Los problemas de
corrupción en la Argentina
continúan siendo una deuda pendiente del Gobierno. Basta observar lo que
sugieren los últimos datos alrededor de este tema para confirmar esa realidad:
la fundación Poder Ciudadano informó ayer que durante el año que termina el
país experimentó una nueva caída en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC). Ésta
es la herramienta que usa Transparency International (TI) para medir el grado
de transparencia en las distintas partes del mundo.
De acuerdo con ese
termómetro, elaborado sobre la base de entrevistas con empresarios y directivos
de ONG, la Argentina
obtuvo 34 puntos en una escala de 0 a 100 y se ubicó en el puesto 106, de un
total de 177 países auditados. Esto significa un retroceso respecto del año
pasado, cuando había cosechado 35 puntos y había quedado en el lugar 102.
La cifra ubica a la Argentina en una mala
posición global en el ranking que encabezan, como los países más transparentes,
Dinamarca y Nueva Zelanda, con 91 puntos cada uno. En el otro extremo se
encuentran las naciones vistas como las más corruptas: Somalia, Corea del Norte
y Afganistán, las tres con 8 puntos.
Canadá - Uruguay - Chile
- Puerto Rico – Costa Rica - Cuba – Brasil – El Salvador – Perú – Colombia –
Ecuador – Panamá
Pablo Secchi,
director Ejecutivo de Poder Ciudadano (capítulo argentino de TI), destacó que
el "estancamiento" que experimenta la Argentina en esta
materia está relacionado con dos situaciones. "En primer lugar, la
ausencia en nuestro país de políticas anticorrupción, que se reflejan en los
inactivos organismos de control -afirmó-. Y en segundo lugar, se percibe un
alto nivel de impunidad. Son muy pocas, diríamos casi nulas, las
investigaciones de corrupción, cuando las hay, que llevan a una condena
efectiva", dijo.
Según la información
brindada por Poder Ciudadano, el Índice de Percepción de la Corrupción se elabora
sobre la base de "la opinión de expertos sobre la corrupción en el sector
público". Son empresarios y especialistas que responden a una decena de
encuestas sobre corrupción elaboradas por las consultoras más conocidas y por
instituciones internacionales, como TI y el Banco Mundial.