lunes, 22 de diciembre de 2014

URUGUAY, ¿AL BORDE DE IMITAR EL POPULISMO CHAVISTA?



Los desafíos que deberá enfrentar el Gobierno electo a partir del primero de marzo de 2015
Con el acoso constante del Gobierno de Mujica a la independencia del Poder Judicial, al que niega el pago de haberes salariales consagrados por la Ley de Presupuesto de 2010, y el juego de la Ley Orgánica de la Judicatura que establece enganches porcentuales con los salarios de los ministros del Poder Ejecutivo; así como por la promoción de una Ley de Medios, que contiene normas inconstitucionales, resistidas por la oposición política y por las asociaciones de medios de comunicación; el Uruguay parecería encaminarse hacia un populismo antirrepublicano.
El modelo de José Mujica, cuando comenzó su gobierno en 2010, no era al parecer el chavista ni el de Evo Morales en Bolivia sino supuestamente el brasileño. Sin embargo, los años de su administración, a punto de culminar el 28 de febrero de 2015 para que la asuma el Dr. Tabaré Vázquez, de la misma coalición, pero de estilo moderado y ordenado, parecen haber virado hacia un populismo que pretende dejarle a su sucesor como herencia maldita.

En efecto, el enfrentamiento constante con el Poder Judicial, que la ha declarado varios leyes inconstitucionales, así como la pretensión oficialista de reformar la Constitución para quitarle a la Suprema Corte de Justicia la Justicia Constitucional, y la negativa a pagar los salarios judiciales según la normativa vigente, hace pensar que se le quiere traspasar al presidente electo Vázquez un país seriamente herido en su institucionalidad.

El ignorar la vigencia de las normas constitucionales, convencionales y legales en el país por parte del Gobierno Mujica no es novedad, dado que ha habido en el pasado reciente episodios tales como desconocer la vigencia del Tratado de Asunción, constitutivo del MERCOSUR, cuando alegando razones políticas por encima del Derecho se dispuso junto con Argentina y Brasil, y contra el Paraguay, el ingreso por la ventana al bloque de Venezuela, en forma totalmente irregular.
O las críticas furibundas de los principales dirigentes oficialistas contra la Suprema Corte de Justicia, por la declaración de inconstitucionalidad de varias leyes aprobadas con los solos votos en el Parlamento de la coalición gubernamental. No muy diferente tampoco del trato en algunos casos que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha dado a su Poder Judicial y a los medios de prensa.

Las últimas medidas en ejecución, como el enfrentamiento con el Poder Judicial al que se pretende desenganchar por ley en lo que hace a sus salarios, con los del Poder Ejecutivo, y la Ley de Medios, muestran un agravamiento de esa tendencia poco democrática y ponen en un brete al Gobierno electo, de izquierda también, pero moderado en lo que hace al cumplimiento de la separación de poderes y de las normas jurídicas que ahora se pretenden avasallar.

Estará en el próximo Gobierno, encabezado por Vázquez, desandar los caminos radicalizados sobre el fin del presente Gobierno y reinstalar en el Uruguay la convivencia republicana entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, último garante del Estado de Derecho así como la plena vigencia de la libertad de prensa, que será afectada si se aprobara la Ley de Medios.

Carlos Álvarez Cozzi, dirigente socialcristiano,

Convencional del opositor Partido de la Concertación