –equivocada,
por cierto- de que no sólo están “salvando al mundo”, sino que finalmente son
alguien que sale (al fin!) de un anonima-to degradante y pasan a ser una parte
“gestáltica” de un gran monstruo que tiene un poder omnímodo. No hay nada como
creerse dueño del poder –aunque ese poder lo ejerzan otros sobre los que no
tiene ninguna influencia.
Entonces, a riesgo de
aburrir al lector, hay algunos datos y razonamientos que deberé presentar para
quienes no han perdido su capacidad de análisis y comprensión.
Razonamiento Uno:
Hasta la fecha no se
había publicado en ninguna parte un informe con análisis confiables, de
laboratorios indepen-dientes, de países no comprometidos con las partes, de que
la pastera Botina (hoy UPM) contaminase el río o la atmósfera de la región. Sí
se sabe, y nadie lo niega, que las 13 pasteras argentinas contaminan gravemente
sin que Greenpeace o los asambleístas de Gualeguaychú hayan hecho el menor
comentario. Si hubiese existido el menor indicio de que UPM/Botnia contamina,
¿cuánto hubiese demorado el Canciller Timmerman en recibir la orden de divulgar
esos resultados en lugar de ocultar los que realmente dispone el gobierno argentino?
Y si UPM/Botnia no
contamina, ¿por qué no puede aumentar su producción un 10% o un 30%, o un 100%?
Si la contaminación es CERO, el 30% de CERO sigue siendo CERO.
Entonces el asunto
gira alrededor de si el reclamo argentino es serio y fundamentado o sólo es una
expresión de paranoia verde, deseos de revancha por tanta “sangre en el ojo”,
¿O es una movida política del gobierno que mezcla un falso nacionalismo con
gruesas dosis de datos falsos y distorsiones de la realidad para recuperar la
simpatía de algunos votantes en tiempos donde su credibilidad ha caído a
niveles de varios subsuelos?
Entonces se hace
obligada una comparación entre los datos de contaminación entre las fuentes
argentinas y las fuentes uruguayas, datos que son incontrovertibles, imposibles
de refutar:
Compare niveles de
contaminación del río Gualeguaychú y UPM
Según indicó la
ministra interina de Vivienda uruguaya Lejtreger, los datos responden a
estándares establecidos en el acuerdo realizado en Olivos en julio de 2010 que le
dan marco a los controles y que refieren a comparación entre vertidos de UPM y
el aporte de la desembocadura del río Gualeguaychú tomados mediante muestras
gemelas. Explicó que se hace un monitoreo conjunto de 12 controles anuales
realizados en base a tomas sorpresivas que se envían a laboratorios en
Argentina, Uruguay el exterior. Así, confirmó que ambos gobiernos cuentan con
la misma información de base.
Fósforo
Respecto al fósforo,
cuyo nivel fue “denunciado” por Timeman, afirmó que la concentración estándar
de ver-tido es de 5 miligramos por litro y que los resultados de los análisis
han dado un promedio de 0.86 miligramos por litro, habiéndose registrado un
máximo de 2,6 mg por litro. Asimismo, en cuanto a la carga que se vierte al
río, aseguró que el ministerio autoriza un promedio mensual de 74 kilos por
día, y el promedio de vertido de UPM es de 47 kilos diarios. En este mismo
punto, se subrayó que en la desembocadura del río Gualeguaychú el promedio de
vertido diario es de 5.108 kilos diarios, lo que supera en 1800% el vertido de
la planta.
Caudal de vertido
Según el Comité
Científico de la CARU es de 690 litros por segundo, lo que está por debajo de
los 846 litros por segundo autorizados por la DINAMA. Asimismo, aseguró que la
temperatura “cumple con los estándares de la resolución ministerial de 2011” y
que debe tenerse en cuenta que en el propio río a la altura de UPM el caudal
promedio es de 5 millones de litros por segundo.
Endosulfán
Por resolución del
presidente José Mujica el endosulfán es un compuesto prohibido en el país, pero
sucede que las trazas que se han encontrado responden a que “es un compuesto
orgánico persistente”. Sobre estándares, la concentración para efluentes
industriales es de 2.000 nanogramos por litro, y los resultados para este
período, hasta julio de 2013 era de 1,07 nano gramos por litro en UPM, y de
14,2 nano gramos en el río Gualeguaychú“En función de acuerdos internacionales,
que tienen establecidos como valor de referencia 2.000 nano gramos por litro,
UPM se encuentra en un 55.300% por debajo del estándar”.
Carga orgánica
La carga orgánica
responde a la demanda química de oxígeno de la planta, que es de 14.700 litros
por día, en tanto el tope es de 55.000 kilos diarios, lo que implica una
demanda del 380% menor a lo establecido.
Nitrógeno
En referencia al
nitrógeno, los muestreos de UPM están en una carga de 102 kilogramos diarios,
habiendo un máximo de 284, pero por debajo de un tope de 740 kg diarios
dictaminados. Paralelamente, en el río Gualeguaychú se advierte un promedio de
11.750 kilos diarios, cifra 115 veces superior al aporte de UPM al caudal. La
planta de UPM está posicionada dentro de las mejores del mundo por sus
estándares ambientales.
Y viene ahora la
parte más desagradable: la política y la corrupción, algo en que los argentinos
tenemos demasiada experiencia en toda nuestra historia. Porque no vamos a
cometer la ingenuidad y la torpeza de creer que la corrup-ción ha surgido como
un hecho nuevo hace sólo algunos pocos años o décadas. Es interesante
comprender cómo si inició todo este penoso asunto y voy a extractar algunos
pasajes de escritos del analista político uruguayo Jorge Azar-Gómez, en 2
publicaciones hechas en el sitio El Informador Público (en Conflicto con
Argentina, no les creo nada y Argentina, las Coimas y las Relaciones con
Uruguay
Durante el Gobierno
del Dr. Tabaré Vázquez, la Administración del entonces presidente Néstor Carlos
Kirchner pensó que, por haber enviado a siete mil uruguayos en las elecciones
para votar al Frente Amplio, conserva-ba autoridad para manejar nuestra
política exterior. Y fue así que todo era armonioso hasta que vieron que el Dr.
Vázquez apoyaba la instalación de la planta de celulosa y les sacaba a ellos el
pan de la boca. Pan que ellos tuvieron en sus manos y, por ser desmesurados en
el pedido de coimas a los finlandeses, lo per-dieron. Desde ese momento,
trasladaron el problema al medioambiente y a su protección. Todos se volvieron
ecologistas, olvidándose del apoyo que Busti y Kirchner le dieron a la instalación
de Botnia en Río Negro. Como la palabra de Busti es más contundente que la mía,
creo oportuno recordar las mismas. Diario El Heral-do de Entre Ríos, noviembre
de 1998:
En la mañana de hoy,
el Gobernador de Entre Ríos, Jorge P. Busti, informó desde su despacho en la
Casa de Gobierno en Paraná que se ha confirmado un adelanto sobre la
instalación de la industria de pasta celulósica en Entre Ríos. Pregunta el
periodista: “¿Dónde se instalará la fábrica?”. Responde el Gobernador: “En una
zona del río Uruguay que los inversores han evaluado, ubicada entre Concepción
del Uruguay, Colón y Concordia”.
En el 2004, el
presidente Kirchner fue más contundente aún ya que entregaba al Congreso
Nacional la Memo-ria Detallada del Estado de la Nación Argentina año 2004, un
documento de 527 páginas que incluye el capí-tulo Uruguay, expresando entre los
logros, en la página 107, que en junio del 2004, “Argentina dio el aval para la
construcción de las Plantas de Celulosa, y que en el mismo mes, ambos países
firmaron un acuerdo bilateral, poniendo fin a la controversia por la
instalación de una planta de celulosa en Fray Bentos. Este acuerdo respeta, por
un lado, el carácter nacional uruguayo de la obra, que nunca estuvo puesto en
entre-dicho y, por otro lado, la normativa vigente que regula las aguas del Río
Uruguay a través de la CARU”. Cuando en marzo del 2006, el presidente Vázquez
apoyó y acompañó el proyecto Botnia, Argentina comenzó a protestar por la
instalación de la “pastera” en Uruguay. En todos mis artículos, de esa fecha en
adelante, afirmé que el conflicto no se solucionaba mientras Vázquez y Kirchner
estuvieran en el gobierno. Por desgra-cia, no me equivoqué: es que todos los
analistas estudiaban el conflicto sin poner dentro del “paquete” lo que se habían
perdido por las groseras exigencias de Busti, las cuales fueron la causa del
enfrentamiento de los presidentes.
[…]
La historia del
conflicto la conocemos todos y sería pesado volver a repetirla pero,
lamentablemente, la historia vuelve a repetirse en el gobierno del presidente
Mujica. Otra vez, la coima aleja a los gobiernos.
[…]
Nadie sabía, hasta
ahora, que hace mas de un año Uruguay le hizo caer el gran negociado del
dragado del Canal de Martín García al denunciar un “intento” (llamémoslo así)
de soborno para aceptar un mayor precio en la continuidad del actual dragado y
un precio a acordar en la licitación de la profundización del Canal, sobre
precio que igual se aceptó y nadie sabe, después que se retiró el Embajador
Bustillo… en qué bolsillo aterrizó el millón de dólares que estaba en la
elegante mesa del salón del Jockey Club Argentino. Porque que estuvo, estuvo.
[…]
El tema es que, a
partir del momento en que salieron a luz las versiones desmentidas y luego
confirmadas, comenzaron las represalias contra el Uruguay y las relaciones se
agriaron. Tal como en su oportunidad le sucedió al Dr. Vázquez, lo propio le va
a pasar al presidente Mujica, es decir, que mientras él y la Señora de Kirchner
sean presidentes, jamás se concretará la profundización del Canal de Martín
García. ¿Acaso las coimas, los sobornos, las “atenciones”, los sobreprecios,
etcétera, serán en el futuro quienes regulen las relaciones entre Argentina y
Uruguay?
Es de conocimiento
internacional (y la risa abierta del mundo diplomático) que el manejo de la
política exterior que hace Argentina es tan catastrófico que los ingleses bien
podrían retirar sus fuerzas de las Islas Malvinas dejando un policía a cargo de
todo. La Cancillería argentina nunca acertó en ninguna de sus intervenciones,
desde su notable papelón con Ghana y la fragata Libertad, como el insólito
tratado con Irán, y su infructuoso manejo del asunto de los fondos de inversión
que tiene a su cargo el Juez Griesa en Nueva York. La vieja tradición de
seriedad y altísima competencia de sus funcionarios que tuvo la Cancillería
argentina ha desaparecido y fue reemplazada por funcionarios con pasados
terroristas de condenas a cadena perpetua por asesinos de inocentes como el Sr.
Jorge Taiana, o ex periodistas de baja estofa, colaborador y propagandista del
régimen militar entre 1976 y 1982, el impresentable Héctor Timmerman, que con
su increíble ineptitud deja en ridículo a su imitador en Periodismo Para Todos.
El manejo que si hizo
con nuestra amiga y hermana república de Uruguay ha sido a todas luces
malintencionado. Ninguna de las promesas y acuerdos se convirtió en realidad.
Allí siguen trancados los proyectos para el dragado de Martín García y el río
Uruguay; allí siguen trancados los esfuerzos inversionistas para ampliar el puerto
de Nueva Palmira; allí siguen trancadas las negociaciones para atemperar el
efecto de las trabas a la importación de productos uruguayos; allí siguen
amenazantes los piquetes sobre el puente San Martín para impedir el tránsito de
turistas. Y aparecen proyectos de modificación del Río de la Plata que harían
inoperable al puerto de Montevideo. ¿Por qué tendría algún gobierno uruguayo
sentir respeto –para no hablar de cariño o amistad- por los que vienen
gobernando a la Argentina en los últimos 10 años? No creo que tarde demasiado
para que Uruguay levante la prohibición que puso al ingreso de barcos y aviones
que viajan o comercian con las Islas Malvinas. Todo esto es de no creerse! Ni
siquiera Gabriel García Márquez podría haber imaginado personajes tan
estrambóticos como los que manejan hoy a la otrora "República"
Argentina.
Entonces, viendo todo
esto y sabiendo que son verdades de hierro, todo lo relacionado a la técnica,
la ciencia y cuidado del medio ambiente pierde toda relevancia y que queda reducido
al “cuidado del bolsillo y el negociado”, un mal que viene azotando a nuestra
castigada patria desde hace demasiado tiempo.
Por eso es que
Mafalda se queja con toda razón! ¿Otra vez sopa?!! Más corrupción, más piquetes
de desequilibra-dos mentales, más mensajes mentirosos desde las altas esferas
del gobierno…? Es hora de que la gente común haga escuchar su voz y grite:
Basta! no queremos más sopa!
Fuente: Mitos y
Fraudes
Estrucplan, 18-10-13