Daniel Santoro
Clarín, 29-3-15
Dos fuentes bancarias y documentos consultados por
Clarín afirman que la ex embajadora en Venezuela, ex ministra de Defensa y de
Seguridad y actual embajadora ante la OEA, Nilda Garré, habría participado de
una triangulación financiera entre Argentina, Venezuela e Irán. La supuesta
operación habría terminado con dos cuentas bancarias en Irán que llegaron a
tener casi 48 millones de dólares.
La información se basa en dos fuentes independientes
entre sí que conocen profundamente el sistema financiero internacional, en
documentos reunidos por este diario y en el testimonio de un ex funcionario
chavista que pidió que no se identificara su nombre.
Esta nueva pista financiera, que se suma a la del caso
de Lázaro Báez, Clarín la había comenzado a investigar hace tres años. Estas
pistas tomaron otra trascendencia luego de la denuncia y muerte sospechosa del
fiscal Alberto Nisman.
Ante una pregunta de Clarín, Garré desmintió la
información. Dijo no haber manejado cuentas bancarias en Irán o EE.UU. También
negó haber participado de negociación alguna con el gobierno iraní.
Las relaciones financieras entre los gobiernos de los
Kirchner y de Hugo Chávez arrancaron en el 2004 con la creación de un
fideicomiso para el intercambio de fuel oil por productos industriales en el
banco suizo UBS de Caracas. Lo administraban la petrolera PDVSA y el Banco de
Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes). Los fideicomisos no tienen
los mismos controles de auditorías que las partidas presupuestarias comunes.
La primera pista aparece en octubre del 2005 con la
supuesta apertura de una cuenta en el banco Felton de Delaware, EE.UU., a
nombre de la empresa fantasma Business and Services IBC, creada a su vez en el
paraíso fiscal de Belice. Entre ese año y el 2010 llegó a tener “61.549.700
dólares”. Garré, que había sido designada embajadora en Caracas en mayo del
2005 y en noviembre fue nombrada ministra de Defensa, “era uno de los titulares
de la cuenta”, afirmaron las fuentes. El banco Felton (ahora comprado por el
CNB) no contestó preguntas de este diario sobre si Garré tuvo una cuenta en su
entidad.
El contexto histórico de aquel momento hace verosímil
lo afirmado por las fuentes. En abril del 2010 el antecesor de Garré en
Caracas, el embajador de carrera Eduardo Sadous, denunció ante la Justicia que
“faltaban 90 millones de dólares” del fideicomiso y estalló un escándalo.
También habló de una “embajada paralela” a su gestión oficial manejada por el
ex titular de la OCCOVI Claudio Uberti.
Como consecuencia de la negativa del Bandes a dar
“información detallada” de las operaciones, el UBS cerró la cuenta del
fideicomiso (Ver facsímil obtenido en exclusiva por este diario). Según las
fuentes, el banco suizo pedía datos sobre la venezolana Compañía de Mecanizado
Agrícola y Transporte Pedro Camejo S.A. y la argentina Madero del Plata S.A.
(ex Madero Trading) para investigar si hubo lavado dinero.
Por la denuncia de Sadous ante el juez federal Julián
Ercolini y el cierre de la cuenta del fideicomiso en el UBS esta supuesta nueva
ruta parece que sufrió modificaciones abruptas. Paralelamente, tras la muerte
de Néstor Kirchner en octubre del 2010, en el caso de la ruta del dinero K del
caso Lázaro Báez se observaron también cambios en el destino de la plata negra
y la entrada en la historia del ex valijero Leonardo Fariña. La pista de la
ruta venezolana salta de EE.UU. a Irán. En febrero del 2011 aparecen dos
cuentas que manejaría Garré en el Banco Tejarat, el tercero del país persa. Se
trata del mismo banco que en el 2012 fue sancionado por la Unión Europea y
EE.UU. por sus vínculos con el polémico programa nuclear iraní.
Las cuentas, siempre según las fuentes, fueron
abiertas a nombre de la empresa fantasma Consulting Engineers Company, ubicada
en Teherán. Ambas cuentas habrían sido abiertas en febrero del 2011, en
sucursales distintas del Tejarat, bajos los números 383-72911794 y
226-119772871. La dirección que dio la compañía es el apartado 2, piso 5° del
edificio Firoozah en Teherán.
La primera cuenta que habría manejado Garré “fue
abierta en la sucursal Taleghani del banco Tejarat y tuvo 35.547.000 dólares”.
La segunda, abierta en la sucursal Gharani “recibió un depósito de 12.450.000
dólares”, siempre según las fuentes que dieron estos datos a cambio de mantener
su nombre en el anonimato. La última supuesta operación habría sido registrada
en 28 de abril del 2011.
En junio del 2013, Garré renunció al ministerio de
Seguridad y fue nombrada embajadora en la OEA. Cuando dimitió, llamativamente
el líder de la comunidad chiita en Argentina y “agente” iraní, según Nisman,
Jorge Yussuf Khalil se preocupó por su renuncia y le preguntó que había pasado
al agente inorgánico de la SIDE, Alan Bogado.
Los datos de estas dos fuentes son congruentes también
con una serie de hechos vinculados a la historia reciente de la relación
estratégica entre el gobierno de Cristina y el de Venezuela, que siempre buscó
hacer aparecer estos vínculos como un triángulo de intereses comunes con Irán.
Por ejemplo, un documento interno del venezolano ministerio del Poder Popular
para Ciencia, Tecnologías Industrias Intermedias, al que accedió este diario,
está titulado “Resumen General de las fábricas de equipos para procesar
alimentos y equipos de refrigeración industrial desarrolladas en convenio con
Argentina e Irán”.
La revista brasileña Veja afirmó que “Irán habría
enviado dinero para la campaña de Cristina Kirchner en 2007 a cambio de
negocios nucleares e impunidad en el atentado contra la AMIA”, en alusión a la
valija con US$ 800 mil del venezolano Antonini Wilson. Así lo declararon tres
ex integrantes del gabinete de Hugo Chávez, quienes también confirmaron la
mediación que realizó Venezuela entre Argentina e Irán en el 2006 por el
atentado a la AMIA. Según la nota, el entonces presidente iraní Mahmud
Ahmadinejad le pidió a Chávez interceder ante Argentina. “No puedo afirmar que
el gobierno de la Argentina entregó secretos nucleares, pero sé que recibió
mucho por medios legales (títulos de deuda) e ilegales (valijas de dinero) a
cambio de algo muy valioso para los iraníes”, afirmó un ex chavista. Agregó que
el avión VO-3006 que unía a Caracas con Teherán hizo hasta el 2010 un vuelo
cada quince días y que se sospecha que llevó material de contrabando.
En contra de esa hipótesis de una triangulación de
tecnología nuclear contrasta el hecho de que el método enriquecimiento de
uranio argentino (difusión gaseosa) es diferente al de Irán (centrífugas). Pero
Argentina tiene más de 200 convenios con Venezuela, algunos del área de Defensa
y la triangulación pudo haber sido elementos industriales no nucleares permitidos
por las sanciones de la ONU contra Irán. Nisman habló de la posibilidad de
triangular insumos industriales no nucleares a Irán.
Estos datos bancarios, si los confirma la Justicia,
encajan con la denuncia por encubrimiento contra Cristina, que Nisman había
presentado antes de morir el 18 de enero pasado. Y, también, con las dudas de
la oposición sobre si Nisman esperaba, antes de morir, recibir otras pruebas
para ampliar su denuncia