Tamarit apoyó sanción de “cupo Willington”
Alfil, 2 diciembre, 2015
El exdecano de Ciencias Médicas, José María
Willington, fue objeto anoche de una reivindicación post-mortem en el Consejo
Superior de la UNC. En el mismo recinto donde “el Inglés” muchas veces fue
vapuleado por la progresía universitaria, el rector Francisco Tamarit avaló la
reinstauración del sistema de ingreso a la carrera de Medicina que regía bajo
el gobierno de Willington.
En una extenuante última sesión del año, el Consejo Superior
aprobó sobre tablas (sin discusión en sus comisiones) modificaciones a los
sistemas de ingreso de cinco unidades académicas: Famaf, Lenguas, Arquitectura,
Ciencias Agropecuarias, y Ciencias Médicas. En todos los casos, las
adecuaciones tuvieron por objeto enmarcarse dentro de lo dispuesto por la
reciente modificación de la Ley de Educación Superior (LES).
Sin embargo, la polémica se centró en el caso de
Medicina, en el que por más de una década ha regido un cupo máximo de
estudiantes que pueden ingresar por año. La instauración del “ingreso libre e
irrestricto” en la LES empujó a Ciencias Médicas a realizar reformas. Las
críticas se centraron en la dudosa coincidencia entre el espíritu de la norma
nacional y de las disposiciones aprobadas ayer por la UNC.
Una reforma inesperada
El sistema de cupo fue una de las derivaciones más
polémicas de la LES, basamento del menemismo para las universidades argentinas.
Sin embargo, a pesar de las recurrentes demonizaciones de las que dicho período
de la historia nacional fue víctima durante la década kirchnerista, dicha ley
no fue objeto de ningún tipo de modificación a lo largo de los tres mandatos
del Frente para la Victoria.
Tan solo a finales de octubre de este año, tras un
resultado decepcionante en la primera vuelta electoral para el candidato
oficialista, la mayoría automática que el kirchnerismo mantiene en el Senado
dio via libre al proyecto impulsado por la diputada bonaerense Adriana
Puiggrós.
Los principales cambios pasaron por garantizar el
acceso a todas las carreras de grado del país con la sola aprobación de la
educación secundaria, de manera libre e irrestricta, y facultar al Poder
Ejecutivo para supervisar y fiscalizar las universidades nacionales, en lo que
sectores reformistas consideraron un avance en contra de la autonomía
universitaria.
Lo inesperado e inconsulto de la aprobación pegó con
fuerza en las autoridades universitarias de todo el país, pero con particular
contundencia en las carreras de Medicina, que en su mayoría mantenían restricciones
al ingreso de estudiantes. Esto despertó críticas en todo el país y
negociaciones entre los decanos y rectores y las autoridades del Ministerio de
Educación, para conseguir una excepción a la norma que los habilite a seguir
restringiendo.
“Cupo Willington”
En Córdoba, la medida agarró por sorpresa al decano
Marcelo Yorio. En sus primeras reacciones ante la prensa, solo atinó a sincerar
las consecuencias que la reforma tendría sobre su unidad académica. Así,
refirió que el alumnado podría alcanzar los 4500 estudiantes y que por ello
necesitaría quintuplicar la planta docente.
Tras coquetear con la alternativa de establecer
limitaciones por región de procedencia, Yorio y su equipo se abocaron a
construir un artificio que les permitiera cumplir con el sentido estricto del
texto de la ley, sin que ello implicase un aumento significativo en la cantidad
de estudiantes.
Finalmente, con la ayuda del rector Tamarit y sus
obsecuentes aliados, Yorio consiguió que el Consejo Superio avale su plan. De
esta manera, a partir del ingreso para cursar en el 2016, volverá a regir la
metodología aplicada en la época en que el hombre fuerte de Ciencias Médicas
era José María Willington.
Con vehemencia e indignación, el progresismo
universitario criticó durante mucho tiempo los métodos utilizados en su
momento, análogos a una canilla en la cual se puede regular a gusto la cantidad
de agua que puede salir. Sin embargo, el ala dura del tamaritismo no tuvo
anoche prurito de acompañar la reinstauración de dicho sistema.
Acostumbrado ya a adecuar sus apreciaciones a la
medida de sus aliados, sin consideraciones sobre sus propias afirmaciones
pasadas, Tamarit no dudó en avalar el “cupo Willington” en la sesión de anoche,
en busca de futuras simpatías de los referentes de Ciencias Médicas.
Sin embargo, la explícita adhesión del Rector al
Frente para la Victoria durante este año, dificultaría dicho objetivo.
Dificilmente olviden los “médicos” el flaco favor que el kirchnerismo tuvo para
con su disciplina con el solo objeto de lograr una medida de impacto en la
campaña hacia el balotaje.
Nuevo sistema de ingreso a Medicina
Tras cursar algunas semanas de clase y participar de
evaluaciones, los aspirantes serán clasificados según su desempeño de la
siguiente manera:
Estudiante promocional (70% o más de respuestas
correctas): puede cursar todas las materias del primer año.
Estudiante regular (entre 60% y 69% de respuestas
correctas): solo puede cursar inglés, computación y módulos complementarios; si
aprueba un nuevo examen, podrá cursar las materias troncales el año siguiente.
Estudiante libre (menos de 60% de respuestas
correctas): deberán volver a realizar el curso de ingreso el año siguiente.