"Así el Gobierno cuida a los delincuentes que
matan a tus familiares"
(Urgente24),
27-7-15
Luego de que el
salario mínimo se elevara 18,5%, a $5.588 desde el 1 de agosto y 10,5% más en
enero, a $6.060, el Servicio Penitenciario Federal deberá enfrentar un gran
gasto.
Se estima que solo en el primer tramo del aumento el
gasto adicional sea de $130 millones anuales que se los gira Economía. Lo peor
es que una parte de esos giros provienen de la Anses...
¿Y cuál es la mínima de un jubilado? $3.821,33, por lo
que un preso gana 46% más que éste.
Sin contar que el interno tiene, además, la ventaja de
que ese salario lo disfruta íntegro porque la comida la aporta el SPF, igual
que la luz, el gas y los servicios de salud y educación.
Según cuenta Luis Beldi en el sitio 'Infobae' desde
2012, cuando Víctor Hortel estuvo al frente del SPF, con "una generosidad
desconocida hasta ese momento, el salario mínimo se extendió a casi todos los
presos, aún a los que no trabajaban. Hortel, que había formado "Vatayón
Militante", un grupo afín a 'La Cámpora', pretendió incluir a los presos
en el movimiento kirchnerista. Les dijo que iban a ser parte de la revolución y
decidió transformarlos en militantes".
Para divertirlos se organizó una murga. Hortel toca
muy bien el redoblante y el saxofón. La murga la bautizó "Negros de
mierda", que incluyó a femicidas como el asesino de Soledad Bagna. Ellos
iban a mítines políticos con mínima custodia. Los presos estaban en el paraíso.
Gozaban de privilegios nunca vistos. Sus celdas tenían plasmas, equipos de
música. Había lavarropas táctiles y juegos de computadora. A veces los
militantes venían de visitas y las pizzas y cervezas corrían por los distintos
pabellones. El porro era parte de ese festín.
Los guardias tenían prohibidas las requisas en horas
de la noche, lo que le daba a los internos vía libre para la fabricación de
"facas", cuchillos tumberos.
Entretanto, se repartían a discreción las anotaciones
de trabajo de 200 horas mensuales que permiten cobrar íntegramente el salario
mínimo. En Devoto, nadie, trabajara o no, quedó al margen del beneficio. Si
alguien no lo percibía hacía una presentación a la justicia e inmediatamente se
lo aprobaban.
A mediados de 2012, como casi todos los prisioneros
cobraban el salario mínimo fundaron el Sindicato Único de Trabajadores Privados
de la Libertad Ambulante, que adhirió a la CTA oficialista. Afortunadamente, el
actual director del SPF, Emiliano Blanco, apeló la medida y la personería
jurídica está suspendida.
(...) La Argentina es el único lugar del mundo en que
el preso es sostén de familia".