A Cristina Kirchner le cabe un chiste testamentario.
El médico atiende a un viejo potentado que ha comenzado a usar un audífono
invisible de última generación. ¿Le funciona el nuevo aparato?, pregunta su
médico. "Es muy bueno", responde el paciente. ¿Y a su familia le
gustó? "Todavía no se lo he dicho a nadie, doctor, pero ya cambié tres
veces mi testamento."
(Jorge Fernández Díaz
- La Nación, 30-8-15)