POR ALIETO ALDO
GUADAGNI
MIEMBRO DE LA ACADEMIA NACIONAL
DE EDUCACION
Y DIRECTOR DEL CENTRO
DE ESTUDIOS DE EDUCACION DE LA UNIVERSIDAD DE BELGRANO
Hace unos años se
publicó un estudio de la
Universidad de Munich que afirmaba: “ Si se quiere conocer
donde estará ubicada una nación en el escenario internacional en el 2050, no
hay que prestar atención a sus activos financieros y recursos naturales, sino
conocer cuál es hoy el nivel educativo de sus adolescentes de 15 años ”.
Eso justamente es lo
que mide la Prueba Pisa ,
cuyos resultados se conocieron el año pasado, con información sobre la
situación educativa de 65 países participantes. Fueron tres las disciplinas
evaluadas: Lenguaje, Matemática y Ciencias, midiendo los conocimientos de
adolescentes de 15 años de edad, cualquiera fuere su nivel escolar.
Son seis las
advertencias que nos plantean los resultados de esta prueba: (1) Matemática fue
la asignatura principal de Pisa 2012. Aquí Argentina ocupa el lugar 59º entre
los 65 participantes; en el 2009 había ocupado el lugar 55°.
(2) Fueron ocho los
países latinoamericanos participantes, los alumnos argentinos se ubican en el
6º lugar con un puntaje inferior a los de Chile, México, Uruguay, Costa Rica y
Brasil, pero por encima de Colombia y Perú.
(3) El promedio de
todos los países indica que el 23 por ciento de los alumnos tiene una nota
“insuficiente” en Matemática, pero este bajo desempeño en China abarca a apenas
el 4 por ciento de los estudiantes, en Vietnam al 14 por ciento, en Chile al 51
por ciento y en Argentina trepa al 67 por ciento. Esto significa que dos de
cada tres estudiantes argentinos no sabe Matemática.
(4) Nuestro PBI por
habitante es casi cinco veces mayor al de Vietnam, sin embargo ellos se ubican
en el lugar 17 y Argentina en el 59. En las tres asignaturas los chinos se
ubican siempre en el primer lugar, pero recordemos que el PBI por habitante
argentino es un 80 por ciento mayor al chino.
(5) Los chilenos se
ubican en el primer lugar entre los latinoamericanos; si prestamos atención al
PBI por habitante vemos que el argentino y el chileno son los mayores de
América Latina. El PBI por habitante argentino es 12 por ciento mayor al del
Uruguay, 20 por ciento mayor al de México, 44 por ciento superior al de Costa
Rica y 53 por ciento mayor al de Brasil. Pero a pesar del mayor nivel económico
de la población argentina, el nivel de conocimientos de sus alumnos es inferior
al de estas naciones latinoamericanas.
(6) La prueba PISA
informa sobre el incumplimiento del horario de clases o la ausencia deliberada
de los alumnos, el 25 por ciento del total de alumnos de los 65 países ha
evidenciado este comportamiento. Pero hay grandes diferencias, por ejemplo en
Japón, China y Corea son apenas 4 cada 100 los alumnos con estas prácticas,
mientras que esta proporción asciende a 12 en Alemania y Holanda, 15 en
Noruega. Mayores valores le corresponden a América latina: Colombia 18, Perú y
Chile 20, Brasil 30, México 39, Uruguay 50 y Costa Rica 57. En Argentina 66 por
ciento de los estudiantes incurre en este comportamiento, o sea el valor más
alto de los ocho países de América Latina, ya que comprende a dos cada tres
estudiantes. No es difícil explicar la diferencia de comportamiento entre los
argentinos y los asiáticos, ya que existen factores de carácter cultural, que
aportan explicaciones razonables. Pero es más difícil explicar el
comportamiento argentino cuando se compara con los restantes países
latinoamericanos, ya que todos ellos presentan mejores registros.
Los alumnos
argentinos ocupan el lugar 64 entre las 65 naciones que participaron, ya que
únicamente Letonia registra un valor superior. Pero el puntaje obtenido en
Matemática por los estudiantes de Letonia es 27 por ciento mayor al argentino.
Estas seis
advertencias son un llamado de atención, pero la séptima evidencia es la más
preocupante: la indiferencia de gobernantes responsables de la educación. Las
autoridades provinciales no demostraron interés en conocer los resultados de
sus alumnos, y no se conocen gobernadores que hayan prestado alguna atención a
esta prueba. Los resultados tampoco preocuparon al Congreso Nacional, ni a
ninguna legislatura provincial.
Quienes gobiernan
ahora y quienes quieren gobernar en el 2015 no pueden seguir indiferentes a
este desafío que hace al futuro de los niños, que ya está seriamente
comprometido. Si no asumen su responsabilidad, no tendremos una escuela de
calidad, con igualdad de oportunidades para todos, más allá del nivel
socioeconómico.
Clarín, 13-2-14