Por Héctor GIULIANO
(16.2.2015).
La administración
Kirchner, en las postrimerías de su gestión, está produciendo hoy una serie de
cambios importantes que replantean gran parte de los lineamientos seguidos
durante su triple mandato.
Tales modificaciones
en curso, que van a quedar como pesada herencia para el próximo gobierno, están
vinculadas – directa o indirectamente – al problema del sobre-endeudamiento del
Estado.
Lo que sigue es un
intento de explicar cuáles son los principales hechos al respecto y entender
cuáles sus connotaciones financieras y políticas.
LA DEUDA K.
El último stock de la
Deuda Pública informado por el Ministerio de Economía (MECON) es de 211.000
MD al 30.6.2014.
Se trata de una cifra
discutible, a la que ya nos hemos referido en numerosas oportunidades pero - a
los fines indicativos y sin entrar en juicios de valor - es el dato oficial.
Según ese último
informe trimestral de Deuda, que comprende solamente Deuda en cabeza del Estado
Central y no el total de la Deuda Pública Nacional - con Provincias/Municipios,
Empresas del Estado, Organismos Nacionales, Fondos Fiduciarios, Banco Central (BCRA) y juicios contra el
Estado con sentencia en firme – durante el corriente año hay vencimientos de
26.100 MD por Capital y de 8.900 MD por
Intereses; en total, servicios financieros de la Deuda por 35.000 MD.
Los Intereses se
pagan en efectivo – salvo una parte muy menor, que se capitaliza por anatocismo
- pero los vencimientos de Capital se refinancian en su totalidad; y además se
toma deuda nueva.
Según la Ley de
Presupuesto 27.008 - correspondiente al ejercicio 2015 – cuyos datos también
los provee el MECON, los vencimientos aprobados por el Congreso son, en cambio,
mucho mayores: 53.600 MD de Capital y 10.200 MD de Intereses a pagar.
Es un hecho
tradicional – aunque nunca explicado - que los datos del Informe de Deuda
Pública sean siempre mucho menores que los montos aprobados por las leyes de
Presupuesto del Congreso pese a que, en ambos casos, la información de base es
la misma, los datos los provee la misma oficina del MECON y se confeccionan en
la misma época del año.
Aproximadamente un 70
% de la Deuda Pública está en moneda extranjera pero como gran parte de la
misma corresponde a obligaciones intra-Estado (fundamentalmente préstamos del
BCRA y otros entes oficiales) según el criterio de residencia del acreedor la
Deuda Externa Pública es la mitad: algo más de una tercera parte del total
(35.4 %).
El Presupuesto 2015
autoriza niveles de endeudamiento altísimos para el gobierno Kirchner durante
su último año de gestión:
1. Operaciones de Crédito Público por
46.100 MD (Artículo 37).
2. Operaciones adicionales de
Endeudamiento para Obras Públicas e Infraestructura por 50.300 MD (Artículo
41). Y
3. Operaciones de crédito para el trienio
2016-2018 por 37.200 MD (Artículo 43).
Esto es, que la Ley
de Presupuesto 2015 aprueba un total de nuevas operaciones de deuda por 133.600
MD.
Además, el Artículo
47 autoriza al Poder Ejecutivo “a otorgar avales, fianzas o garantías de
cualquier naturaleza” por hasta 47.600 MD.
Todo esto significa
que la administración K - en el último año de su gestión - se encuentra
facultada para asumir estos altísimos montos máximos de endeudamiento del
Estado, que dejará como herencia al futuro gobierno.
EL BCRA.
Frente a este cúmulo
de obligaciones existentes y nuevos compromisos financieros autorizados a
contraer por el Estado no existe capacidad demostrada alguna de repago.
Dentro del Sistema de
Deuda Perpetua que rige nuestro país, el gobierno K no tiene ni Solvencia
Fiscal – capacidad genuina de pago – ni Liquidez para poder aguantar la situación
– dada la falta de divisas – de modo que su política es seguir refinanciando
íntegramente los vencimientos de capital a medida que van cayendo (cancelando
deudas con nuevas deudas) y tomando deuda adicional (aprobadas por
Presupuesto).
Las posibilidades de
apoyo financiero del BCRA al Tesoro dentro de este contexto han llegado hoy a
una situación técnica límite:
a) Las Reservas Internacionales (RI) Brutas
– al 31.1.2015 – son de 31.500 MD pero no constituyen el monto de divisas
realmente disponibles: hay que restarle 8.200 MD de Cuentas Corrientes en Otras
Monedas (Encajes por Depósitos Bancarios en Dólares) y 6.300 MD de Otros
Pasivos (Préstamos de Otros Bancos Centrales, como el Banco de Francia, el BIS
de Basilea y el Swap del Banco Popular de China), de modo que las reservas
netas quedan reducidas a 17.000 MD, un total insuficiente para atender los
compromisos de la Balanza de Pagos en general y de los rubros de las deudas –
comercial y financiera – en particular.
b) La Deuda cuasi-fiscal por Lebac/Nobac
(utilizada en gran escala para esterilizar la mayor parte del dinero que se
emite sin respaldo para comprar reservas) pasa actualmente los 300.000 M$ (son
304.300 M$ al 31.1, equivalentes a 35.200 MD) y representa el 68 % de la Base
Monetaria (una BM que es de 448.000 M$ ≡ 51.900 MD).
c) El BCRA abona por estas Letras/Notas
una tasa promedio del 28-29 % anual, lo que significa el pago de unos 87.000 M$
anuales de Intereses al oligopolio de bancos que operan renovando sistemáticamente
sus colocaciones cada semana – los días martes – a la vez que aumentando los
importes respectivos.
d) Frente a esta sangría de intereses de la
deuda del BCRA – que es deuda paralela del Estado Argentino y no está incluida
dentro de la Deuda Pública del Tesoro - las Reservas Internacionales rinden
apenas un 0.10 %: según el Balance 2013 – última información disponible – ese
año los Intereses Ganados sobre las Reservas
fueron de 210 M$ sobre un stock equivalente entonces a 200.000 M$;
mientras que los Intereses Perdidos o pagados sobre Lebac/Nobac fueron de
14.800 M$ (cuando en esa época las tasas eran del 13-14 % anual, esto es, la
mitad que ahora).
e) El 66 % de los Activos del BCRA
(85.300/129.100 MD) está constituido por Títulos Públicos y Adelantos al Tesoro
que no tienen capacidad de repago, por lo que la exposición financiera del
Banco es prácticamente total por la falta de calidad de sus tenencias.
f) La relación Base Monetaria/Reservas
(BM/RI) daría hoy una paridad cambiaria nominal de 14.20 $/US$ (448.000
M$/31.500 MD).
g) Pese a todo esto, el BCRA gira
fortísimas sumas de utilidades contables en pesos al Tesoro gracias al concepto
de tenencia – aumento del valor registrado por devaluación del peso – y a la
falsa calificación en la calidad de sus activos por Títulos del Estado que son
impagables.
Esta crítica
situación financiera del BCRA, su descapitalización sistemática – derivada
principalmente de la política K de pago de Deuda Externa con Reservas y libre
salida masiva de capitales durante largos años – y el sobre-endeudamiento
cuasi-fiscal (por Lebac/Nobac), han llevado así a un estado técnico de
bancarrota y a un mecanismo de vaciamiento que no es reversible y que sólo se
sostiene a costa de mayor endeudamiento.
Por esta situación,
el BCRA habría llegado al límite de sus posibilidades de ayuda al Tesoro y vuelve a replantearse entonces el tema de la
vuelta a tomar Deuda Externa.
CHINA.
En este doble marco
de insolvencia y sobre-endeudamiento público – tanto de la Tesorería como del
BCRA – el gobierno CFK, trabado en su objetivo de volver al Mercado
Internacional de Capitales según la Hoja de Ruta Boudou (debido a la crisis de
los Holdouts derivada del fallo Griesa) habría acelerado su giro hacia China
como última y desesperada carta de salvación para evitar la caída financiera y
política de su administración antes de las elecciones de Octubre.
Algunas
interpretaciones sobre ese cambio y aceleración de las relaciones con China por
parte del gobierno K en los últimos meses de su gestión ya las hemos tocado en
otros trabajos pero, en lo básico, son un derivado de la falta de acuerdo con
los holdouts en relación a las consecuencias del fallo Griesa, que se
encontraría estancado en Nueva York porque si la Argentina se sienta a “negociar”
la forma de pago con los Fondos Buitre (FB) a través de la mediación Pollack es
inevitable no sólo la realización de pagos – totales o parciales, así como
gastos - sino también la conversión y colocación de nueva deuda en bonos para
pagar las sentencias, la avalancha del resto de los holdouts y los probables
reclamos de holdin.
Una situación de la
que el gobierno K trata de zafar con sucesivas acciones de dilación y desgaste,
con miras a poder trasladarle el problema – y la bomba de tiempo consiguiente –
al futuro gobierno electo.
La administración
Kirchner apela así a toda una batería de medidas – económicas, comerciales y
financieras - que no siguen necesariamente una línea ordenada pero que, en
materia específicamente monetaria y cambiaria, buscan un efecto de contención a
corto plazo de la caída de reservas del BCRA, si bien con ello no revierten su
desbalance ni sus problemas de fondo:
1. Firma de una veintena de convenios
peligrosamente concesivos con China a cambio de fuerte financiamiento para
poder afrontar pagos de la Deuda Externa, sostener las transferencias de
divisas indispensables de la Balanza de Pagos y reponer el stock de Reservas
del BCRA.
2. Ratificación del Swap de Monedas con
China – Pesos por Yuanes convertibles en Dólares – transformando así un
instrumento prevalentemente comercial (trueque o intercambio en monedas
propias) por una forma de préstamo financiero (Deuda Externa).
3. Disponibilidad transitoria como
Reservas de los desembolsos graduales de préstamos para Obras Públicas y de
Infraestructura que puedan girarse anticipadamente a la Argentina, como es el
caso de los créditos para las represas de Santa Cruz o para el Ferrocarril
Belgrano Cargas.
Se estima que el
paquete de más de 20 acuerdos firmados por la presidenta CFK y su par chino Xi
Jinping, en el marco del Convenio de Cooperación Económica y de Inversiones del
2014, conlleva operaciones múltiples por hasta 18-20.000 MD, de los que entre
6.500-6.700 en lo inmediato.
El grueso de tales operaciones
está constituido por préstamos: préstamos que constituyen nueva Deuda Externa,
que no tienen capacidad de repago por parte de la Argentina y cuya carga
financiera va a ser traspasada al futuro gobierno.
La práctica no es
nueva: se trata de un remake que es una constante dentro del mecanismo de Deuda
Perpetua del Estado Argentino.
La novedad reside en
que ahora esta nueva ola de endeudamiento K se toma a fines de su gestión, que
– dado el conflicto existente con los FB – el centro de colocación de nuevas
deudas se desplaza fuera de la plaza de Nueva York (hacia China y el mercado de
Londres) y que esta masa extraordinaria de nuevos compromisos va a tener que
ser pagada (eso sí, como siempre) a partir del próximo gobierno.-