Ante un nuevo ataque al sacerdote, resumimos los comentarios efectuados por el semanario católico Cristo Hoy; agregando antecedentes de su caso judicial. Vale señalar, también, que a poco de ocurrir este ataque, entra en escena curiosamente la Sra. de Carlotto, quien oportunamente ofreciera hacerse cargo de la Fundación. Frente a la eventualidad de que las autoridades públicas le entreguen esta obra, conviene recordar algunos antecedentes sobre la "abuela".
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Fuentes
muy cercanas al sacerdote develan la mentira armada nuevamente contra el padre
Julio César Grassi, fundador de “Felices los Niños”. Esta vez lograron apartar
al sacerdote de la institutución.
Las
nuevas acusaciones surgidas del programa Periodismo
para Todos y dadas en otro medios de comunicación giran en torno a tres
ejes: 1) pésimas condiciones alimenticias y edilicias de la fundación; 2)
desvíos de donaciones alimenticias a los presos en el penal donde cumple
prisión el sacerdote; 3) privilegios del padre en el penal. Sobre estas tres,
nuestras fuentes nos dan a conocer la verdad completa.
*
A los chicos nunca les faltó nada. Todos en la fundación comen lo que allí se
prepara, desde siempre. Los niños y sus padres huberan sido los primeros en
quejarse del mal alimento, los niños no comen cosas feas. Si hubiera un
problema real, Lanata hubiera presentado a padres quejándose y no los hay.
Si
hubiera sido el caso, Juan Manuel Casolati, quien acusa al Padre y el encargado
de la Fundación ,
no debería haber dejado nunca que se dé do comer mala comida. El padre está
preso y a varios kilómetros, si hubo desobediencias y negligencias de los
empleados, Casolati debía estar al tanto.
*
Han ido con las cámaras a los lugares que no estaban habilitados. La fundación
tiene lugar para más de 400 chicos. Ahora hay 54. Filmaron los lugares que no
están habilitados
*
Muchas veces las donaciones se podían repartir, compartir antes de que venzan.
Lanata habla de infinidad de veces que se desviaron donaciones. Pero la Fundación donó muy pocas
veces al penal. Deben demostrar lo que dicen.
*
El Padre tiene una celda como todos los demás, utiliza las dependencias que
puede utilizar cualquier preso de buena conducta. Un pequeño Lcd con televisión
digital, una heladera chica, un caloventor, etc., todo esto puede tenerlo
cualquier prosa de buena conducta que pueda costearlo.
*Casolati
dijo que en la requisa de la celda se encontraron cuatro celulares y 5 mil
pesos. Esto es absolutamente mentira. No hay ningún registro en el penal. En la
primera semana de julio dijo en un canal público que un preso tenía derecho a
usar celular, porque, no olvidemos que él desempeñaba un cargo de defensa de
los reclusos. Y luego se quejaba de que el padre use celular. Otra
contradicción suya.
*El
presentar esta visión casi terrorífica de la fundación mediáticamente hablando
la lleva a posicionarse en el lugar que no tenía, injustamente. Todo fue
preparado para apoderarse de la Fundación.
Cosa que siempre se buscó.
Cristo Hoy, 7-13-8-2014
Un estudio jurìdico asegura que el P. Grassi es
inocente
Así lo revelaron
fuentes judiciales, que precisaron que la tarea fue encomendada durante el
mandato del cardenal Jorge Bergoglio y se tradujo en dos libros, uno vinculado
con los "hechos referidos a HOJ" y el otro con los "referidos a
OA", las iniciales de las dos presuntas víctimas de Grassi.
Esta agencia pudo
constatar la existencia de ambos libros, titulados "Estudios sobre el
'caso Grassi'", sin pie de imprenta visible, fechado en "Buenos
Aires, 2010" y con la aclaración de que se trata de una "versión
provisional, sujeta a modificaciones y complementaciones", elaborada a
modo de "edición privada para los comitentes: la Conferencia Episcopal
Argentina".
La contratapa de uno
de esos volúmenes aclara textualmente: "La Conferencia Episcopal
Argentina encomienda la realización de un dictamen al profesor Marcelo A.
Sancinetti, consistente en un estudio del procedimiento en el que fue
perseguido penalmente, enjuiciado y condenado respecto de dos hechos de abuso
sexual (referidos a un denunciante) y absuelto por muchos otros (referidos a
otros dos denunciantes), el Reverendo Padre Julio César Grassi".
"El cometido fue
entendido en el sentido de que se emitiese una opinión objetiva y según el leal
saber y entender del jurista -es decir, una opinión científicamente
fundamentable, según los principios del Estado de Derecho y las normas de
Derecho penal material y procesal aplicables al caso- sobre la regularidad del
procedimiento que concluyó en el juicio", explica el documento.
El texto manifiesta
la voluntad de conocer "especialmente acerca de si la sentencia
parcialmente condenatoria y parcialmente absolutoria, confirmada en la
instancia de casación, es consistente tanto en lo uno como en lo otro, incluido
en este cometido especialmente la valoración de la prueba".
DyN
diario7.com.ar/
Carlotto no es
abuela
ENRIQUETA ESTELA
BARNES de CARLOTTO, nacida en 1931, L.C. 3.102.995, docente jubilada,
presidenta del grupo activista “Abuelas”.
Compañera y amiga de
Marta Bignone (hermana del Gral. Bignone) en la Junta de Calificación
Docente de las escuelas Laines de la Provincia de Buenos Aires.
Según declaró en el
juicio a las juntas militares (16/05/85), en 1977 se entrevistó con el Gral.
Bignone (entonces Secretario Gral. del Ejército), en la casa del militar en Castelar
(la misma que tiempo después fue destruída por una bomba terrorista). La mujer
dijo saber entonces “perfectamente” que sus dos hijas militaban
clandestinamente en las filas del terrorismo, y que “ya había asumido
resignadamente tal problema”.
Pese a su postura
activista, existe la certeza de que no pudo ser nunca abuela: a mediados de los
70, llegó a un cumpleaños de la hermana de Bignone sumamente compungida porque
"su hija casada no podía tener familia". Se refería a su hija Laura.
A fines de 1977
denuncia la desaparición de Laura Estela Carlotto (montonera, nombre de guerra
Rita), sin mencionar ningún estado de embarazo. (Esto consta en el Legajo
CONADEP, caso número 2085, incorporado formalmente al expediente de la Causa judicial iniciada por
el juez Bagnasco). En agosto del 78 le fue entregado el cadáver de esa hija.
Según sus dichos, la entrega del cuerpo fue “algo inusual: lo entregaron el
mismo día de su muerte”. En declaraciones muy posteriores a la CONADEP comenta una
"información anónima" recibida en Abril de 1978, según la cual su
hija estaba embarazada.
La realidad, que
consta en la causa originalmente ante el juez Bagnasco, es que en el caso
Carlotto no hay testimonios ni evidencias sobre embarazo, parto y sustracción
de menor, no hay cuerpo del delito y no se aplica inversión de la prueba. Dos
testigos sólo afirman haber visto a la mujer luego de un presunto parto que no
les consta.
La jueza Servini de
Cubría, -a cargo en su momento del caso Carlotto, ya que Bagnasco llevó la
parte del presunto plan sistemático- intentó demostrar que el hijo de un
general era "el nieto de la
Carlotto ". Pese a las críticas de la presunta “abuela”,
el director de la clínica que hizo el ADN mantuvo su dictamen favorable al
general.
www.politicaydesarrollo.com.ar/, 17-Mar-2008