Por Miguel Durán
El hombre apoyó su
mano derecha en el pecho y dirigiéndose
a los jueces del Tribunal Oral Federal N° 2 les dijo: “Con una mano en el
corazón les digo a ustedes que soy inocente”. Eran las 9 de la mañana de ayer cuando se escuchó la última palabra del subcomisario Martín Horacio
Sarmiento, juzgado por el delito de tráfico de influencias.
Las dos horas
siguientes fueron tensas en la sala de audiencias. El piloto policial que también
realizaba viajes para trasladar a funcionarios de la Gobernación en reemplazo
de los colegas de la Dirección Provincial de Aeronáutica que tenían horas de
vuelo de más, fue involucrado con una organización de narcotraficantes liderada
por el empresario agropecuario de Jesús María, Mario Baldo, a la que a cambio
de dinero habría alertado de que sus integrantes eran investigados.
Sarmiento estaba
visiblemente nervioso hasta que Carlos Lascano, José María Pérez Villalobo y
José Vicente Muscará regresaron a la sala para dar a conocer su veredicto.
Lascano, en ejercicio
de la presidencia, fue el encargado de anunciar que por unanimidad se había
resuelto condenar al subcomisario a dos años y medio de prisión en suspenso y
prohibirle el ejercicio de cualquier cargo público a perpetuidad.
El hombre se llevó
las manos a la cara y rompió en llanto.
Su esposa y otros familiares lloraron desconsoladamente antes de que el titular
del Tribunal dijese: “El juicio ha terminado”.
Claudio Orosz, el
abogado defensor había reclamado la nulidad del juicio o la absolución de
Sarmiento por el beneficio de la duda. En tanto, el fiscal Maximiliano
Hairabedian había pedido una pena de tres años de prisión de cumplimiento
efectivo y la prohibición de ejercer cargos públicos a perpetuidad.
Ambos alegatos fueron
convincentes y nadie se habría quejado si otro hubiese sido el fallo.
Antecedentes
Sarmiento estaba
acusado de haber brindado datos de una investigación por el contrabando aéreo
de marihuana desde Paraguay en 2007, supuestamente a cambio de dinero, a un
grupo de narcotraficantes que luego terminaron condenados.
Por eso fue imputado
del delito de tráfico de influencia, que contempla penas de entre uno y seis
años de prisión.
Según la instrucción,
llevada a cabo por el Juzgado Federal Nº3, Sarmiento le habría ofrecido al
empresario agropecuario Mario Baldo información –a cambio de una cifra de
dinero no precisada, de entre siete mil y 30 mil pesos– sobre la causa que
investigaba a una banda internacional de narcotráfico aéreo de marihuana desde
Paraguay hacia Córdoba y/o Santa Fe a través de avionetas del propio Baldo.
Por ese contrabando
fueron condenados Baldo y el piloto Claudio Marchetti, quien al ser detenido
reveló a los policías que el informante que tenían era un tal “Martín”, en
alusión a Sarmiento.
Las condenas
En la misma causa
fueron condenadas otras personas pertenecientes a la “conexión Rosario” de la
organización.
Se trata de Mario
Vicente Baldo, 12 años de prisión; Gustavo Ramos, 12 años de prisión; Daniel
Diecidue, 12 años de prisión; Claudio Marchetti, 10 años de prisión; Raúl
Alberto Baratti, dos años, en suspenso.
La Voz del Interior,
7-2-3