Por Héctor GIULIANO
(13.12.2014).
Ayer el Ministerio de Economía (MECON)
dio a conocer los resultados de la operación combinada de Deuda Externa sobre
pago o rescate anticipado de Boden 2015 y colocación de 3.000 MD[1] de nueva
deuda en Bonar 2024.
Como este tema lo hemos venido desarrollando
en varias notas anteriores[2] en la
presente sólo cabe agregar algunas observaciones y/o comentarios a este
respecto vinculados a las novedades producidas.
El gobierno Kirchner – como ya lo vimos –
hizo el 4.12 un triple ofrecimiento: 1. Recompra anticipada en efectivo de los
Boden 15, 2. Canje anticipado de estos mismos títulos por Bonar 2024, y 3.
Emisión de nueva deuda, también en Bonar 24 y por los 3.000 MD citados.
Vamos a analizar brevemente – conforme
las noticias preliminares que se han hecho públicas – qué pasó con cada una de
estas tres opciones.
I. RECOMPRA DE BODEN 15 AL CONTADO.
En Octubre del año que viene vencen 6.300
MD de Boden 15 que el gobierno Kirchner no puede pagar y que está buscando
canjear por nuevos títulos en función de su política de re-endeudamiento
sistemático por novación de las obligaciones de la Deuda Pública que le
van cayendo, esto es, pago de deuda con nueva deuda.
El ofrecimiento de recompra anticipada y
al contado de estos títulos hoy – un momento en que el gobierno no tiene
solvencia ni liquidez para afrontar sus compromisos, como no sea emitiendo más
deuda – era, en este sentido, un despropósito.
Si se hubiera presentado un número
relevante de acreedores para el cobro en efectivo de los títulos las
autoridades habrían quedado gravemente expuestas, por lo que existía la fundada
sospecha que el gobierno Kirchner tenía garantías de que esto no iba a ocurrir.
Los resultados de esta opción confirmarían
tal hipótesis: sólo 185 MD de Boden 15 (un 3 % del total) fueron presentados al
cobro – 1.392 presentaciones – que al precio de recompra de 97.0 US$ son 180
MD.
II. CANJE DE BODEN 15 POR BONAR 24.
La segunda opción – canje anticipado –
constituía aparentemente el objetivo buscado y consistía en rescatar los Boden
15 a 99.7 % de su Valor Nominal (VNO) más el reconocimiento de 1.536 US$ de
intereses corridos por cada lámina de 100.
La suma canjeada por esta variante fue de
377 MD, que da un neto casi igual (376 MD), más 6 MD de intereses que se pagan
al contado.
Las ofertas recibidas fueron 511 y
representaron así un 6 % del total de Boden 15, de modo que sumando recompras y
canje anticipados el gobierno habría rescatado menos del 10 % (el 9) sobre el
total de los títulos elegibles (los 6.300 antes mencionados).[3]
III. NUEVA DEUDA POR BONAR 24.
Esta “tercera opción”, en realidad, es
una operación separada de colocación de nueva deuda por Bonar 2024 – los mismos
títulos que se usan para canjear los Boden según la variante del punto anterior
y que ya se usaron para pagarle a Repsol por YPF – con una emisión autorizada de
3.000 MD.[4]
Se trata de una emisión nueva e
independiente del rescate anticipado de los Boden 15 y que reinaugura la
colocación de nueva deuda en moneda extranjera con acreedores privados: un
verdadero sondeo del mercado para la colocación de nuevos títulos, hecho en la
plaza local y bajo Ley Argentina.
El comunicado oficial del MECON dice que
sobre los 3.000 MD de estos Bonar 24 ofrecidos como bonos nuevos sólo se
presentaron 103 interesados, que hicieron ofertas por 286 MD las que – a un
precio de suscripción bajo la par de 96.2 US$ representaron la percepción
efectiva de 275 MD por el gobierno.
El sorpresivo agregado de estas
operaciones combinadas se suma así a las nuevas colocaciones de deuda que se
vienen produciendo durante el corriente año.
Las anteriores emisiones de bonos en el
Mercado, Bonar 2016/2017 (por 10.000 M$ cada uno) y Bonad 2016/2018 (por unos
1.700 MD en total) fueron hechas con títulos en pesos y en dólar linked
respectivamente.
La actual emisión de Bonar 24, en cambio,
ya es una operación directamente en dólares; y este punto es doblemente
importante: primero, porque implica el regreso argentino a la colocación de
deuda en moneda extranjera con acreedores privados (variante que el gobierno se
jactaba hasta ahora de haberla reducido), y segundo, porque la contracción de
nueva deuda en dólares replantea – entre otras cosas - la necesidad de mantener
un retraso cambiario relativo para poder garantizar el pago de Deuda Externa,
actual y futura.
Vivir proclamando que el país se está
des-endeudando cuando tal desendeudamiento no existe y cuando, como agravante,
el mismo gobierno está colocando simultáneamente nueva deuda (por oferta de
refinanciación sobre los 6.300 MD de Boden 15 y por colocación de 3.000 MD de
deuda adicional en Bonar 24) no es sólo una incoherencia total sino, a la vez,
un engaño intencional al Pueblo Argentino.
BALANCE DE LA OPERACIÓN CONJUNTA.
Los resultados informados por el MECON
son difíciles de evaluar porque se desconoce el verdadero objetivo buscado por
el gobierno Kirchner a través de las operaciones y porque los montos en juego resultantes
son mucho menores que los totales ofrecidos.
Por un lado, el gobierno “se salvó” de
que se le presentaran tenedores para reclamarle altos montos por su compromiso
de recompra al contado.
Por otro, el canje anticipado de Boden 15
– que tienen una tasa de interés del 7 % anual – por Bonar 24 – que tienen una
tasa del 8.75 % - constituye “un mal negocio” para un gobierno que no tiene
fondos para poder pagar hoy ni capacidad de pago demostrada para hacerlo en el
futuro, a menos que siga tomando más deuda para ello.
Adelantarse casi un año a canjear títulos
por bonos nuevos más caros y en un momento en que el país probadamente no tiene
las divisas necesarias disponibles para ello, no constituye una decisión
racional ni financieramente conveniente.
Con el agravante que todas estas nuevas
obligaciones que se están tomando son contraídas por el gobierno K pero su
cumplimiento pasa a ser responsabilidad de las futuras administraciones.
En su conferencia de prensa del 4.12 el ministro
Kicillof dijo que el motivo de esta recompra/canje anticipado era “cortar de
cuajo” las versiones que habrían sido difundidas por los Fondos Buitre (FB) en
el sentido que la Argentina
no tendría los recursos para pagar los Bonar 15 a su vencimiento (en el 2015).
Es decir, que para “desmentir” que no se
podría pagar el año que viene el gobierno decidió adelantar el pago ahora (!).
Algo así como “ofenderse y pagar de puro
guapo”, como ya se hizo pagándole todo y anticipadamente al Fondo Monetario a
principios de 2006.
Pero ocurre que el gobierno K no cancela
así definitivamente sus obligaciones sino que sólo paga deuda con nueva deuda,
deuda con otros o con los mismos acreedores pero deuda al fin, lo que significa
que – siguiendo tal razonamiento – el gobierno no solamente entiende que se
“des-endeuda” cuando paga a los acreedores con nuevos títulos sino que, además,
considera positivo contraer anticipadamente deuda más cara para ello (Bonar 24
contra Boden 15).
Y todo esto – según la versión oficial -
para desmentir rumores malintencionados de los FB que estarían diciendo que la Argentina no tendría
dinero para pagar los Boden en el 2015; cuando tampoco lo tiene para pagarlos
ahora, en el 2014.
La prueba está en que los títulos no se
pagan sino que se refinancian por canje de obligaciones a plazo más largo y que
la eventualidad de tener que afrontar altas recompras al contado sólo podría
hacerse colocando paralelamente más deuda (vía Tesorería o vía Banco Central).
De hecho, el aumento de las reservas
internacionales del Banco Central (BCRA) que se está produciendo hoy no deriva
de compras de divisas que se realizan con fondos genuinos sino de deudas que se
contraen para comprar esas divisas: deuda externa del BCRA por préstamos
extranjeros (Banco de Francia, BIS de Basilea, Swaps con China) y deuda interna
cuasi-fiscal por Lebac/Nobac (con los grandes bancos locales, y por las que se pagan tasas de interés del
orden del 29 % anual).
Ahora – conforme las presiones del
establishment financiero para restablecer la receta neoliberal de financiar el
déficit fiscal con endeudamiento y no con emisión monetaria – la administración
K ensaya volver a colocar deuda en el mercado de bonos para reemplazar
parcialmente la toma de deuda en moneda extranjera por parte del BCRA con nueva
deuda también en moneda extranjera pero propia
de la Tesorería ,
amenazando así dolarizar no sólo la Deuda Pública sino también la financiación del
déficit presupuestario.
Por eso esta operación que acaba de
completarse puede ser vista en forma ambivalente ya que:
- por un lado, constituiría una
frustración del objetivo aparente del gobierno K de recomprar y/o canjear por
anticipado los Boden (una variante, por otra parte, a todas luces derivada de
la presión de los capitales financieros); pero
- por otro lado, constituye una experiencia
piloto de reinicio de colocación directa de deuda en moneda extranjera del
Tesoro con inversores privados, abriendo así las puertas al tanteo de las
nuevas condiciones de colocación de títulos (y muy por encima de los parámetros
normales de endeudamiento público en el mundo).
El ministro Kicillof ha querido presentar
esta operación combinada de endeudamiento como una suerte de “test de
confianza” del mercado financiero hacia la Argentina argumentando que la baja proporción de
tenedores que aceptaron la recompra y el canje demostraría la supuesta
confiabilidad de los bonos del Estado.
Pero puede entenderse, en cambio, que la
insuficiente aceptación de la operación se debió a otros motivos:
a)
En lo inmediato, a las variaciones registradas en los últimos
días en las condiciones coyunturales de mercado, con caída de cotizaciones que
descolocaron la oferta del gobierno (cosa que ha mencionado el mismo Kicillof).
b)
En lo especulativo, a que los capitales financieros
tendrían exigencias todavía más altas contra el país y consideran insuficientes
las ofrecidas.
c)
En lo político, a que no sólo los FB sino el Capital
Financiero en su conjunto no tendría mucho interés en facilitarle supuestos
“éxitos” a la administración K sino, por el contrario, tenerlo “con la soga
corta” para seguirle sacando concesiones en las postrimerías de su debilitado
mandato.
La sorpresiva irrupción de la propuesta
de rescate anticipado de los Boden 15, la emisión de nueva deuda dolarizada con
los Bonar 24, los tiempos perentorios de la operación combinada y la proximidad
del fin de año son todos hechos que están directamente relacionados con las
futuras negociaciones con los FB en Nueva York a partir del 2015 y a través de
la mediación Pollack, que más que una “mediación” parece ser el intento de una
nueva “re-estructuración” de deuda.
Se sobrentiende que este gobierno no
puede ni va a poder reencauzar plenamente las relaciones financieras de la Argentina en materia de
Deuda Pública, pero en su último año de gestión tendría que dejar las cosas
debidamente replanteadas para que la próxima administración herede una agenda
algo más ordenada como para proceder a su ejecución o, en su defecto, a una
nueva reestructuración de títulos.
Allanada la administración CFK a las
exigencias del Club de París – 9.700 MD cuyo grueso de compromisos cae a partir
del 2016 – le queda ahora la tarea pendiente de llegar a un acuerdo general no
sólo con los FB sino también con el resto de los holdouts que no entraron en el
Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010 (cuyo monto total pudiera estar entre
los 20 y los 30.000 MD).
Hay que preparar, entonces, el camino
hacia ese nuevo “salto cualitativo” en el endeudamiento K: esa nueva ola de
macro-endeudamiento que ya ha comenzado.
Es la forma aparentemente elegida por el
gobierno Kirchner de cumplir con las exigencias del Sistema Financiero
Internacional para llegar al tercer paso de la Hoja de Ruta Boudou: la vuelta formal al mercado
de capitales para tomar nueva Deuda Externa.
Lic. Héctor L. GIULIANO
Buenos Aires, 13.12.2014
Archivo: GIULIANO ARTICULO 2014 12 13
RESULTADOS CANJE
NOTAS:
[1] Las abreviaturas
MD/M$ significan Millones de Dólares/Pesos respectivamente y se expresan
siempre con redondeo.
[2] Este artículo es
el cuarto del autor referido específicamente al tema Boden 2015-Bonar 2024,
siendo los tres anteriores: “Boden 2015 y re-endeudamiento K” (4.12), “La nueva deuda en Bonar 2024” (7.12) e
“Interrogantes sobre la recompra de los Boden 2015” (10.12), todos del
corriente año.
[3] Las autoridades
no informan ni permiten tener acceso a la información donde conste la
identificación de los acreedores que participan en las operaciones de
endeudamiento público.
Por trascendidos periodísticos se dice
que, en este caso, los principales oferentes de fondos frescos para los nuevos
Bonar 24 habrían sido la ANSES
(un 60 % de las compras de nuevos títulos) y el fondo de inversión Fintech (del
mejicano David Martínez, allegado al gobierno K, por unos 100 MD); pero no hay datos oficiales al respecto.
Como demostración de transparencia fiscal
el gobierno debiera dar a publicidad la lista de todas las personas físicas y
jurídicas que se presentaron a la operación, debiéndose indicar además – en
cada caso – fecha de compra de los títulos presentados al cobro y/o al canje,
con indicación de a quién fueron comprados y a qué precio.
Sería la forma de conocer – con nombre y
apellido – la identidad de quienes verdaderamente han participado en la
licitación y de las condiciones básicas sobre las que lo hicieron.
[4] La Resolución conjunta
321-SH/86-SF, del 5.12.2014, que aprueba la operación de canje de los Boden
2015, no es la que autoriza la colocación de los 3.000 MD de deuda nueva por
Bonar 2024 sino que – en su artículo 5 – sólo dispone la ampliación del monto a
emitir de estos títulos hasta cubrir el canje.
Es otra Resolución conjunta – la
327-SH/90-SF, del 11.12 – la que ya dispone tal nueva ampliación de los Bonar
24, independientemente de las operaciones de canje y por los 3.000 MD
autorizados.
Los BONAR 2024 fueron lanzados al mercado
en abril pasado y tuvieron más de una ampliación de monto.
Nada obsta para que el gobierno K pueda
insistir el día de mañana con una nueva colocación de bonos o una nueva oferta
de canje de títulos.