El secretario general
de la OEA, José Miguel Insulza, instó hoy a los países americanos a
despenalizar el uso de drogas y a crear políticas públicas que traten a los
adictos como "enfermos" y no como "cómplices del
narcotráfico".
En una mesa redonda
sobre el problema de las drogas en el continente, el secretario general de la
Organización de Estados Americanos insistió en que la represión por el consumo
de estupefacientes incurre en un aumento de la violencia y convierte a los
adictos en víctimas del sistema.
"La reducción o
la eliminación de la violencia y la inseguridad está relacionada con acciones
destinadas a prevenir, no a reprimir el uso de drogas. En lo relativo a
usuarios y dependientes, a su trato como personas afectadas por una enfermedad
crónica o recurrente que debe ser objeto de tratamiento y rehabilitación, más
de que de represión", subrayó Insulza.
"Un cambio
fundamental es la consideración del usuario como víctima, un adicto crónico y
no como un delincuente o un cómplice del narcotráfico. La despenalización de la
tenencia de drogas para uso personal debe considerarse como la base de
cualquier estrategia de salud pública", agregó el secretario general.
El poeta y activista
mexicano Javier Sicilia fue uno de los participante y reivindicó que, mientras
las instancias políticas discuten cómo solucionar el problema del narcotráfico,
la sociedad se desangra.
"Mientras tanto
nosotros tenemos muertos por la prohibición. La prohibición es una estupidez.
La droga ha acompañado a la humanidad durante toda su existencia, ha tenido su
lugar en las sociedades (...). La economía la ha corrompido como ha corrompido
todo, la familia, la iglesia, todo", argumentó el poeta.
"También está el
tema de las armas. Las drogas es un asunto de libertades y de salud pública, la
droga mata o no puede matar y si se controla bien su uso va a matar menos, pero
las armas sí matan, las armas son contundentes y subversivas (...) En este país
tienen condenada la droga y liberalizadas las armas, pues es que ¿Están
locos?", dijo.
Sicilia advirtió de
que el entramado de la violencia producto del narcotráfico está acabando con
las democracias, y aseguró que en el caso de México "ya no hay Estado ni
democracia", porque las "víctimas siguen sin justicia y continúan los
asesinatos".
Por su parte, Paul
Simons, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana para el Control y el
Abuso de Drogas (CICAD), delineó los principales puntos del último informe
sobre posibles escenarios en materia de narcotráfico en el continente realizado
por su comisión con perspectiva para los próximos doce años.
"No son
necesariamente pronósticos ni futuros preferidos, sino futuros posibles",
explicó Simons.
"El primero se
llama "Juntos", enfocado en definir el problema de las drogas como un
problema de inseguridad, de instituciones débiles, tanto de fuerzas de
seguridad como judiciales. La idea es fortalecerlas con más cooperación"
interna e internacional, dijo.
Además de este
supuesto, la CICAD halló el escenario denominado como "Caminos", que
define los problemas de las drogas como consecuencia de un enfoque legislativo
excesivo en la penalización de las drogas, como argumentaban Insulza y Sicilia.
"La respuesta es
empezar a probar diferentes regímenes regulatorios, ya hay algunos países que
se están enfocando más en la prevención" como Uruguay, puntualizó Simons,
quien alertó de que, sin embargo, "por supuesto no es un escenario perfecto".
"Resiliencia"
sería el tercer escenario, basado en la "incapacidad de los gobiernos
centrales de manejar el problema, y la necesidad de tratar el tema desde la
sociedad civil" y los estamentos locales.
Por último, la CICAD
plantea el escenario de "Ruptura", en el que los países pierden la
capacidad de lucha contra el crimen organizado y éste empieza a tomar poder en
la estructura estatal, el único que, según Simons, hay que evitar "a toda
costa".
El Confidencial,
13-11-13