Luis Fernando Pérez Bustamante
InfoCatólica, 3-11-15
El presidente de la Fundación Garrigues, Antonio
Garrigues Walker, presentará el próximo jueves, 5 de noviembre a las 12:30
horas, en el Colegio Mayor Universitario de San Pablo, el XVII Congreso
Católicos y Vida Pública, que este año profundiza en el tema de la democracia
bajo el título Construir la democracia: responsabilidad y bien común.
Como muchos de nuestros lectores no saben quién es don
Antonio, les copio unas declaraciones suyas del año 2009, cuando se acababa de
aprobar la actual ley del aborto:
-El Congreso acaba de aprobar el proyecto de Ley del
aborto, con el compromiso de la ministra Aído de buscar el consenso en
artículos polémicos. ¿Habría respaldado el texto?
-Sí, lo que no quiere decir que esté a favor del
aborto. Sí estoy de acuerdo con que la Ley es aceptable en términos
comparativos con Europa y lo que tenemos que seguir es el clima europeo. En
este terreno, como en otros, se está llegando a puntos límite, en donde es
difícil tener opiniones dogmáticas.
-La Iglesia ha hablado incluso de excomunión para
quienes hayan dado su voto.
-Respeto mucho las opiniones religiosas, profundamente
dogmáticas en esta materia, pero no las comparto, sinceramente. Lo que se está
haciendo es una cosa razonable y sensata. En este tipo de asuntos, como en
otros, en España tenemos que empezar a saber dialogar, respetar la opinión
ajena y aceptar que el otro casi siempre tiene la misma razón que nosotros. En
definitiva, a conversar desde la libertad y en este tema nos podemos poner de
acuerdo.
-¿Comete injerencia al tratar de limitar la
competencia del Parlamento para ampliar esa Ley?
-Yo no soy quién para decirle a la Iglesia lo que
tiene que hacer, pero a este estamento le ha llegado también el momento de
pensar cuál es su papel en la sociedad, y tiene que valorar otros; por ejemplo,
el de la intromisión tendrá que vigilarlo con mucho cuidado. Y darse cuenta de
que estamos en una sociedad muy distinta a la de hace 30 años, el papel de la
religión ya no es el que era entonces, ni va a ser.
-¿Quizás la Iglesia está un poco perdida en España
respecto del papel que le toca en un Estado aconfesional y laico?
-La Iglesia tiene que aceptar que las cosas han
cambiado profundamente y que, por tanto, debe cambiar profundamente, lo que no
quiere decir que su papel sea menos importante. Les pido que lo acepten como lo
han hecho los medios de comunicación, los abogados, los empresarios… y, además,
tienen que empezar a centrar su capacidad de acción, que es alta, en asuntos
muy importantes, como puede ser el ético, es decir, en conectar los valores
religiosos con los éticos y morales, que es donde se está poniendo más de
manifiesto el déficit.
-Deduzco que está de acuerdo en que la religión se
imparta en los lugares de culto correspondientes a cada confesión y que en las
aulas se enseñe ética.
-Creo en la libertad religiosa, un valor muy
importante para mí, que debemos aceptar. El liberalismo no es sólamente una
doctrina económica, sino también cultural; y el idealismo religioso consiste en
aceptar que el concepto de «religión verdadera» es también peligroso. Una
persona puede decir mi religión es verdadera, la religión católica es
verdadera, y tendrá toda la razón en afirmarlo, pero cuando dice que es la
única verdadera y las demás son falsas, ahí empieza a fallar el concepto
auténtico incluso religioso.
Pues ya ven ustedes. Liberal, abortista y contrario a
la idea de que haya una religión verdadera. Y sin embargo, o quizás
precisamente por pensar así y decirlo, será el encargado de presentar un
congreso que hace años pudo ser un referente de lo que podía ser el catolicismo
de este país en la arena pública pero hoy sirve para demostrar en qué se ha
convertido: en alfombra roja de estructuras de pecado, en pura apostasía de vía
estrecha.
De todas formas, ¿a alguien le extraña que la actual
Asociación Católica de Propagandistas le elija para ese cometido? A mí no. Lo
que me extraña es que todavía pueda haber católicos sinceros que decidan seguir
formando parte de dicha asociación si algo no cambia pronto. Son muchos los que
ya la han abandonado en dirección a otros destinos más católicos. Los que se
quedan intentando lo que parece imposible merecen nuestro apoyo, aunque lo
mismo tienen que plantearse hasta cuándo aguantar si todo sigue igual.
De propagandistas de la fe a propagandistas del
liberalismo abortista. No me negarán ustedes que de ahí no puede salir nada
bueno.
Luis Fernando Pérez Bustamante
PD: Fuentes bien informadas me aseguran que la
candidata elegida para presentar el congreso era ni más ni menos que Cristina
Cifuentes, actual presidenta de la Comunidad de Madrid e igual de abortistas
que Garrigues. Pero se ve que ella fue más coherente con sus propias ideas y
declinó la invitación.