Lucia Salinas
Clarin.comPolítica29/11/15
La austeridad no caracterizó a los ministros de
Cristina Kirchner. Ella no dio el ejemplo. A excepción de Lino Barañao, todos
presentarán sus renuncias la próxima semana. Ninguno se va como llegó: la
presidenta y sus principales funcionarios dejan sus cargos mucho más ricos que
cuando asumieron.
Propiedades, vehículos, motocicletas, ahorros,
sociedades, acciones, yates, bonos de YPF son sólo parte de la riqueza de altos
funcionarios K que finalizan su mandato el 10 de diciembre. El que menos
incrementó su patrimonio lo hizo en $ 200.000. El mayor salto cuantitativo lo
tuvo la propia Cristina: su riqueza declarada supera los $64 millones. No se
incluyen allí los bienes millonarios que heredaron sus hijos.
En 2003, cuando Néstor Kirchner asumió la Presidencia,
el matrimonio declaró bienes por $6.851.810. La suma fue en ascenso hasta que
sólo en un año, de 2007 a 2008, pasaron de $17 millones a $46 millones. Tras la
sucesión de los bienes del ex presidente, la Mandataria declaró $39 millones,
pero años después su incremento fue notorio: para 2012 superaba los $48
millones y se va del Gobierno con una declaración jurada de $64.629.891. En 12
años la riqueza de la Presidenta creció un 843,25%. Se insiste: no están allí
los bienes ahora a nombre de sus hijos.
A sus ministros también les fue bien. A algunos,
bárbaro. El ranking de los más ricos está encabezado por Juan Manzur. Juró como
ministro de Salud desde 2009 y renunció en febrero para candidatearse como
gobernador de Tucumán. Dejó el gabinete con un patrimonio de $23 millones, muy
por encima de los $5 millones que declaró cuando inició. Su fortuna se compone
mayoritariamente de inmuebles: 17 lotes terrenos, 3 departamentos, 3 casas; sin
embargo, declaró que varios de los terrenos tenían un valor de “cero pesos”. En
un año ganó 9.364.264 pesos y la gran diferencia la hizo al vender una
aceitunera por 15 millones de pesos, y contrajo una deuda con “José Nucete” por
7 millones de pesos.
El titular de la AFIP mostró un importante incremento
en su patrimonio. En porcentaje fue el que más creció. Ricardo Echegaray llegó
en 2008 al gabinete con $138.650 y finaliza la gestión con $7.243.522,37. Entre
sus bienes más preciados tiene dos embarcaciones y fue de los pocos que apostó
a YPF comprando bonos de la empresa por $294 mil.
Con un importante patrimonio, le sigue Sergio Berni.
Asumió en 2003 como Director Nacional de Asistencia Comunitaria y se va como
Secretario de Seguridad. En sus comienzos declaró bienes por $226.00. Doce años
después, se retira con $6.928.325,79. Su principal inversión son los inmuebles:
casas, departamentos, lotes de terrenos, rurales con vivienda y un complejo de
cabañas.
Otro que se va rico es Aníbal Fernández. Juró en 2003
como ministro del Interior y se va como jefe de Gabinete, ingresó a la gestión
K con $679.906 y se despide con $3.391.104. Uno de sus bienes más costosos es
su BMW Modelo 328 con un valor de $606.500.
En el caso Amado Boudou, un (mal) ejemplo del
enriquecimiento del Gabinete, llegó en 2007 como director de la ANSES, fue
ministro de Economía hasta que asumió en 2011 como vicepresidente. Declaró en
sus comienzos $811.730 y se retira con un patrimonio de $2.206.325. Como en
muchos casos, la Justicia investiga a su entorno. Sospechan que su fortuna real
está oculta bajo otros nombres.
Entre los “pingüinos” que fueron parte de los 12 años
de kirchnerismo, está Julio De Vido denunciado por enriquecimiento ilícito por
llegar a una fortuna por encima de los $ 4 millones. En 2003 declaró tener
$1.098.619 y dice retirarse con menos: $769.429,30.
En mejor situación, el ex jefe de la SIDE, Héctor
Icazuriaga, llegó al gabinete K con $73.994, y se fue a fin de 2014 con bienes
por $1.216.034,97. Florencio Randazzo, ministro de Interior y Transporte, llegó
en 2008 con $1.291.993. Se va con $2.767.386.
La futura gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner,
siempre ministra de Desarrollo Social, ingresó en 2003 con $163.171 y vuelve a
su provincia con $636.743,37. No declara casa ni departamento, sólo un terreno
en El Calafate de 1.666 m2 como “inversión”. El secretario Legal y Técnico,
llegó con $506.757 y deja la función pública con $793.165,90. Su bien más caro
es una camioneta Toyota de 2011 que la declara en $419.500.
En medio de esta sensación de impunidad y
enriquecimiento que tiñe el paso por el poder, el flamante presidente electo,
Mauricio Macri, anunció que -como en EE.UU.- pondrá su fortuna en un
fideicomiso para mostrar transparencia. En su declaración jurada antes de las
elecciones, el líder del PRO aseguró poseer bienes por 52 millones de pesos.
¿Con cuánto se irá?